La gasolina y el aceite de oliva prenden fuego a la inflación en septiembre: vuelve a repuntar un 3,5%

Surtidor de gasolina

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  • La inflación repunta un 3,5% en septiembre y alcanza el dato más alto desde abril por el encarecimiento del precio del petróleo.
  • Aunque los alimentos ya no dan la lata como antes, siguen subiendo un 10,5%, con productos que siguen inflamando la cesta de la compra, como el aceite de oliva que sube un 67%.

La gasolina continúa prendiéndole fuego a la cesta de la compra. La inflación ha vuelto a subir en septiembre con un repunte del 3,5%, el dato más alto desde abril, según el Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE.

Ahora que parecía que los precios empezaban a dar tregua al bolsillo de los hogares y empresas...La inflación vuelve a incendiar la economía. El dato de septiembre se trata de un aumento de casi un punto (nueve décimas) respecto a agosto, cuando los precios subieron un 2,6%, y todo por el encarecimiento de los combustibles. Concretamente, la gasolina se disparó un 15,8%.

"Esta evolución es debida, principalmente, al incremento de los precios de la electricidad, que disminuyeron en septiembre de 2022. También cabe destacar, aunque en menor medida, la subida de los carburantes," explica Estadística. 

No es para menos, en verano de 2022 todavía regían algunas de las medidas aprobadas por el Gobierno para aliviar el impacto de la inflación en el bolsillo, como el descuento de 20 céntimos por litro de combustible. Ahora que ya no está en vigor, se nota la diferencia.

Pero no todo son malas noticias. La inflación subyacente empieza a dar tregua en septiembre (aunque muy poquito). La tasa subyacente subió un 5,8%, tres décimas menos que en agosto, cuando se situaba en el 6,1%.

La inflación subyacente mide cuánto se han encarecido de media los productos sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, es decir, es el equivalente de sacar ambos elementos de la cesta de la compra para calcular cuánto más cuesta consumir cada mes.

Aunque los alimentos ya no dan la lata como antes, siguen subiendo un 10,5%, con productos que siguen inflamando la cesta de la compra. Es el caso del aceite de oliva, cuyo precio se disparó un 67%, el azúcar (40,5%), las patatas (20,5%) o el arroz (18,5%).

Junio fue el primer mes en que la inflación daba un respiro. Los precios subieron un 1,9%, el mejor dato desde marzo de 2021. Hacía más de 2 años que no estaba en niveles tan bajos. 

Pero no solo eso. El dato de junio sitúa a España como una rara avis en Europa, la primera economía en alcanzar el objetivo de estabilidad monetaria del Banco Central Europeo (BCE), fijado en el 2%. Mientras en los países del euro los precios superaban el 6%, llegando al 6,4% de Alemania, en España la inflación está 3 veces por debajo.

Ilustración economía euro

Pero los economistas ya habían avisado: la inflación volvería a subir. Y lo hizo en julio, un mes después. Los precios crecieron un 2,3% en julio, con lo que volvía a superarse la cifra mágica del 2%. 

Según el INE, el repunte de precios de julio se debió al encarecimiento de la gasolina, pero también a los paquetes turísticos, cuyo precio se disparó, dejando 2023 como el verano más caro de la historia en España.

Hace un año que la invasión de Ucrania por parte de Rusia dinamitó los precios, llevando la inflación al 9,8% en marzo de 2022, la mayor subida desde 1985.

Que la inflación volviera a tocar techo en los últimos meses también era de esperar por un mero efecto estadístico. Marzo del año pasado fue el primer mes en que empezó a notarse el impacto de la guerra en Ucrania sobre precios, y la inflación se disparó ese mes.

Eso es básicamente lo que arguyen desde el Ministerio de Economía, que señalan que estos datos "reflejan el efecto base de los precios de la electricidad y, en menor medida, en los carburantes".

"En un contexto inflacionario en toda Europa, España se consolida como uno de los países de la zona euro con una menor inflación, tras bajarla casi 5,5 puntos en el último año", añade el Ministerio de Economía.

A partir de entonces, el IPC registrado es el resultado de una comparativa respecto a los precios del año pasado, en máximos en mucho tiempo, por lo que es normal que parezca que la inflación toca techo. Es el denominado efecto escalón.

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