Una vacuna contra el coronavirus probada en ratones muestra resultados prometedores y sus investigadores ya planean iniciar los ensayos con humanos antes de fabricarla en masa

Vacuna.
  • Investigadores estadounidenses obtienen resultados prometedores en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus y aseguran que el modelo de fabricación permitirá su producción en masa. 

  • Se trata del primer estudio sobre una vacuna candidata para el COVID-19 revisado por pares, es decir, por otros científicos, una fase de la investigación que se han saltado otras vacunas que ya han iniciado los ensayos clínicos con humanos.

  • "Para la mayoría de las vacunas, no es necesario pensar en la escalabilidad", dice uno de los autores del estudio que se ha publicado este jueves en The Lancet. "Pero cuando se trata de desarrollar una vacuna rápidamente contra una pandemia, ese es el primer requisito".

  • La vacuna se ha desarrollado sobre el trabajo anterior de la Universidad de Pittsburgh contra el SARS y el MERS y se aleja de enfoque del ARN mensajero por el que están optando las biotecnológicas: utiliza un método "más establecido" que consiste en el desarrollo de anticuerpos. 

  • Los científicos esperan poder empezar los ensayos en humanos en los próximos meses. 

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Cintillo especial Coronavirus

Un equipo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, Estados Unidos) ha publicado este jueves un estudio que describe resultados prometedores para el desarrollo una posible vacuna eficaz contra el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus responsable de la pandemia mundial que se ha cobrado la vida ya de más de 45.000 personas.

Probada en ratones, la vacuna ha demostrado que produce anticuerpos específicos contra el nuevo coronavirus que son suficientes para neutralizarlo. 

El artículo en el que se detalla la investigación aparece este jueves en EBioMedicine, publicada por The Lancety se trata del primer estudio sobre una vacuna candidata para el COVID-19 que ha sido revisado por pares, es decir, por otros científicos, una fase de la investigación científica que se han saltado otros equipos que ya han iniciado los ensayos clínicos con humanos.

Lecciones aprendidas de la epidemia del SARS y del MERS

El equipo de Pittsburgh ya había trabajado investigando los coronavirus que causaron las crisis del SARS en 2003, que dejó 774 muertos a nivel mundial; y la del MERS en 2014, que provocó 851 muertes. La crisis actual del COVID-19 ya se ha cobrado más de 45.000 vidas. 

Los autores de la investigación aseguran que los tres coronavirus están estrechamente unidos entre sí y que sus análisis anteriores con el SARS y el MERS les revelaron la existencia de una proteína concreta que es fundamental para inducir la inmunidad contra el virus. 

"Sabíamos exactamente dónde combatir este nuevo virus", asegura el autor principal de la investigación, Andrea Gambotto. 

En esta línea, la estrategia utilizada por la Universidad de Pittsburgh consiste en la fabricación de partes de la proteína para utilizarlas en vacuna que desarrolle la inmunidad. "Funciona igual que las actuales vacunas contra la gripe", aseguran. 

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Probada en ratones, PittCoVacc (el nombre que ha recibido la vacuna) generó una oleada de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en las dos semanas siguientes al pinchazo. 

A pesar de que los animales todavía no han sido controlados a largo plazo, los investigadores explican que, basándose en estudios similares contra el MERS y la tendencia observada hasta ahora, se puede aventurar que la vacuna producirá un nivel suficiente de anticuerpos para neutralizar el virus durante al menos un año. 

Es una estrategia similar a la adoptada por el equipo español que trabaja desarrollando una vacuna contra el nuevo coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) que tiene como fin activar el sistema activar el sistema inmunológico y producir anticuerpos y linfocitos T que ataquen el virus. 

Este método se aleja, como señalan los científicos de la Universidad de Pittsburgh, de los modelos que utilizan ARN mensajero por los que están optando las biotecnológicas que más avances parecen estar consiguiendo. 

El trabajo más conocido es el que está realizando la biotecnológica estadounidense Moderna, que ya ha iniciado los ensayos clínicos en humanos con su candidato vacunal y que ha sido desarrollado desechando por completo la utilización de virus o proteínas, como suelen hacer las investigaciones más tradicionales. Moderna solo utiliza el ARN mensajero (ARNm), el material genético del ADN que hace las proteínas. 

Sería la primera vacuna que la compañía, que protagonizó la mayor salida a bolsa de una biotecnológica en diciembre de 2018, consigue llevar al mercado. 

Los investigadores del estudio recién publicado defienden las ventajas de su método frente al del ARNm, ya que el suyo está "más establecido". 

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Un nuevo sistema de administración que potencia el efecto y una producción escalable que permita su fabricación en masa

La urgencia de la actual pandemia exige que la vacuna que se genere contra el coronavirus pueda estar disponible para su producción en masa, y los investigadores aseguran que la fabricación de su candidato es fácilmente escalable. 

"Para la mayoría de las vacunas, no es necesario pensar en la escalabilidad, advierten los autores. "Pero cuando se trata de desarrollar una vacuna rápidamente contra una pandemia, ese es el primer requisito", señala.

Los investigadores detallan que tanto la pieza de la proteína necesaria para la vacuna como el proceso de purificación que necesita "pueden hacerse a escala industrial". Además, una vez fabricada, la vacuna puede permanecer a temperatura ambiente hasta que se necesite, eliminando la necesidad de refrigeración durante el transporte o el almacenamiento.

Además, los científicos han aprovechado un innovador método para administrar la vacuna que probaron en una vacuna contra la viruela. Un parche con 400 microagujas suministra la vacuna a través de la piel, "donde la reacción inmunológica es más fuerte", explican, para potenciar su efecto, 

Los investigadores piden seguir invirtiendo en ciencia: "Nunca se sabe de dónde vendrá la próxima pandemia"

Los investigadores ponen en valor que hayan podido obtener resultados tan rápido gracias a las investigaciones anteriores con otros coronavirus. "Por eso es importante financiar la investigación de la vacuna. Nunca se sabe de dónde vendrá la próxima pandemia", aseguran.

Juan García Arriaza, científico a cargo de una de las investigaciones que se están desarrollando en España, señaló a Business Insider España que la OMS tiene una lista de patógenos que pueden causar pandemias y que los científicos vienen avisando de que una situación como esta podía producirse desde hace tiempo

Su reivindicación parece sumarse a la de los científicos de la Universidad de Pittsburgh: "Espero que esto sirva para que la gente se dé cuenta de lo importante que es". 

Los autores de PittCoVacc están ahora solicitando la autorización del nuevo medicamento en investigación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. con vistas a "iniciar un ensayo clínico en humanos de fase I en los próximos meses".

"Las pruebas en pacientes típicamente requerirían al menos un año y probablemente más tiempo", advierten. Sin embargo, esperan que la situación de emergencia permita transformar los procesos para avanzar más rápido. 

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