En 2024 unas 9.000 personas en España recibirán un diagnóstico de cáncer de páncreas. Pueden parecer pocas si se las compara con las más de 42.000 que desarrollarán cáncer de colon. El problema sin embargo es que aunque no muy frecuente, este tumor es uno de los más letales.

Con él se da la tormenta perfecta. Es silencioso, agresivo y de rápida propagación. Lo que hace que solo un 20% sean diagnosticados en estadios tempranos. Si no puede extirparse es posible recurrir a otros tratamientos, y aquí viene otro inconveniente. Su resistencia a la quimioterapia.

Esto hace que su tasa de supervivencia relativa a los 5 años — el porcentaje de pacientes que seguirán vivos a los 5 años del diagnóstico— sea la más baja de todos los cánceres en España, tanto en varones (4,6%) como en mujeres (5,4%). En pacientes con enfermedad metastásica, la media de supervivencia global desde el diagnóstico es de 4,6 meses, informa un documento elaborado por varias sociedades españolas de oncología.

Pese a que la causa del cáncer de páncreas no es clara,se han identificado algunos factores que pueden aumentar el riesgo. Entre ellos fumar, la diabetes, inflamación crónica del páncreas (pancreatitis) y la obesidad. Algunos casos están relacionados con antecedentes familiaresa por mutaciones genéticas, incluidas la mutación genética BRCA2 o el síndrome de Lynch.

Señales tempranas de cáncer de páncreas

La dificultad de identificar de forma temprana un cáncer de páncreas se debe a que muchas veces este se muestra silencioso. En muchas otras ocasiones los síntomas son tan comunes o leves que pasan desapercibidos o se confunden con problemas menores.

Una buena regla general para cualquier tipo de tumor es ser consciente de la propia salud básica para consultar con un médico cualquier cambio prolongado. En especial de los hábitos gastrointestinales, en el caso de este tumor.

Una de las pocas formas que tiene de revelarse es a través de un dolor en la zona del estómago que puede ir extendiéndose hacia la espalda. Otros síntomas propios del cáncer de páncreas incluyen vómitos o nauseas, alteraciones en los hábitos intestinales o pérdida de peso sin explicación. 

La ictericia, cuando la piel o el blanco de los ojos se torna amarillenta, heces de color más claro, orina más oscura o una aparición reciente de diabetes, son también señales que no deben pasarse por alto.