"No es una crisis puntual, sino una vuelta a la normalidad": así se prepara el ecosistema emprendedor español para el invierno inversor

Crisis en negocios

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  • Los fondos y las startups viven ya tratando de adaptarse a un contexto marcado por la escasa financiación, sobre todo en etapas tardías de inversión.
  • Más que una crisis puntual, son los primeros compases de una nueva realidad en la que el capital riesgo se volverá más prudente.

Hubo un tiempo inmediatamente posterior a los primeros desconfinamientos en que se puso de moda en España un concepto extraño: la nueva normalidad. 

A poco que uno lo pensara, la idea no tenía mucho sentido, pues lo que resulta novedoso adquiere su condición precisamente porque es algo que se sale de la normalidad, de lo esperable. De igual manera, es imposible pensar en una normalidad novedosa por la misma razón por la que no se puede estrenar un coche de segunda mano.

Y sin embargo, ahí la tuvimos, rebotando sin parar de políticos a medios de comunicación, que recogieron la expresión. Esta representaba una manera de advertir de que, hasta que la normalidad de toda la vida volviera, algunos cambios irían para largo.

De manera más o menos análoga, en el mundo de las startups y de los fondos de inversión hay quien prefiere no hablar de crisis, de invierno inversor, de desiertos de financiación ni de otras muchas metáforas apocalípticas.

A ojos de muchos, lo que ha ocurrido es que tras un 2020 y, sobre todo, un 2021 de vino y rosas marcado por el gasto del ahorro embalsado, es decir, todo el dinero que no se invirtió durante la pandemia, ha llegado el momento de apagar la música, acabar con la fiesta y volver a la normalidad.

O a la nueva normalidad, si lo prefieren.

"Es verdad que todo está bastante parado. Hay menos rondas y son más pequeñas, y esto está afectando sobre todo a series B, C, D y superiores [a partir de segunda ronda con producto a la venta]", comienza analizando por teléfono para Business Insider España Aquilino Peña, socio y fundador de Kibo Ventures, uno de los fondos más importantes a nivel europeo.

¿Quiere esto decir que la inversión esté completamente detenida? Pues no, o al menos no necesariamente. 

Emprendedora

"Somos inversores, si vemos una buena oportunidad, la vamos a coger. En series A el dinero se sigue moviendo, aunque es verdad que estamos siendo exigentes porque estamos pidiendo a las empresas que sean rentables o que, por lo menos, estén en camino de serlo", comenta Peña.

Y apostilla: "La innovación no para, los emprendedores siguen haciendo grandes empresas. Más que un invierno, es un retorno a parámetros normales".

Concuerda con él Javier Megias, socio de Plug&Play, uno de los fondos europeos con más solera tras haber conseguido reunir un porfolio con nada menos que una treintena de unicornios.

"En España más o menos estamos en unos 1.600 millones de euros de inversión. Hasta mitad de octubre, esto es un 49% menos que en 2021. La caída ha sido relevante, pero en número de operaciones solo hemos caído un 16%. Esto quiere decir que sigue habiendo rondas, pero más pequeñas", explica Megias.

"Si seguimos buceando, lo que podemos ver es que hay menos megarrondas. Venimos de un momento muy complicado en el que el exceso de mercado sumado a problemas macro y geopolíticos han provocado incertidumbre. Los inversores no quieren gastar, y las empresas no van al mercado porque saben que recibirán valoraciones menores", ahonda el inversor.

Al igual que Peña, cifra el futuro de las startups en su rentabilidad: "No exigimos a las startups que hayan llegado ya a un punto de equilibrio, pero sí que sean capaces de manejar sus recursos de manera eficiente".

Esto ha abierto la puerta a vías de financiación que van más allá de la venta de capital como la deuda con entidades financieras. Para Megias, se trata sin duda de algo positivo.

"Hay que normalizar que una startup no deja de ser una empresa. Igual que el 90% de las empresas tradicionales han necesitado deuda, las startups también la pueden necesitar. El equity [el capital de la compañía] es siempre lo más caro que hay, porque estás dando tu propia empresa, lo mejor que tienes".

¿Hasta cuándo? Los fondos desde luego tienen sus predicciones, pero junto con estas también tienen clara una idea: los días en los que una buena idea sin mucho más sustento podía recibir millones de euros de capital riesgo han pasado, y lo han hecho probablemente para siempre.

"Creemos que en el primer trimestre del año que viene estaremos ya en lo más profundo de la caída, pero no rebotaremos. Hemos vivido una racionalización de un sistema que llegó a ver financiaciones por valor de 50 veces el negocio actual de una empresa. Ahora, hemos vuelto a múltiplos de cinco, seis o siete gracias a tipos de interés más sanos", vaticinan desde Plug&Play.

