Temu, a la caza del proveedor: cómo el operador chino está aprovechando la brecha comercial de Shein para arañarle fabricantes
- Temu va a por todas en su intento de ganarle terreno al gigante Shein, con el que mantiene una guerra sin cuartel desde hace meses.
- Ante el escrutinio de Shein a sus fábricas, muchos proveedores se han pasado a vender para Temu.
Temu no se esconde y se lanza hacia la caza del proveedor en plena escalada de tensión comercial con Shein.
Hace unas semanas, la empresa propiedad de PDD Holdings cambiaba las reglas del juego al abrir las puertas a vendedores estadounidenses y europeos. Ahora, se sabe que el grupo chino ha emprendido duras técnicas para ganarle terreno a Shein, y lo hace aprovechando una obvia coyuntura comercial.
Como relata el Financial Times, Shein se deshizo el pasado año de varios proveedores con sede en el sur de China después de que los auditores descubrieran que habían estado violando las normas de certificación de la empresa, según fuentes conocedoras de este movimiento.
Y en este juego comercial, los productores chinos descartados por Shein se han pasado a vender sus artículos para Temu.
La brecha comercial que aprovecha Temu
La brecha está clara: Shein, ante su posible salto bursátil, necesita ser ejemplar ante los inversores. De hecho, al margen de su propia inspección, un inversor que pretendía entrar en la ronda del año pasado también llevó a cabo su propia auditoría en la cadena de suministro de la empresa.
El gigante chino centrado en moda descubrió que muchos de sus fabricantes contratados no cumplían sus requisitos: un mínimo de 50 empleados y al menos 800 metros cuadrados de superficie de fábrica.
"Solíamos suministrar a Shein, pero ahora no podemos hacerlo directamente porque no cumplimos sus requisitos sobre el tamaño de las fábricas", explica, en este sentido, Louis Li, propietario de una fábrica de bolsos en Guangdong.
Después de que Shein cortara los lazos con las fábricas más pequeñas, el movimiento era obvio: "Todos nos fuimos a Temu", explica este fabricante. A eso se le suma otra clave: la empresa no tiene en cuenta el tamaño de las fábricas a la hora de aceptar nuevos vendedores.
Este propietario de la fábrica de bolsos afirma que suele obtener un margen de beneficios inferior al 20% con Shein, pero de alrededor del 15% con Temu. Sin embargo, si el producto se vende bien, Temu se abastece de productos similares de otros proveedores, lo que obliga a las fábricas a competir y reducir aún más los precios.
La trampa también la genera sus propios productores. Penny Lin, otra gerente de una fábrica de ropa en Zhejiang, explica que hasta triplicó la producción de prendas para Shein y envió el producto restante a Temu y otras plataformas.
Más allá de Temu, una de las ventajas competitivas de Shein es la "relación a largo plazo" que mantiene con su red de confeccionistas frente a rivales de la moda rápida como Zara y H&M, y lo hace, además, pagando más rápido que la media del sector.
Pero lo cierto es que también impone sus particulares reglas: la puntualidad es clave. De hecho, los mejores proveedores cobran en una semana, y los que obtienen peores resultados, a los 45 días. "La lentitud en los pagos es un castigo por la lentitud en las entregas", afirma Zhang Zhongbao, encargado de ayudar a fabricantes a encontrar canales de distribución.
Temu, que también paga con diligencia, ha dado a los proveedores incluso otro canal para vender el exceso de existencias, incluidos los productos originalmente destinados a Shein. Y ahí no acaba todo: porque la empresa de PDD organizó un seminario de captación de proveedores chinos con almacenes en Estados Unidos y Europa.
"Shein se está dando cuenta de que su fidelización de los comerciantes está siendo menos sólida de lo esperado a la luz de los avances de Temu", sostiene Robin Zhu, analista de Bernstein.
La guerra comercial avanza y la empresa bajo el paraguas de PDD parece estar dispuesta a todo.
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