Entre las muchas razones para no quererte salta el desayuno está proporcionar a tu cuerpo la energía que necesita para empezar la jornada tras las horas de ayuno que conlleva el sueño. Esta la toma principalmente de los hidratos que proporcionan azúcares (glucosa), "gasolina" para tu organismo. Pero en función de cómo sean estos puede abosberla de forma uniforme, lo que puede ayudar a prevenir picos de azúcar o favorecerlos.

Varios estudios demuestran además que el desayuno ayuda a regular mejor la ingesta calórica a lo largo del día. Mientras que privarte de este puede hacer que sientas más hambre y picar alimentos poco convenientes.

Por lo tanto, tomar un desayuno equilibrado puede ser el remedio sencillo con el que evitar el bajón y los antojos de media mañana, manteniendo tu glucosa estable.

Un desayuno que equilibre la glucosa

Los niveles de azúcar en sangre varían a lo largo del día como consecuencia de diversos factores, entre ellos la dieta, la actividad física de intensidad variable y el estrés.

Por ejemplo, durante una comida tienden a aumentar sobre todo tras la ingesta de hidratos, lo que provoca que el páncreas genere insulina para regularlo. Esta hormona facilita la entrada de la glucosa en las células, para que pueda ser utilizada como fuente de energía o almacenada para un uso futuro. 

Lo ideal es que un desayuno completo y equilibrado que mantenga estable la glucosa esté compuesto por hidratos complejos para hacer que esto funcione correctamente.

Los hidratos de carbono complejos, ricos en fibra —presentes en los alimentos como el pan integral, cereales integrales , arroz integral, legumbres, etc.—, son absorbidos lentamente por el organismo. Por lo tanto, aumentan progresivamente la glucemia. No ocurre así cono los hidratos simples o refinados, que se absorben rápidamente y, por tanto, pueden elevar la glucemia con rapidez y provocar hiperglucemia. Aquí se incluyen el pan blanco o la bollería industrial.

Por ello opta por pan integral o un bol de avena, en lugar de una rebanada de pan blanco o cereales industriales, ya que mantiene el azúcar en sangre estable y te hace sentir más saciado a largo plazo.

Si buscas inspiración el desayuno recomendado por la Federación Francesa de Diabéticos (FFD) incluye:

• Un vaso de agua o una taza de té, café o infusión, en lugar de un vaso de zumo de fruta industrial cargado de azúcar para hidratar.
• Fibra, como la que se encuentra en la avena, los cereales integrales o el pan integral, en lugar de pan blanco. Este último no sólo hará que se disparen los niveles de azúcar en sangre, sino que además es menos saciante;
• Un producto lácteo como yogur o queso fresco que proporciona proteínas y algo de grasas para saciar. Y también esencial, una pieza de fruta fresca o frutos secos, ricos en fibra.

Como consejo, en todos los casos lee atentamente las etiquetas de los alimentos si estos no son frescos. "Si el azúcar encabeza la lista, indica que su presencia es predominante en el producto" concluye la FFD, por lo que no son muy aconsejables.