La compleja pescadilla de la electrificación en España y el futuro de los coches eléctricos

El impulso de la electrificación y la venta de coches eléctricos sigue siendo el gran reto de la industria automovilística en España. Para decidir cómo se van a trazar las líneas de futuro en esta materia, los principales actores del sector se han reunido este martes en el IV Foro Anfac. 

Las dos conclusiones a las que han llegado todos los ponentes han sido claras. El principal problema de la industria es, en realidad, una pescadilla que se muerde la cola: la falta de infraestructura de recarga provoca que los clientes no quieran pasarse al coche eléctrico, pero al mismo tiempo esta falta de ventas hace que los inversores y fabricantes no quieran apostar por este tipo de vehículos. 

En todo caso, Wayne Griffiths, presidente de Anfac y CEO de Seat y Cupra, comenzó su discurso de una manera muy optimista, subrayando que España es el segundo país productor de Europa y ha recuperado la octava plaza mundial, superando a Brasil. 

Sin embargo, las cosas se tuercen al poner bajo la lupa las cifras de coches electrificados. Griffiths recordó el enorme esfuerzo que están haciendo las plantas españolas en su transformación para fabricar vehículos con enchufe y destacó que el año pasado fabricaron 323.000 vehículos electrificados (el 13,2% del total en España), frente a los 17.000 fabricados en 2019.

"Estoy preocupado porque la venta de coches eléctricos no van bien, siguen siendo insuficientes", reconoció Griffiths, recalcando que España va por detrás de Portugal y Francia. "España tiene una gran oportunidad para ser un hub de la electromovilidad, pero necesitar subir hasta el 25% de las ventas de coches electrificados", explicó este martes el presidente de Anfac. 

Griffiths señaló además que "la nueva movilidad solo será sostenible si consideramos el vehículo cero emisiones como parte de la solución, y no como el problema". Una idea en la que coincidió con la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró. Durante su discurso, explicó que "no hay mejor manera de avanzar al futuro que comprometernos en nuestro objetivo de alcanzar una movilidad sostenible y cero emisiones. Estamos ante un reto que va más allá de las fronteras del sector". 

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Torró también habló de la oportunidad de España de convertirse en un hub tecnológico. Para lograr este objetivo, "hay que electrificar nuestras fábricas y aumentar las ventas de coches eléctricos si queremos llegar a los objetivos de 2035", remachó el presidente de Anfac. 

El otro problema al que apuntaron los expertos durante la jornada fue la escasa red de recarga. Según datos de Anfac, España cuenta actualmente con 27.000 puntos de recarga, muy lejos de los 40.000 con los que se comprometió el Gobierno con Europa hace dos años. El año pasado se instalaron 10.000 puntos, aunque muchos de ellos aún no están funcionando. 

Además, "necesitamos que sea una red de calidad, con cargadores de alta velocidad", afirmó José Manuel Entrecanales, presidente & CEO de Acciona. Una red también necesaria para la carga de vehículos pesados.

El sector pide cambiar el Plan Moves III por ayudas directas

El segundo gran reto que tiene España gira en torno a las ayudas a la compra del coche eléctrico. España se encuentra a la cola de Europa en materia de venta de coches electrificados: la media europea es de 22,3%, mientras que España a duras penas consigue el 12%. 

"Tenemos que darle la vuelta a la situación", resumió Griffiths, subrayando que "no podemos tener opiniones de ministros en contra del vehículo privado o eléctricos". Todos los actores que  participaron en el foro de Anfac este martes agradecieron el papel del Plan Moves, pero consideran que es insuficiente.

"Pedimos cambiar el Moves por ayudas directas, esto hará crecer las ventas", afirmó el presidente de Anfac. Una idea que también expresó José López-Tafall, director general de Anfac, que también criticó la lentitud del programa en la práctica. 

El actual Plan Moves III se extiende hasta el 31 de julio de este año, por lo que se abre una ventana a posibles cambios. Además de que estas ayudas se ejecuten ya en el momento de la compra, desde Anfac también sostienen que debería replantearse la posibilidad de reducir el IVA como hacen Francia y Portugal. 

"La apuesta por la electrificación está clara. Las marcas ya están demostrando su compromiso. Ahora es el momento de establecer medidas eficaces tanto en el ámbito de ayudas a la compra como de desarrollo de la infraestructura de la recarga que hagan del vehículo electrificado una opción atractiva para el cliente. España tiene una oportunidad única para ser un hub de la electromovilidad en Europa y este empieza también por tener un mercado fuerte", señaló Griffiths.

"No estamos satisfechos", reconoció durante el discurso de clausura de la jornada Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, sobre el ritmo de venta de los vehículos eléctricos. "Desde el Gobierno pensamos que se puede hacer mucho más", añadió. Y parte de la solución podría pasar por revisar esas ayudas que actualmente reciben los eléctricos. 

En concreto, Pedro Sánchez anunció que "en las próximas semanas" prevé "revisar, reforzar y agilizar" el programa de ayudas públicas para la adquisición de vehículos electrificados y la instalación de puntos de recarga de las baterías. 

La competencia de China y EEUU, foco de debate

Además de la lentitud en la electrificación de la industria y parque automovilístico, otro problema al que se enfrenta España tiene que ver con la competencia que viene desde el extranjero. No es sorpresa para nadie el crecimiento de las marcas chinas tanto en nuestro país como en el resto de Europa. 

Además, los diferentes incentivos entre la Unión Europea, China y EEUU, están provocando que los países del Viejo Continente jueguen en desventaja. "Este nuevo terreno de juego para los fabricantes de automóviles está marcado por una volatilidad sin precedentes, sobre todo en términos de tecnología", afirmó el presidente de ACEA & CEO de Renault Group, Luca de Meo. 

"Además de la transformación empresarial, se está configurando una nueva geografía mundial para los fabricantes de automóviles. Y eso, especialmente para los europeos, supone un enorme reto. Tenemos que dotarnos de una auténtica política industrial europea para la industria del automóvil, con un enfoque holístico: unos cuantos principios y objetivos claros, un plan, un proceso de revisión dinámico para asegurarnos de que nos mantenemos en la onda en todo momento. Eso tenemos que hacerlo sentando a todos a la mesa para tener una visión de 360°", añadió De Meo.

"Europa está siendo más prudente en comparación con China", subrayó, Francisco J. Riberas, presidente de SERNAUTO y presidente de Gestamp, que instó a aumentar las ventas de coches eléctricos en España lo antes posible. "Es crucial que España no pierda este tren y que los fabricantes vean que nuestro territorio es un país amable para que pongan aquí sus modelos eléctricos", sentenció.

Durante su intervención, Riberas destacó que la descarbonización no es solo crear coches eléctricos, también lo es no tener que dejar huella para traer vehículos desde las fábricas ubicadas en otros continentes. En ese sentido, Europa cuenta con esa ventaja competitiva.

"Europa tiene una estrategia clara con la movilidad sostenible, pero los fabricantes europeos aún no estaban preparados. No podemos perder la industria por el camino y que todos los coches vengan desde China y que aquí nos quedemos con una movilidad que no sabemos ni como se hace. Debemos tener en cuenta que la industria del automóvil siga siendo lo que es", detalló Riberas.

Para conseguir ganar esta pelea, España cuenta con algo que el resto de países europeos no: energías renovables. "Europa tiene que ponerse de acuerdo para frenar al resto de competidores americanos y chinos. Especialmente en España tenemos la clave al contar con las energías renovables a unos niveles que no tienen otros países", sentenció Griffiths.