He intentado hacer la compra por Internet durante los últimos tres días y al menos en Madrid es una misión casi imposible por el coronavirus

Estantes semivacíos en un supermercado de Madrid durante el confinamiento por el coronavirus
  • Con la crisis del coronavirus, y desde el inicio del confinamiento decretado por el Gobierno para intentar frenar la curva de contagios, hacer la compra por Internet es una opción más que llamativa.
  • En ciudades como Madrid, y debido a la alta demanda, se está convirtiendo día tras día en una misión casi imposible.
  • Sin embargo, para determinados colectivos, como las personas mayores o con patologías previas, sigue siendo la mejor opción.
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Desde que el pasado viernes 13 de marzo Pedro Sánchez se pusiera delante de las cámaras para comunicarnos que España entraba en estado de alarma, hemos visto islas de supermercados vacías, gente preocupada por el desabastecimiento —muchas veces, sin motivo—, y hordas de conciudadanos haciendo acopio de pechugas de pollo, latas de fabada y, sobre todo, papel higiénico.

No parece un problema de desabastecimiento, sino de coincidencia: todo el mundo necesita —o cree que necesita— las mismas cosas, al mismo tiempo. También yo mismo, y toda mi familia.

En mi caso particular, mis abuelos, residentes en Madrid y rozando ya los 90 años, están recluidos en casa siguiendo las indicaciones del Gobierno, y su reserva de comida y otros productos del hogar va bajando peligrosamente. Si ya les es difícil, en un día normal, salir a hacer la compra, ahora necesitan más que nunca quedarse en casa y reducir el contacto con el exterior al mínimo. A cero, si es posible.

La solución más fácil sería ir al supermercado y llevarles la comida en coche, pero resulta que en casa llevamos unos días con varios de los síntomas —leves, de momento— que podemos asociar con el coronavirus, y no queremos exponer a nadie a un posible contagio. Tampoco a mis abuelos, claro.

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En esta tesitura, solo me queda una opción: recurrir a la compra por Internet. Aunque me imaginaba que no iba a ser fácil, no sabía hasta qué punto.

Mi primer intento, Mercadona, donde habitualmente encargo la compra para mis abuelos

Plataforma tradicional de compra online de Mercadona, con el aviso de cese del reparto a domicilio.
Plataforma tradicional de compra online de Mercadona, con el aviso de cese del reparto a domicilio.

Armado con una pequeña pero exhaustiva lista de compra elaborada por mi abuela, mi primer intento fue recurrir a una de las grandes cadenas de supermercados en España: Mercadona. Por la sencilla razón de que es el supermercado en el que varias veces he encargado la comida para que se la lleven a casa sin necesidad de que mis abuelos deban desplazarse, algo que, como digo, les cuesta bastante a sus casi 90 años de vida.

El nuevo y flamante sistema de venta online de Mercadona no funciona todavía en el barrio donde residen, así que entramos, como siempre, en la plataforma tradicional, pero nos encontramos con que la empresa ha decidido suspender los envíos a domicilio. Tenemos que buscar otra solución.

Soy usuario de Prime Now y nunca me ha fallado, así que pruebo con la aplicación de Amazon

Este es el mensaje de Prime Now que recibo al tramitar mi pedido.
Este es el mensaje de Prime Now que recibo al tramitar mi pedido.

En casa somos usuarios habituales del servicio Prime Now de Amazon, que en varias ciudades españolas te trae a casa la compra en 2 horas (o en la franja horaria que elijas) con envío gratuito si el pedido es superior a 40 euros. Así que pensé que sería la solución ideal.

Hago el pedido en la app con productos de La Plaza de Día, y hago click en tramitar pedido. Como ya sospechaba, las franjas de reparto estaban agotadas para ese día. Y para el día siguiente. Un mensaje me informa de quea medianoche saldrían las franjas a dos días vista, así que me pongo una alarma en el móvil para las 23:55 y a esperar.

Error al intentar tramitar el pedido en Prime Now.
Error al intentar tramitar el pedido en Prime Now.

Llega la medianoche y, como me huelo que habrá problemas, le pido a mi pareja que haga log-in en Prime Now con mi usuario también en su móvil.

