Todas las frutas son saludables, pero estas lo son especialmente para el corazón

Ya lo decía la canción: "Toma mucha fruta, mucha fruta fresca". Es una parte importante de un patrón de alimentación saludable y fuente de muchos nutrientes esenciales, como minerales, vitaminas y antioxidantes. 

Asegurarte al menos 2 piezas al día junto a 3 verduras diferentes es la fórmula mágica de la longevidad, según Harvard. Se asocia con un 13% menos de riesgo de muerte por todas las causas, un 10% menos de riesgo de muerte por cáncer y un 12% menos de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Las frutas cítricas o los frutos del bosque mostraron especialmente estos beneficios.

Las mejores frutas para el corazón

Las fresas, las frambuesas o los arándanos "son ricas en antioxidantes que protegen las células del daño y previenen la formación de coágulos", explica el cardiólogo Luis López. Poseen polifenoles que actúan como potentes antioxidantes. 

La vitamina C es otro de los nutrientes más importantes para el corazón, ya que ayuda a mantener las arterias despejadas y previene las obstrucciones. Según la Fundación Española del Corazón, un nivel alto de vitamina C reduce un 9% las probabilidades de sufrir insuficiencia cardiaca. Se encuentra en grandes cantidades en los cítricos, pero en mayor medida en bayas, kiwi, mango, piña o melón.

Los betacarotenos en el organismo se transforman en vitamina A. "Estos funcionan como antioxidantes en el cuerpo, ayudando a retardar o prevenir la aterosclerosis al reducir la acumulación de placa de colesterol y otras sustancias en las arterias", afirma la Fundación Candiense del Corazón y Derrame Cerebral. El pomelo rosa, el mango o los tomates los aportan. Estos últimos llevan además licopenos. 

Los niveles de lípidos séricos, la inflamación y la presión arterial se ven afectados por este compuesto. Algunas investigaciones sugieren un efecto reductor sobre el colesterol LDL (malo).  Frutas rojas como las guayabas rosadas, los albaricoques, las sandías y los pomelos rosados lo aportan.

Una dieta rica en frutas y verduras eleva las concentraciones de potasio y magnesio, que protegen contra los trastornos del ritmo cardíaco, al tiempo que se reduce la ingesta de sodio cuya asociación con la hipertensión arterial está suficientemente demostrada, enfatiza una investigación recogida por la Fundación Española del Corazón.

Los plátanos rebosan potasio, pero también otras como la papaya, el mango, el kiwi, la naranja, el melón verde y los albaricoques. En cuanto al magnesio puedes encontrarlo en albaricoques, dátiles secos y aguacates.