Nachos caseros: cómo prepararlos en menos de 5 minutos

Cuando vas a un restaurante tradicional mexicano, lo que te sirven para acompañar esos exquisitos chilaquiles verdes, rojos o negros, o ese sedoso guacamole, o esa salsa de frijoles bayos, no son Doritos.

Los nachos caseros tienen una textura y un sabor mucho mejor que los industriales o de bolsa, y también son más saludables y económicos. Tienen mucha menos sal, y puedes prepararlos por ti mismo en tan solo unos minutos.

A nivel nutricional, los nachos te aportan los nutrientes propios de las harinas de maíz o trigo: hidratos de carbono junto con minerales como calcio, hierro, fibra y magnesio. También cantidades modestas de potasio o fósforo. En cuanto a las vitaminas, te proporcionarán vitamina A, E, B-3 y B-9.

Los nachos son grasos y calóricos, y su consumo debe ser moderado tanto por el sodio como por la fritura. Al tratarse de un alimento frito en aceite —especialmente si este es de girasol—, su aporte calórico resulta elevado. No deberías comerlos a menudo si padeces obesidad, hipertensión, colesterol alto o problemas del corazón.

Lo saludables que sean los nachos depende de con que los combines: un queso fundido de mala calidad, kétchup o carnes procesadas como el beicon son menos sanas que las legumbres, la cebolla, las piparras, el cebollino o el aguacate.

Si optas por comprarlos en el supermercado, fíjate en que los nachos solamente tengan maíz, aceite y sal. Si prefieres prepararlos de forma casera, puedes hacerlo tú mismo en 5 minutos a partir de una tortilla de maíz, o elaborando tú mismo la masa con la harina.

Cómo preparar nachos caseros en menos de 5 minutos

Para hacer unos nachos caseros más saludables que los del supermercado, solamente necesitarás aceite para freír y un paquete de tortillas de maíz, aunque también sirven de trigo, o una mezcla de ambas. 

Con una tijera, córtalas en triangulitos, intentando que queden aproximadamente del mismo tamaño. Calienta una buena capa de aceite de freír en la sartén —procurando que los cubra por completo— y fríe los nachos hasta que estén dorados y crujientes.

Si quieres una segunda versión de nachos más baja en grasa, puedes hacerlos al horno. Para ello, corta cada tortilla en 8 triángulos, píntalos con aceite de oliva virgen extra y deposítalos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando cierta distancia entre ellos. Hornéalos durante unos 15 minutos con el horno precalentado a 175 °C. 

Revisa cómo están: el tiempo de horneado depende del grosor de la tortilla y de la harina: los nachos de maíz tardarán más en estar listos. 

Si quieres una manera original de comer nachos, utiliza recetas como esta sabrosa propuesta de Gipsy Chef que, además, te permitirá aprovechar los restos de queso que tienes muertos de asco en la nevera, dándoles un toque diferente con ayuda de la remolacha. 

Receta de nachos caseros desde cero

La tercera receta de nachos es la más laboriosa, pero seguramente la más exquisita.

Para hacer nachos o totopos caseros para 2 personas deberás mezclar 100 gramos de harina de maíz con una cucharada generosa de harina de trigo, 80 mililitros de agua caliente y sal al gusto.

No eches el agua caliente de golpe, sino poco a poco hasta que la masa sea lisa y fácil de manejar. También puedes tamizar previamente la harina para evitar grumos.

Cuando esté preparada, envuélvela en papel film y guárdala en la nevera durante por lo menos media hora. Puedes amasarla con la Thermomix, a máquina o a mano.

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Extiende la masa hasta que quede lo más fina posible, introduciéndola dos hojas de papel de hornear. A continuación, córtala en triángulos pequeños, calienta el aceite de freír, y antes de que eche humo, fríe tus nachos y totopos caseros hasta que queden dorados. 

Para finalizar, escurre al aceite sobrante disponiéndolos sobre un plato con papel de cocina. No olvides comerlos calentitos. Las hierbas frescas como el cilantro o moler pimienta en grano le darán un toque especial a tus nachos.