"En 2024, las startups tendrán que volver al mercado": los retos del ecosistema emprendedor tras el año del desierto inversor

Unicornio coge el dinero

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  • Tras un par de años sin asomar, muchas startups necesariamente tendrán que volver a financiarse en 2024. Será entonces cuando, sometidas al escrutinio de los fondos, deberán afrontar la realidad de sus nuevas valoraciones.
  • La financiación de las startups ya no pasa por el crecimiento a toda costa, sino que muchos inversores ya priorizan la sostenibilidad. La era de los unicornios ha acabado: es tiempo de camellos.

Si 2023 fuese una película, para el ecosistema emprendedor probablemente sería una de Christopher Nolan, un director acusado muchas veces de ser tan capaz de plantear arranques interesantes como incapaz de culminar sus tramas de un modo satisfactorio.

Porque empezar, lo que se dice empezar, el año empezó bien para las startups. Aun a pesar de haberse producido ya la invasión rusa de Ucrania, al menos en España el año natural empezó con los fondos de inversión regando de dinero a proyectos ya consolidados como el de Fever, que pudo disfrutar todavía de una ronda de ocho ceros.

A medida que avanzó el año, sin embargo, las startups se dieron cuenta pronto de que la fiesta del ahorro embalsado de 2021 y 2022 se había terminado. El punto de inflexión, desde luego, fue el anuncio del BCE de seguir subiendo los tipos de interés después de haber escalado rápidamente de cero a dos puntos básicos a finales de 2022.

Para entonces, la Reserva Federal ya andaba en tipos que rondaban el 4%. Los fondos de inversión y las empresas captaron el mensaje: para atajar la inflación, se había terminado el tiempo del dinero barato

Escarmentados por ejemplos como Klarna, la fintech sueca que vio dividida su valoración entre ocho tras acudir al mercado en un momento menos que poco conveniente, unos y otros concluyeron que había que tirar con lo que tenían.

El resultado ha sido un año en el que la inversión europea en startups se ha desplomado un 45% con respecto a lo recaudado por las propias startups en 2022, según el último informe presentado por la consultora Atomico. 

Hoy, los unos se miran a los otros y se preguntan si la tónica se va a mantener durante 2024. Consultados los expertos de algunos de los mejores fondos de inversión por Business Insider España, la respuesta corta es que sí y no.

Desde luego, no volverán los años de la gran explosión inversora. Conscientes de algunos de los excesos cometidos, muchos fondos encuentran incluso positivo que las valoraciones de las startups se hayan relajado y que se haya vuelto a fundamentos como el análisis de la caja o la rentabilidad pura y dura del negocio.

No obstante, por otro lado, muchos apuntan a que, tras un par de años sin asomar, muchas startups necesariamente tendrán que volver a financiarse. Será entonces cuando, sometidas al escrutinio de los fondos, deberán afrontar la realidad de sus nuevas valoraciones.

Será uno de los muchos retos que tendrán las startups en 2024. "Las startups tendrán los mismos retos que siempre, que se basan nada más y nada menos que en crear empresas que resuelvan problemas o creen nuevos mercados. Casi nada", resume Iñaki Arrola, del fondo K Fund.

He aquí unos cuantos más.

1. Afrontar el principio del fin del desierto inversor

Salida del túnel

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"Mientras persista el incremento de intereses bancarios, continuarán los problemas de financiación, no solamente de las startups, sino también de las pymes", explica al respecto Irene Gómez, CEO de Keybotic.

No obstante, las cosas poco a poco irán cambiando. No será fácil, no será pronto y, sobre todo, no será indoloro, pero para muchos expertos 2024 marcará el principio del fin del desierto inversor que ha marcado la segunda mitad de 2023

Aunque aún es previsible que este se prolongue al menos durante el primer trimestre del año, poco a poco se verá la luz al final del túnel.

