¿Es malo beber café con el estómago vacío? Estos son los riesgos, según la ciencia

Muchas de las personas que no saben empezar el día sin una buena taza de café caliente toman esta bebida con el estómago vacío. ¿Es malo tomar café en ayunas, al menos dos horas antes o después de ingerir cualquier otro alimento?

Efectivamente, el hábito tiene algunas consecuencias para tu salud, tu estado de ánimo o tu estómago. En primer lugar, tus niveles de azúcar en sangre podrían aumentar, algo que no sucede con las personas que desayunaron antes. 

Así lo confirma un pequeño estudio de junio de 2020 publicado en el British Journal of Nutrition. No es moco de pavo teniendo en cuenta que la capacidad del organismo para regular la glucosa en sangre reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como la diabetes. 

El café en ayunas puede provocarte reflujo ácido, ya que al ingerirlo se relaja el esfínter esofágico inferior. El síntoma más común del reflujo ácido es la acidez estomacal, bastante molesta y a menudo percibida como un dolor agudo en el pecho.

Los alimentos de naturaleza ácida, como el café, irritan la mucosa gástrica, incrementando las papeletas de acidez: el pH promedio del café está entre 4.85 y 5.13, según una investigación de Nature. 

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Además, un estudio publicado en Clinical Gastroenterology and Hepatology mostró que quienes sustituyeron dos porciones de café al día por dos porciones de agua experimentaron un riesgo reducido de reflujo ácido. A largo plazo, el problema puede causar esofagitis, dañar el revestimiento del esófago e incrementar el riesgo de cáncer de esta parte del cuerpo.

Para paliar esta consecuencia, come alimentos alcalinos para reducir el nivel de acidez total, como huevos, avena o tostadas de aguacate, tal y como aconsejan desde Livestrong.

Por otro lado, algunas personas pueden sufrir ansiedad al ingerir el café en ayunas. La cafeína se absorbe en un promedio de 45 minutos, y alcanza su punto máximo en el torrente sanguíneo entre 15 minutos y dos horas después del consumo, según la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Si no comes, los efectos se desencadenan más rápido, y puedes sentirte ansioso o nervioso. También depende de la genética: un informe de Coffee & Health destaca que quienes metabolizan la cafeína más rápido sufren menos sus efectos, mientras quienes la procesan más lento experimentan consecuencias más fuertes que duran más tiempo. 

Si tienes ansiedad, sustituye el café por infusiones sin teína, o al menos limita su consumo total a un máximo de 200 miligramos diarios. 

También puedesespaciar la taza de café a lo largo de la mañana —ya que es a las 7:00 cuando el cortisol alcanza su punto máximo—, o tomarlo después de tener comida en el estómago. Es importante beber la suficiente agua, puesto que el café es diurético. Huye del café a partir de media tarde si te afecta mucho, o tu tiempo de sueño podría reducirse con nefastas consecuencias. 

En contrapartida, el café ofrece numerosos beneficios al organismo: aporta antioxidantes, ayuda a quemar grasas, reduce el riesgo de numerosas enfermedades, acelera el metabolismo, mejora la concentración y protege el hígado o el corazón. También es óptimo para domar el apetito si quieres regular tu peso. 

Si el café no te afecta en ayunas y no percibes ninguno de estos efectos, síguelo tomando. Cada persona, cada organismo y cada metabolismo son únicos. Escucha a tu cuerpo, y si percibes que te daña, cambia tus hábitos para poder seguir disfrutando sin peligro de esta bebida tan preciada.