DHA: qué es y en qué alimentos se encuentra este ácido graso omega-3 esencial para el cerebro

Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en alimentos como el pescado, las semillas y los frutos secos o en suplementos como el aceite de pescado. Y si has oído hablar tanto de ellos es debido a su importancia para salud.

Es conocida su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al contribuir a mejor nivel de triglicéridos, presión arterial y ritmo cardíaco. Estos ácidos grasos también aportan calorías para dar al organismo energía y tienen funciones en los pulmones, el sistema inmunitario y el sistema endocrino, enumera el Instituto Nacional de Salud de EEUU(NIH por sus siglas en inglés). Además contribuyen al funcionamiento del cerebro.

DHA: el omega-3 más abundante en el cerebro

Existen varios tipos de ácidos grasos omega-3. Los principales son el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). 

Los ácidos grasos omega-3 son componentes importantes de las membranas que rodean cada célula del organismo. En concreto el DHA se concentra especialmente altas en la retina, el cerebro y los espermatozoides.

Está especialmente implicado en las funciones de memorización. Algunos estudios han demostrado el papel de los omega-3 en la plasticidad cerebral. También se han asociado con reducción de los trastornos cognitivos y prevención de la aparición de estrés, ansiedad y depresión. 

¿Cuál es la cantidad diaria recomendada de omega-3? Ejemplos para cubrirla

Es especialmente importante para las mujeres que están embarazadas y las lactantes. Desde el tercer trimestre hasta el segundo año de vida, un niño en desarrollo necesita un suministro constante de DHA para formar el cerebro y otras partes del sistema nervioso, ya que el DHA es el ácido graso más abundante en el cerebro, informa la Escuela Médica de Harvard.

En qué alimentos se encuentra

El ALA es un ácido graso esencial, lo es porque el organismo no lo produce. Por lo que se debe obtener de la dieta. Como explican desde el NIH, el organismo puede convertir algo de ALA en EPA y luego en DHA, pero en cantidades muy pequeñas. Por lo tanto, inciden, "la única manera práctica de aumentar las concentraciones de estos ácidos grasos omega-3 en el organismo es a partir de los los alimentos que proporcionan DHA y EPA".

Ambos provienen principalmente de peces de agua fría. El salmón, la caballa, el atún, el arenque y las sardinas contienen altas cantidades de EPA/DHA.  El ácido ALA, se encuentra en aceites vegetales (especialmente canola, soja, lino), frutos secos (especialmente nueces), semillas de chía y lino, y verduras de hoja.