Perder peso y no recuperarlo es difícil, pero cómo de difícil depende en parte de tus genes, según un científico que estudia la genética de la obesidad. Aún así es posible realizar cambios saludables en tu cuerpo incluso si tu biología te predispone a hábitos como comer en exceso.

La genética de una persona es probablemente la mayor influencia sobre por qué y cuánto come, afirma el profesor Giles Yeo, investigador principal asociado del Instituto de Ciencias Metabólicas de la Universidad de Cambridge, en el podcast Just One Thing del 3 de enero.

Nuestra biología afecta el peso corporal de múltiples maneras, desde darnos preferencia por los dulces frente a las verduras hasta suprimir o aumentar nuestro apetito cuando estamos estresados o hacer que una persona necesite más comida que otra para sentirse llena y satisfecha.

Todos estos factores significan que perder peso es mucho más difícil para unos que para otros.

Pero Yeo enfatiza: "Tus genes no determinan quién eres. Establecen un conjunto de posibilidades, pero puedes hacer algo al respecto".

El especialista compartió 4 consejos para una pérdida de peso saludable y sostenible, independientemente de tus genes.

Encuentra una dieta que puedas seguir

El principal consejo de Yeo para perder peso es encontrar una dieta que sea saludable y que puedas seguir.

"Hay dietas que funcionan muy, muy bien para algunas personas pero que no tienen ningún efecto en otras. U otras personas no pueden seguirlas".

Cualquier dieta que te permita absorber menos calorías te permitirá perder peso, asegura, pero recomendó que la mayoría de las personas intenten comer más proteínas, mucha más fibra y menos carbohidratos refinados.

Su recomendación refleja la dieta mediterránea, que ha sido valorada como la forma más saludable de comer durante 7 años consecutivos.

No te concentres solo en las calorías

Para perder peso, debes tener un déficit de calorías, lo que significa que estás quemando más calorías de las que consumes. Pero lo que comes importa aún más porque el recuento de calorías  puede ser engañoso, según Yeo.

Las calorías pueden indicar cuánta energía hay en un alimento o bebida, pero nada sobre su valor nutricional, lo cual es importante, dijo. Por ejemplo, 200 calorías de proteína te mantendrán lleno durante mucho más tiempo y te proporcionarán más nutrientes que 200 calorías de una barra de chocolate con alto contenido de azúcar refinada.

Del mismo modo, la cantidad de calorías que absorbe el cuerpo difiere según lo que hayas comido. Yeo explicó que el cuerpo extrae menos calorías de las proteínas que del azúcar porque son químicamente más complejas y requieren más tiempo para digerirse.

La forma en que se prepara la comida también importa. El cuerpo es capaz de absorber más calorías del maíz, por ejemplo, si se desmenuza y se hace una tortilla que si se come directamente de la mazorca, añade.

El ejercicio realmente no ayuda a perder peso

Aunque es excelente para la salud en general, el ejercicio en realidad no es una muy buena herramienta para perder peso, en parte porque es difícil quemar una cantidad significativa de calorías y además te deja con hambre, puntualiza Yeo.

Las investigaciones sugieren que hacer ejercicio representa solo alrededor del 5% de la energía que quemas en un día, mientras que el resto proviene principalmente de simplemente vivir. Sin embargo, puede ser beneficioso para ayudarte a mantener el peso una vez que lo hayas perdido.

Esto se debe a que cuando pierdes peso, tu tasa metabólica (o la cantidad de energía que tu cuerpo necesita para realizar funciones básicas) disminuye, pero cuando haces ejercicio, vuelve a aumentar temporalmente. "Así que comienza a aumentar la tasa metabólica al menos temporalmente durante el día, lo que elimina parte de este efecto de la caída de la tasa metabólica de la pérdida de peso", apunta Yeo.

Si descubres que el ejercicio reduce tus niveles de estrés, añade el especialista, también puede ayudarte a mantener el peso bajo si eres alguien que tiende a buscar comida cuando está preocupado o ansioso.

Concéntrate en tu salud más que en tu apariencia

La gente quiere perder peso por muchas razones, pero una motivación común es encajar en los ideales de belleza de la sociedad. Sin embargo, esto puede resultar una motivación débil a largo plazo y no necesariamente beneficia la salud, opina Yeo.

En cambio, cree que todo el mundo debería intentar centrarse más en la salud y en los muchos beneficios tangibles de una alimentación saludable y el ejercicio, como un mejor estado de ánimo, un mejor sueño y mayores niveles de energía.

"Si cuidas tu salud, tu peso se cuidará solo", afirmó.