"Las expectativas en torno a la política monetaria del mercado han experimentado un cambio significativo en los últimos meses. Los bancos centrales han detenido su escalada de tipos y están observando", dice José del Barrio, fundador de Samaipata

"La probabilidad de bajadas de tipos en los próximos trimestres ha aumentado, y creemos que esto podría tener un impacto positivo en las valoraciones tecnológicas, arrastrando al mercado growth y de salidas a bolsa en los próximos trimestres", añade.

Esta situación podría reactivar la actividad inversora al menos en etapas tempranas, acelerando la dinámica de inversión por parte de los inversores de venture capital en 2024.

2. Convertirse en camellos

Camellos

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No obstante, dado que aún quedará parte de travesía en desìerto, Alberto Andújar, director de BigBan inversores, sostiene que las startups se enfrentarán sobre todo a retos que tendrán que ver con su sostenibilidad financiera y su buen gobierno.

Miguel Vicente, cofundador de Antai Ventures, lo resume con una metáfora: "Pasamos del unicornio al concepto de camello, mucho más resistente. Lo hemos visto en el último año, con startups que han sacrificado algo de crecimiento a cambio de rentabilidad para generar confianza en los inversores".

Opina parecido Javier Megias, socio de Plug&Play, uno de los fondos más activos del mundo: "Las startups intentarán seguir creciendo, pero bajo criterios más sostenibles. Entre otras cosas porque los riesgos a nivel macro siguen ahí, no pueden relajarse startups ni fondos".

"La clave es volver un poco a mostrar proyectos creíble. No se trata tanto de ser rentable en el momento de acudir al mercado como de demostrar que se puede llegar a alcanzar pronto el break even [punto de equilibrio entre gastos e ingresos]", resume Josep Sanfeliu, socio del fondo Asabys Partners.

3. Elegir bien a sus fondos de inversión

Elegir dinero

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Hasta ahora, el funcionamiento era el siguiente: una startup necesita capital y acude a los mercados privados. Durante meses, se entrevista con todo fondo de inversión que piensa que le puede dar algo de dinero para ayudarle a completar su ronda de financiación. 

Finalmente, de todos los fondos que ha visitado, unos pocos se comprometen a financiar el proyecto a cambio de un porcentaje de propiedad de la empresa que marca la valoración de la propia empresa. 

Si todo va bien, en unos años, llegado el momento de liquidar posiciones, estos recibirán el dinero invertido más su parte correspondiente más lo que toque por la revalorización de la empresa. Todos ganan.

Tras algo más de medio año (y lo que queda) con el dinero circulando cada vez más lento debido a los altos tipos de interés, para los expertos hemos entrado en una fase distinta. Durante 2024, los fondos no solo deberán preocuparse de elegir bien sus startups, sino que las startups deberán preocuparse también de acudir a los fondos que todavía tengan cash.

"Un gran reto para las startups va a ser encontrar dinero. Los inversores no se están moviendo no solo por prudencia, sino porque muchos no están consiguiendo completar sus fondos. Esto quiere decir que oficialmente están activos, pero que en realidad no tienen dinero que invertir. Los emprendedores van a tener que aprender a distinguir las gestoras que de verdad tengan fondos", explica Sanfeliu.

Esto, vaticina Sanfeliu, va a provocar un doble juego de escrutinio por parte de los inversores a los emprendedores y viceversa. 

"Los fondos no pueden decir que no tienen dinero, así que rechazarán proyectos dando cualquier motivo. Por ahí, el emprendedor se puede desanimar e incluso puede acabar perdiendo demasiado tiempo con gente que nunca le pudo ayudar. Deben investigar a los fondos", concluye, rotundo, Sanfeliu

4. Momento de acordarse de la deuda

Deuda

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Con los tipos de interés en cero o cerca de cero y el dinero circulando con rapidez de fondos a startups y viceversa, durante años para muchas empresas emergentes no tenía demasiado sentido acudir a la deuda bancaria tradicional. 

