500.000 euros por trabajar como CAIO, el nuevo puesto que ha generado la IA: esto es lo que debes saber hacer

Nina Anika Klotz
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Este es el nuevo puesto que ha generado la IA y que todas las empresas buscan.

Luis Alvarez/Getty Images

  • Las empresas buscan implementar la inteligencia artificial en sus procesos y negocios, por lo que es posible que surja la figura del director de IA. 
  • Los llamados CAIO o Chief IA Officer, son los puestos encargados de llevar a cabo estos procesos, que implican a todas las áreas de la empresa. 
  • Business Insider ha investigado qué hay que estudiar, qué hace y cuánto gana un CAIO. 

En el mundo de la startup no importan lo planas que sean las jerarquías, hay alguien que tiene que ponerse el sobrero de jefe y si es con el título en inglés, mejor: Chief Financial Officer, Chief Marketing Officer, Chief Sales Office, Chief Technical Officer, etcétera. 

Y en un momento en el que las empresas están implantando la IA y a sus correspondientes responsables, es lógico pensar que también se necesite un Chief AI Officer, o CAIO para abreviar.

¿O no? De hecho, hay varias opiniones al respecto. Pero en el caso de crear el puesto de director de Inteligencia Artificial, habría que definir muy bien cuáles son sus funciones. ¿Qué tiene que saber hacer? ¿Dónde se aprende eso y qué beneficios tendrá para la empresa un puesto tan innovador?

¿Cuántos CAIO existen ahora mismo?

En primer lugar, parece que todavía no hay muchos CAIO. En LinkedIn, apenas hay gente que haga referencia a un puesto así en su biografía. 

Uno de los pocos CAIO que hemos encontrado es Martin Rückert. Es casi con toda seguridad uno de los primeros. Hace 6 años, fue ascendido de vicepresidente de Computación Cognitiva a director de Inteligencia Artificial en su antigua empresa. "Era la persona encargada de la IA para todo", relata este licenciado en informática, con la misión de "saturar toda la empresa con IA".

¿Qué hace un CAIO en la práctica?

En la actualidad, Rückert es CAIO en Diamant Software y en una entrevista con Business Insider Alemania describe así su campo de actividad: "En el contexto corporativo, la IA es una herramienta transversal con una posición bastante amplia que afecta a muchísimas áreas corporativas, legal, TI, arquitectura de servidores, seguridad de datos, gestión de productos." 

Según Rückert, esta faceta multidisciplinar del puesto puede ser un punto negativo: "Incluso internamente, a la gente a veces le cuesta entender cuál es el papel de un CAIO". Lo cual, por cierto, le molesta. Pero en parte es normal que la gente recele de la IA al pensar que las máquinas acabarán ocupando su puesto de trabajo

"La necesidad de explicar el papel del CAIO se deriva sobre todo del hecho de que la mayoría de los empleados y directivos de las empresas están empezando a comprender ahora hasta qué punto la IA está cambiando fundamentalmente nuestro mundo laboral y empresarial", prosigue el propio CAIO. 

En un futuro próximo, los debates sobre la compatibilidad ética y social tendrán que llevarse a cabo internamente en la empresa, pero también a gran escala. "Tomar conciencia de esto es también la tarea de un CAIO. Me veo retado una y otra vez a resolver dilemas y a rendir cuentas sobre ellos". Así que, en la práctica, la "persona que se ocupa de todo lo relacionado con la IA" es también un profesor de la IA.

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Así es el trabajo en la teoría

Bernard Marr, influenciador tecnológico británico, futurólogo y autor de bestsellers, ve el CAIO como un atractivo destino profesional del futuro. Según él, la IA impregnará dentro de poco muchas, quizás incluso todas, las áreas de una empresa, o debería hacerlo. 

Y, en última instancia, el CAIO también debe garantizarlo. Por eso, el responsable de la IA también debe tener un asiento en la mesa junto a los jefes de todos los demás departamentos. 

En su opinión, un buen CAIO no es solo alguien que entiende la IA técnicamente, sino que reconoce nuevas aplicaciones estratégicas potenciales. Alguien que no simplemente diga: "vale, entonces responderemos a las consultas de los clientes más rápidamente con la ayuda de un chatbot", sino que piense "¿cómo puede la IA ayudarnos también en los ámbitos jurídico, logístico, de compras, RRHH, desarrollo de productos y otros?".

Según Marr, las tareas de un CAIO incluyen:

  • Visión y estrategia: para no solo implementar la IA en los procesos de trabajo existentes, sino para pensar más allá. 
  • Implementación y escalado: también forman parte del trabajo ir aterrizando la IA a las diferentes necesidades.
  • Ética y cumplimiento: hay mucho debate sobre los posibles peligros de la IA –desde la pérdida de puestos de trabajo hasta la absorción total por parte de las máquinas– y poco se ha decidido al respecto. Según el experto británico, un CAIO debería al menos seguir el debate y, mejor aún, actuar como "brújula moral".
  • Comunicación con las partes interesadas: Marr afirma que un CAIO debería ser algo así como el "evangelista de la IA" de la empresa. "Al desmitificar la IA, disipar las preocupaciones y destacar sus beneficios tangibles, se asegura que todas las partes interesadas, desde la alta dirección hasta los empleados de base, estén en la misma página".
  • Aprendizaje continuo: porque esta tecnología está aún en pañales.