La idea es replicar el truco que muchos hemos usado cuando vamos a comprar entradas de un gran concierto y tienes más posibilidades de conseguirlas con varios dispositivos activos al mismo tiempo.

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No hay suerte. Entre las 00:00 y las 00:04 solo recibo un mensaje de error en la propia app al tramitar el pedido, y a las 00:05 vuelve a aparecer la pantalla de alerta: ya no hay franjas disponibles. Toca esperar de nuevo a la próxima madrugada.

Lo intento dos veces más, en días sucesivos, con el mismo resultado. A buscarse las castañas en otro lado, mientras la despensa de mis abuelos se vacía de forma alarmante.

Relleno el carrito una y otra vez en distintos grandes supermercados, pero me encuentro con sistemas lentos debido a la gran demanda

Mensaje de alta demanda y servicio limitado en la web de compra online de Alcampo.
Mensaje de alta demanda y servicio limitado en la web de compra online de Alcampo.

En la tarde del tercer día de confinamiento, y tras una llamada de un familiar muy preocupado, me dispongo a probar en otros grandes supermercados, con la idea de evitar mi último recurso: acudir yo, con síntomas, al supermercado, y correr el riesgo de infectar a otra persona.

El pedido en Carrefour me lo entregarían dentro de dos semanas. Demasiado tarde.
El pedido en Carrefour me lo entregarían dentro de dos semanas. Demasiado tarde.

En la mayoría de plataformas online de grandes superficies ya se me avisa de que el servicio no es todo lo rápido que nos gustaría, y es comprensible. La demanda debe estar siendo espectacular.

En algunos, como Carrefour, incluso tengo problemas en acceder a mi cuenta, y cuando lo consigo y relleno la lista con los productos que mis abuelos necesitan -u otros parecidos, ya que la disponibilidad no es total en ese momento-, me encuentro con que solo puedo programar el envío a partir del 30 de marzo. Demasiado tarde.

 

Busco opciones menos conocidas, para intentar solventar el problema de la alta demanda

App de Lola Maket.
App de Lola Maket.

A estas alturas ya he asumido que las opciones más conocidas van a estar cercanas a la saturación en muchos casos, así que decido buscar alternativas menos conocidas.

A través de una compañera de trabajo doy con Lola Market, una web -y app para iOS/Android- que permite hacer la compra en varios supermercados. Una persona completa tu pedido en el propio supermercado y te lo envía a casa, a cambio de una comisión y gastos de envío.

Me preocupaba esta opción porque puede que ciertos productos ya no estén disponibles cuando se realice la compra en el propio supermercado, y por algunos reportes pasados de precios más caros de lo habitual, pero me estoy quedando sin alternativas, así que no pierdo nada por probar.

El pedido acabó completándose con tres horas de retraso, pero correctamente.
El pedido acabó completándose con tres horas de retraso, pero correctamente.

La aplicación me deja programar el pedido para el día siguiente, sorpresa mayúscula para mí en ese momento, y solo toca cruzar los dedos para que no haya ningún inconveniente con el pedido.

Llega el día y la hora programada y pese a que el pedido está confirmado para las 14:00, dos horas después la app todavía no actualiza su estado. Cuando ya estoy buscando otras opciones, recibo un mensaje en el chat de la aplicación confirmándome que esto empieza.

En todo momento César, la persona que está haciendo la compra, me pregunta por posibles sustituciones cuando no encuentra el producto solicitado, y una hora después de su primer mensaje, el pedido está en casa de mis abuelos. César, además, lo deja en la puerta y llama al timbre antes de irse, para evitar el contacto con personas en riesgo

Mi familia y yo respiramos más tranquilos. Mission Acomplished.

Si te estás planteando hacer la compra por Internet...

Si de estos días he aprendido algo, es lo siguiente: si eres joven y estás sano, y puedes acercarte al supermercado de tu barrio, contando con protección adecuada, evita, en la medida de lo posible, comprar por Internet: es un servicio que muchas personas con mayor riesgo van a necesitar estas semanas más que nunca. 

Y acordémonos, ahora y en el futuro, también de César y sus compañeros. Son parte de esa cadena de gente anónima al pie del cañón para que no nos falte de nada.

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