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Las startups se acostumbran a navegar sin viento

Juan Sureda, CEO de Jobandtalent en Europa.
Juan Sureda, CEO de Jobandtalent en Europa.

BI España

Una de las últimas startups que ha experimentado esta situación es Shakers, una plataforma que pone en contacto empresas con trabajadores autónomos y que recientemente anunció una ronda de financiación de 6 millones de euros. 

La cantidad hubiese resultado modesta de haberse recaudado hace apenas un par de años, en mitad del goteo incesante de financiación, pero en un contexto con escasos movimientos por parte de los fondos, Shakers ha vivido su proceso como un éxito. Uno acorde a los nuevos tiempos que corren: el 70% de la ronda es capital y el 30% restante mezcla deuda e instrumentos alternativos de financiación como los fondos europeos.

"Es verdad que hay menos inversión, pero lo es que en early  [rondas anteriores a las series A] esto puede llegar a ser positivo. Hay fondos que entraban un poco más tarde que ahora se han animado a rebajar sus tickets mínimos", explica a Business Insider España Héctor Mata, co-CEO de Shakers.

La ronda, cuentan desde Shakers, se ha visto marcada por un escrutinio a fondo del capital riesgo. "Volvemos a los fundamentos. Los fondos te preguntan por el negocio, ya no vale solo con presentar un registro de los usuarios que tienes. Quieren empresas que crecen rápido y con un producto que se use mucho".

Como resultado, relata el cofundador, los fondos investigan más: preguntan por el producto, por las oficinas, por las vías de negocios y por los clientes actuales y potenciales en procesos que pueden dilatarse muy facilmente durante bastantes meses.

Mata ve el lado positivo de todo esto: "Terminas conociéndote mejor a ti mismo. También conoces mejor al fondo con el que te vas a casar. Preferimos sentarnos con alguien siete u ocho veces antes que hacerlo solo una".

Hay que tener en cuenta que Shakers es una startup con apenas un lustro de historia que acaba de empezar a navegar, como quien dice. 

El desastre de GoStudent.

Sin embargo, ¿qué ocurre con los transatlánticos? ¿Qué pasa con los grandes unicornios que a estas alturas no tienen ya demasiado que demostrar? ¿Se lo están tomando con la misma filosofía? 

"Todo el entorno emprendedor necesita financiación, y hoy el proceso es complejo y limitado. Aunque debería cambiar en algún momento de 2024, no lo hará en lo que queda de año", reconoce Juan Barbolla, director financiero de Cabify, un unicornio que cerró en 2023 año una ronda de unos 100 millones de euros.

"Lo que tenemos claro es que hay que acertar, no podemos fallar buscando rentabilidad", ahonda el ejecutivo.

En el caso de Cabify, la empresa tiene grabada a fuego una fecha: 2019, el año en el que por primera vez desde su nacimiento alcanzaron el punto de equilibrio financiero, el momento en el que los gastos y los ingresos se igualan en una empresa.

"Desde el campo de las finanzas es fácil pedir que las cuentas estén bien, pero desde el punto de vista de la cultura de la empresa es todo un proceso de adaptación", advierte Barbolla, que sabe que incluso una gran empresa como Cabify deberá recurrir a vías de financiación más allá de vender más capital.

"En nuestra última ronda ya había deuda con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Lo lógico es que haya un poco de todo. Es bueno y es sano explorar otras vías. El BEI demanda retornos más bajos y no exige tanto como el equity".

Hace un diagnóstico parecido Juan Sureda, CEO de Europa de JobandTalent, un unicornio que alcanzó su estatus en 2021 tras levantar una cifra que hoy resulta poco menos que inimaginable: 440 millones de euros en una sola ronda

"Desde este cambio en el mercado, nuestra estrategia en JobandTalent se ha centrado en la rentabilidad y el crecimiento sostenible. Seguiremos operando con un alto nivel de eficiencia y no seremos tan agresivos en el crecimiento como en años anteriores", explica Sureda por correo electrónico a Business Insider España.

Esto, en un contexto en el que el pronóstico sigue siendo de lluvia, aunque con algún rato de sol.

"En los últimos meses hemos observado algunas novedades positivas a escala mundial, con una cantidad significativa de OPV [oferta pública de venta, es decir, salidas a bolsa] tecnológicas de éxito", cuenta Sureda.

"En general, nuestra visión es que durante un periodo prolongado de tiempo, de 6 a 24 meses aproximadamente, el mercado seguirá en una posición de considerable escasez de nuevos fondos e inversiones mientras observa con lupa la rentabilidad de las empresas".

Más que una tendencia, será el símbolo de los nuevos tiempos que corren.

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