Bernard Marr está convencido de que habrá cada vez más CAIO en el futuro e incluso llega a predecir que el papel del CAIO dentro de la C-suite será crucial. Porque: "La IA no es una herramienta informática más", señala.

¿En qué se diferencian el CAIO y el CTO?

Este es precisamente el contraargumento de los que piensan que no hay necesidad de un CAIO. Al fin y al cabo, estamos hablando de tecnología informática. 

La IA podría entrar en el ámbito de actuación del Chief Technical Officer (CTO), que de este modo tiene otra herramienta sobre la mesa que se suma a las muchas que ya tiene, desde la arquitectura informática hasta la ciberseguridad. 

Así lo ve Kaan Bludau, de la consultora de personal BludauPartners Executive Consultants, con sede en Fráncfort: "Desde mi punto de vista, se trata de una subdisciplina de las TI", afirma el cazatalentos, especializado en la colocación de puestos de liderazgo digital en grandes empresas.

Rückert, como CAIO sobre el terreno, discrepa. Aunque entiende la lógica, "en mi experiencia, los CTO suelen estar más en el rincón de las TI, se ven a sí mismos en el área de operaciones de TI y gestores de desarrollo". Pero las tareas del CAIO a menudo se encuentran en otras áreas, explica, por lo que su papel debe ser independiente con el fin de hacer realmente una diferencia. "No tiene por qué ser un jefe, también puede ser un responsable de inteligencia artificial que pueda actuar con bastante independencia", afirma.

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¿Qué distingue a los profesionales de la IA?

Títulos aparte, ¿qué debería saber hacer y aportar idealmente alguien que vaya a ser responsable de IA en una empresa?

Rückert, por ejemplo, afirma que muchos candidatos adecuados para su equipo han estudiado lingüística computacional o tienen formación como científicos de datos. "Pero también nos fijamos mucho en cómo funciona alguien como ser humano". Porque los responsables de IA necesitan empatía y tacto, afirma, para entender mejor a los desarrolladores, por un lado, y a los jefes de producto, por otro, y poder mediar entre ambos.

Kaan Bludau también hace hincapié en las cualificaciones humanas: "Especialmente cuando se trata de CAIO, prestamos mucha atención a si alguien tiene la altitud necesaria", dice el consultor de personal. 

Porque, además de las tareas sustantivas, hay muchas culturales. Al fin y al cabo, el CAIO impulsa cambios, por lo que debe entender algo de gestión, ser capaz de captar al personal y, al mismo tiempo, ser capaz de presentar sus estrategias de futuro a un consejo de administración. "Las soft skills pesan relativamente", asegura, y lo cierto es que un técnico con talento en la sala de máquinas no aporta todo lo que un CAIO necesita.

¿Cuánto se puede ganar como CAIO?

A quien pueda ofrecer todas esas capacidades y competencias se le paga extraordinariamente bien: "Se puede conseguir un sólido director de información con conocimientos de IA, si se tiene suerte, a partir de 250.000 euros anuales de sueldo", asegura Bludau. 

"Pero si luego alguien es también dinámico, vuela a cierta altura, tiene los valores adecuados y además domina las demás disciplinas, entonces se va como mínimo hacia los 500.000, incluyendo el variable".

Críticas a la función del CAIO

De hecho, Kaan Bludau recibe cada vez más solicitudes para este tipo de trabajo en su bandeja de entrada, ya que actualmente, busca un "Chief Innovation Officer for Articial Intelligence". 

"La IA es sin duda un tema importante. Todas las empresas de todos los sectores y todos los departamentos tienen que ocuparse de ella para mantener el pulso", afirma el cazatalentos. "La única duda es si el puesto no es realmente temporal. Y temporal no sería un nivel C para mí".

Bludau, que lleva 20 años en el negocio, ya ha vivido algo así antes y ve paralelismos. Hace unos años, muchos de sus clientes, especialmente los del sector de las pymes, querían que les consiguiera directores digitales (CDO), para llevar el proceso de digitalización del negocio.

La digitalización, al igual que la IA, estaba en boca de todos en ese momento, todos sabían que la necesitaban y también que no solo afectaría al departamento de TI, sino que todos los departamentos tendrían que digitalizarse.

Daron Acemoglu.

¿Una profesión con futuro?

Eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora. La mayoría de empresas ya están digitalizadas y ya apenas se buscan CDO; y eso es lo que dice Bludau: "el papel de CAIO suena emocionante y actualmente tiene toda su razón de ser, pero este papel también conlleva riesgos". Por ejemplo, que llegue a ser superfluo en algún momento. 

Martin Rückert no tiene estas preocupaciones. "En términos de IA, aún no está todo inventado, aunque a veces lo parezca. Aún queda mucho por venir". 

Los chatbots, por ejemplo, son solo el primer paso, pero los "agentes autónomos" se abrirán camino en las empresas y garantizarán el progreso y la eficiencia. Esto también plantearía al CAIO nuevos y mayores retos, como los aspectos éticos o la cooperación entre los humanos y la IA. Así que al jefe de la IA no le preocupa en absoluto hacerse superfluo.

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