Hábitos que debes seguir para estar más concentrado que la mayoría de las personas

Necesitas aprender a estar más concentrado. Te esfuerzas cada día en ello pero al final siempre pasa lo mismo. Llegas con ganas, dispuesto a terminar todo lo tienes que hacer en el menor tiempo posible, pero cuando te quieres dar cuenta has dejado que tus pensamientos te atrapen y has perdido tu progreso.

Desde el móvil al ruido de tu oficina son muchas las interrupciones que te impiden centrarte en tu trabajo cada día. Acabar con las distracciones es difícil pero no imposible. Limitar tus focos de atención y tomarte descansos con cierta frecuencia son asimismo pautas básicas cuando se trata de estar más focalizado.

Alex Mather, sabe muy bien de esto. El periodista y autor de más de 6 libros sobre marca personal, especializado en cómo construir una mente fuerte, ha confesado en Medium las estrategias que ha adquirido durante décadas de procrastinación para lograr ser más efectivo.

Por ejemplo aprender a diferenciar entre estar sobrecargado y abrumado. "Cuando estamos sobrecargados, necesitamos hacer menos. Cuando estamos abrumados, debemos pensar menos y hacer más", desvela. 

Aclarada la diferencia, cuando estés en el segundo punto ayudará preguntarte "cómo puedo hacer más con menos". Una pista, aprender a delegar y priorizar suele funcionar. La tecnología  también ayuda.

No son los únicos hábitos que te harán estar más concentrado que el 98% de las personas, de asegura Mather.

Deja a un lado la multitarea y ten claros cuáles son tus objetivos

Uno de los mitos que el especialista anima a derribar es pensar que la multitarea juega a tu favor. La realidad es que "intentar hacer más de una cosa a la vez disminuye enormemente tu eficacia en cualquier cosa", considera. No se equivoca, si se tiene en cuenta que solo el 2,5% de la población es realmente multitasking. Tus ganas de consultar el correo en mitad de una tarea es más bien falta de concentración a causa de los muchos estímulos que recibes constantemente.

Las personas más productivas suelen gestionar el día con antelación. También tienen todas sus tareas anotadas para mayor efectividad. Por ello, Mather sostiene que escribir tus objetivos todos los días te ayudará a concentrarte. "El acto de escribirlos físicamente, ya sean objetivos de 'proceso' a corto plazo como escribir diariamente o objetivos a largo plazo, los consolida en tu conciencia".

Puedes servirte del "truco de productividad más útil", según Harvard, el timeboxing.  Consta de 3 pasos: volcar todos los pensamientos en algún medio, establece 3 prioridades de cada día para no perder de vista cuáles son las metas más importantes. Por último, programa el día por horas, desde que te despiertas hasta que te acuestas.  

El método ALPEN es una técnica de gestión de tiempo a la que también puedes recurrir. Está diseñada para estructurar de manera óptima tu jornada con el fin de conseguir acabar todo lo que tienes que hacer.

Recuerda por qué estás haciendo lo que estás haciendo

No se puede superar a alguien que se divierte, asegura el autor. Es la razón por la que "las personas más productivas encuentran una manera de disfrutar lo que hacen, pase lo que pase". Siguiendo su consejo, encuentra lo positivo en todo lo que haces. Desde que quitártelo de en medio te liberará a al gusto que una tarea en sí pude proporcionarte.

Tu cuerpo también importa cuando se trata de mantenerte concentrado. Por mucho que lo quieras no podrás hacerlo si no tienes la engergía para ello. A este respecto es frecuente recurrir a estimulantes como el café, pero Mather va más allá y anima a conocer que el término índice glucémico (IG), la velocidad con la que un hidrato puede aumentar la glucosa en sangre tras su ingesta.

"Los alimentos con IG alto, como el pan, el arroz blanco y la bollería industrial, aumentarán la insulina, lo que provocará una caída que acabará con el estado de ánimo", recalca. "Los alimentos con IG bajo te permiten mantener un estado de ánimo estable y multiplicar por 10 tu concentración a lo largo del día".

Por último anima a marcarte una rutina en "función de lo que sirva para ti" e identificar tu propósito. Lo que significa tener claro por qué estás haciendo lo que estás haciendo. "Es menos probable que encuentre excusas con una razón sólida y escrita", puntualiza.