Combinar la cúrcuma con esta especia consigue que sea 2.000 veces más antiinflamatoria

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Conocida por su color amarillo brillante, la cúrcuma es uno de los condimentos más famosos y utilizados en el Sudeste asiático. Es fuente de proteínas, fibra, niacina, vitamina C,E, K, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. Además, se le atribuyen fantásticas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

Incluir cúrcuma en la dieta para dar sabor, color y alegría a los platos puede ayudar a combatir la inflamación crónica y prevenir los problemas de salud asociados a ella, desde la fatiga al dolor, los trastornos del estado de ánimo, problemas gastrointestinales, artritis o enfermedades cardiovasculares.

Una alimentación antiinflamatoria se fundamenta en alimentos vegetales como frutas y verduras crucíferas, pescado azul, huevos, setas, aceite de oliva, chocolate negro, café, algas, especias y plantas, restando importancia a carnes rojas y alimentos procesados. 

Además, mantener bajos los niveles de estrés, cuidar la higiene del sueño o practicar deporte con regularidad también son esenciales como hábitos de estilo de vida para mantener la inflamación a raya. 

La curcumina, el potente compuesto tras la cúrcuma

Puedes combinar la pimienta y la cúrcuma en platos como el reconfortante curry tailandés.
Puedes combinar la pimienta y la cúrcuma en platos como el reconfortante curry tailandés.

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La curcumina es el compuesto principal de la cúrcuma y responsable de otorgarle sus propiedades antiinflamatorias a esta colorida especia. También ayuda a mejorar la digestión, aumenta la producción de bilis y ayuda al hígado a descomponer las grasas y funcionar correctamente. 

En prometedoras investigaciones se ha evaluado la capacidad del compuesto para combatir afecciones crónicas que van desde la diabetes tipo 2 hasta enfermedades cardíacas, neurodegenerativas, afecciones de las articulaciones y trastornos del estado de ánimo.

El principal problema de la curcumina es que no se absorbe bien por sí sola y se elimina rápidamente del cuerpo, tal y como explican desdeWell and Good. La principal solución es combinar la cúrcuma con su pareja antiinflamatoria perfecta: la pimienta negra, ya que esta aumenta su absorción en un 2000%.

¿Puede matarte una comida demasiado picante?

La especia picante multiplica por 2.000 la escasa biodisponibilidad de la cúrcuma, metabolizada y eliminada a velocidad de vértigo. El principal compuesto de la pimienta es la piperina.

Además, la pimienta negra aporta vitamina A, vitamina C, vitamina K, folato y colina, además de minerales como el potasio, fósforo, magnesio y calcio. Es digestiva, estimula las enzimas del páncreas, te ayuda a quemar grasas y tiene propiedades expectorante y anticancerígenas. También lucha contra el envejecimiento al prevenir la oxidación celular. 

Para aprovechar la combinación de la dupla entre especies, algunas recetas con cúrcuma y pimienta negra pueden ser el curry de legumbres, el tofu marinado, la leche dorada o la coliflor asada. Puedes incluirlas en toda clase de salsas, aliños y preparaciones.

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