Al fin y al cabo, muchos pensaban que los bancos no terminaban de entender sus negocios mientras que con los fondos de capital riesgo, que muchas veces están fundados o cofundados por antiguos emprendedores en serie, la buena sintonía está asegurada.

Pero se da la circunstancia de que los bancos y las grandes empresas cada vez entienden más a las startups y, sobre todo, cada vez ven más claro lo que pueden obtener de ellas no solo a nivel económico, sino también en lo que tiene que ver con el desarrollo de nueva tecnología.

Por un lado, esto se está dejando notar en la presencia cada vez más abundante de fondos de inversión coroporativos, es decir, brazos inversores de gigantes tecnológicos cuyo papel es apostar por empresas emergentes para, llegado el momento, puede que hasta absorberlas.

Por otro, los bancos andan cada vez más pendientes de las startups. "La deuda está ahí. El fondo más grande que haremos nosotros en 2024 sobre todo es de deuda", explica Roger Pique, de Inveready. 

Y prosigue: "La deuda es un buen mecanismo para negociar con ella. Lo primero, porque el capital no deja de ser algo que al final hay que devolver igualmente. Y lo segundo, porque en modelos eficientes ha demostrado un potencial enorme".

"Antes, muchas veces los fondos la evitaban porque querían colocar todos sus recursos en las compañías, con lo cual les molestaba, pero yo creo que la deuda en compañías de verdad eficientes tiene que estar en el balance".

5. Deberán adaptarse a la IA

IA en la empresa

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La palabra de moda en el mundo de la tecnología también lo será en el mundo del emprendimiento. Así lo piensa Lourdes Álvarez de Toledo, socia de JME Ventures: "Las startups tienen que protegerse bien de la IA. Hay muchas empresas prometedoras que pueden quedarse obsoletas muy pronto y pueden perder mucho terreno".

Tal y como ha comprobado recientemente Business Insider España, las empresas en el país están empezando a utilizar la IA en los departamentos de atención al cliente, así como en sus propios trabajos internos de programación y documentación.

Alvarez de Toledo pone ejemplos de empresas en riesgo: "Hasta hace poco eran muy interesantes las startups que ayudaban a crear webs o presentaciones interactivas, por ejemplo. Pero con la IA están empezando a surgir propuestas de herramientas que hacen este tipo de cosas ellas solas. O espabilan, o se quedarán atrás".

6. Deberán gestionar el teletrabajo

Teletrabajo

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Que si teletrabajo sí, que si teletrabajo no. Después de que corrieran ríos de tinta sobre la cuestión durante la pandemia y una vez superada la misma, el debate sigue sin tener fin.

Las últimas informaciones apuntan a que, aunque trabajar desde casa no trae consigo la bajada de rendimiento que muchos vaticinaban, sí ha supuesto para las empresas un empeoramiento de los procesos creativos.

Dicho de otra manera, con cada uno teletrabajando desde casa, se ha perdido buena parte de esas buenas ideas que se tenían en las relajadas charlas informales que se tienen con los compañeros mientras uno hace una pausa para el café.

A los fondos de inversión también les preocupa la gestión que las startups puedan hacer durante 2024 de la cuestión del teletrabajo.

"Hemos observado que el teletrabajo afecta un montón en la rotación de nuestras participadas porque te hace estar menos unido a la compañía. O sea, al final ya solamente trabajas por dinero, desde tu casa tienes menos conexión emocional", explica Álvarez de Toledo. "Si llega otra empresa y te ofrece aunque sean solo 1.000 euros más al año, te vas, porque te da un poco lo mismo".

Por otra parte, el teletrabajo no deja de ser una herramienta más que tienen las startups para seducir al mejor talento. 

En un momento en el que las grandes tecnológicas se encuentran en mitad de traumáticos procesos de despidos colectivos, ofrecer teletrabajo es para muchos una buena manera de quedarse con los mejores de entre quienes están saliendo de gigantes como Google, Meta o Amazon.

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