"Tenemos el imperativo moral de hacer algo contra la muerte": los fanáticos de la longevidad quieren crear su propio estado para experimentar con fármacos no autorizados

ratón, ensayos médicos
  • Zuzalu es una comunidad emergente que durante 2 meses se ha reunido en Montenegro para hablar de criptomonedas, estados en red y longevidad.
  • Ideada por el fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, entre sus propuestas está crear una jurisdicción nueva que acelere el desarrollo de tratamientos contra el envejecimiento.
  • Su objetivo, un estado independiente donde atraer a las biotecnológicas con ventajas fiscales y una normativa que permita autoexperimentar con fármacos no aprobados.

Últimamente se habla mucho de rejuvenecer y vivir más, pero no como se hace en Zuzazu

Durante 2 meses una ciudad costera de Montenegro ha acogido un particular evento. Ideado por el fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, Zuzalu se presenta como "la primera comunidad urbana emergente de su clase" en la que un par de cientos de personas afines en sus ideas han debatido sobre criptomonedas, estados en red y longevidad.

Quienes han estado allí lo describen como un programa "más parecido a un festival de música" que a la típica conferencia científica. Las charlas sobre temas como biología sintética, tecnología para la privacidad, y formas de expandir la vida se entremezclaron con sesiones de meditación, baños fríos en el mar, clases de pilates o quedadas en la playa al atardecer.

La mayoría de los asistentes, criptomillanarios, líderes de la industria farmacéutica, la política o la academia, resumen desde Decrypt, piensan que cambiarán el curso de la historia humana. En Zuazu  romper el hielo e iniciar una conversación conlleva preguntar a qué edad crees que morirás. La respuesta tipo, "entre los 80 y  nunca".

"La vida es buena y la muerte es moralmente mala", afirma Nathan Cheng, directora de una comunidad online para trabajadores en este campo incluida como invitada.

"Tenemos el imperativo moral de hacer algo contra la muerte, contra el envejecimiento. Esta es la filosofía moral en la que creemos, que guía la mayoría de las acciones de nuestras vidas. Intentamos que más gente se una en torno a ella", relató a Jessica Hamzelouarchive periodista del MIT Technology Review que asistió al evento.

Para ello, la intención de esta comunidad no es otra que acelerar las tecnologías capaces de añadir más años de salud a las vidas humanas. Para lo que contemplan la creación de un estado propio con el que poder saltarse la burocracia que imponen los estados.

Atraer a las empresas de biotecnología con ventajas fiscales y flexibilizando la regulación sobre ensayos clínicos en humanos

En el extremo más excéntrico de esta idea está la parte de los Zuzalans — como se llaman a sí mismos los asistentes a Zuzalu— que creen en la inmortalidad.

Según las fuentes con las que habló Decrypt, para este grupo la creación de un estado-nación reservado exclusivamente a personas que vencerán a la muerte es la vía de evitar un conflicto entre esta élite privilegiada y las "clases subordinadas mortales".

Un enfoque menos extravagante busca, sin embargo, un espacio real en el que poder crear una jurisdicción totalmente nueva e independiente que les otorgue vía libre para experimentar sobre sí mismos con fármacos no autorizados, en la búsqueda de una fuente de juventud eterna.

 

Se trata de crear un lugar atractivo para las empresas de biotecnología, animándolas a establecerse allí "ofreciendo ventajas fiscales, apoyando el biohacking y flexibilizando la normativa sobre ensayos clínicos", según una de las conferencias recogidas por el medio del MIT.

Los médicos no deberían tener la última palabra sobre si una persona puede acceder a un tratamiento experimental. Desde su perspectiva, la decisión sobre el grado de riesgo dispuesto a aceptarse debería corresponder a cada persona.

"Soy lo suficientemente ultraliberal... ¿quién soy yo para evitar que pruebes un compuesto?" , sopesa en el reportaje Josef Christensen, director de desarrollo de negocio de la empresa de células madre StemMedica. “Todos somos adultos, y si entiendes lo que estás haciendo y comprendes el riesgo, entonces hazlo”.

Conejillos de indicas humanos para frenar el envejecimiento

La ciencia de la longevidad avanza, pero despacio. Lo primero que cabe entender es que para poder aprobar un fármaco contra el envejecimiento este debería ser considerado una enfermedad. Una idea no exenta de polémica que por ahora rechaza la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero incluso una vez aceptado, dar con medicamento capaz de combatir el paso del tiempo sería un proceso increíblemente largo y costoso. Para empezar debería seguirse a los participantes durante décadas para ver si funciona. Los ensayos más optimistas hasta ahora probados en animales no se esperan en humanos hasta dentro de años.

Los reguladores son "demasiado restrictivos a la hora de validar la eficacia", afirma Yuri Deigin, cofundador y director de la empresa Youth Bio centrada en terapias génicas de rejuvenecimiento. "Creo que en este campo nos beneficiaríamos [de permitir] que la gente probara antes las nuevas terapias", afirma.

Posición que comparte Oliver Colville de Apeiron, organización que invierte en empresas de biotecnología. "Si tuviéramos un estado de longevidad en el que una de las premisas fuera... ofrecerse como conejillo de indias para ser monitorizado", confiesa al MIT Review, "creo que eso podría ayudar mucho a entender algunas de las cosas clave [sobre el envejecimiento saludable]".

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Puede parecer una idea de ciencia ficción, pero durante los 2 meses que duró el encuentro de Zuzazu  se plantearon posibles ubicaciones de este paraíso de los inmortales.

Entre las opciones barajadas, Rhode Island en EEUU. Sus ventajas son claras: está cerca de Boston, un centro biotecnológico destacado, y tiene poca población. 

Si un número sustancioso de personas que creen en esta "filosofía" se muda allí podrían influir en el cambio de la ley a través de su voto en la elecciones municipales. Entre 5.000 y 10.000 personas es todo lo que necesitan, estiman los Zuzalans. 

Otros asistentes sugirieron que el nuevo estado se ubicara en algún lugar de América del Sur como Costa Rica.  

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