Netflix se declara vencedor absoluto de la 'streaming wars' con uno de los mejores resultados trimestrales de su historia

Fotograma de Berlin

TAMARA ARRANZ/NETFLIX

  • Netflix se ha coronado vencedora de la guerra de las plataformas de streaming tras sumar 13 millones de nuevos suscriptores en el último trimestre, su segundo mejor registro después del logrado durante la pandemia.
  • Los resultados de la compañía son muy relevantes a efectos de validar la aceptación de su nuevo modelo de negocio.

Netflix presentó ayer los resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2023 junto a su cierre anual. Los resultados del gigante del streaming se esperaban con particular interés, al tratarse de la compañía mejor protegida contra las inclemencias del clima económico y empresarial vividas el pasado año. Y ha superado todas las expectativas. 

Ayer anunció 13 millones de suscriptores nuevos, su segundo mejor registro después del logrado durante la pandemia, lo que sitúa en 260,28 millones su cifra de suscriptores de pago en todo el mundo. Además, los ingresos en el cuarto trimestre crecieron un 12% interanual, alcanzando los 8.830 millones de dólares. El ingreso neto fue de 938 millones. 

La empresa, coronada como vencedora indiscutible de las guerras del streaming, aborda una etapa decisiva para consolidar su posición en un escenario del negocio directo al consumidor completamente diferente al de hace unos años. Y ayer dejó muy clara cuál va a ser su hoja de ruta para seguir manteniendo la distancia con respecto a la competencia. 

El nuevo escenario 

Los resultados de Netflix son muy relevantes a efectos de validar la aceptación de su nuevo modelo de negocio. 2023 fue el año de la corrección del streaming, en el que las compañías tuvieron que implantar medidas drásticas para satisfacer las exigencias de un Wall Street, que quiere negocios saneados y sostenibles. 

Además, en 2023 el sector tuvo que lidiar con dos huelgas que liberaron una carga de profundidad sobre los contenidos —línea de flotación del negocio— cuyos efectos comenzarán a evidenciarse este año

La competencia de Netflix está en un lugar completamente diferente al que estaba antes y durante la pandemia. Empresas como Disney y Warner Bros. Discovery han cambiado sus aspiraciones y replanteado su posición en la conquista del negocio directo al consumidor. Ya no se trata de llevar a cabo una pelea cuerpo a cuerpo con Netflix, sino de ser competitivos en aquellas áreas en las que tienen mayor solvencia, como la televisión tradicional o los estrenos en salas. 

La publicidad 

A principios de enero, la actual presidenta de publicidad de la compañía, Amy Reinhard, declaraba que el plan con anuncios de Netflix había superado los 23 millones de usuarios activos mensuales. Greg Peter, co-CEO de Netflix, no actualizó ayer esta cifra, pero aseguró que existe mucho terreno para crecer en este ámbito. La ausencia de reacciones negativas a la eliminación del plan básico sin anuncios en algunos territorios durante el cuarto trimestre, además, los ha animado a extender la medida a otros territorios. Canadá y Reino Unido dejarán de ofrecer este plan en primavera. 

Escalar y hacer crecer el negocio publicitario es uno de los grandes objetivos estratégicos de la empresa para 2024. Netflix, de nuevo, se mostró confiada en ser capaz de captar parte del gigantesco mercado publicitario que moviliza la Smart TV, que se estima ronda los 25.000 millones. 

El juego del calamar, dorama de Netflix

"Realmente creo que necesitamos jugar con nuestras fortalezas", aseguró Peters durante la presentación al público de los resultados trimestrales. "Tenemos una audiencia increíblemente comprometida, la más comprometida, que está viendo películas, series y eventos en vivo de relevancia cultural. Eso es un lugar importante para que las marcas estén y es algo que nos diferencia de nuestros competidores". 

Amazon lanzará en breve su propio plan básico con anuncios, que se convertirá en el plan por defecto (exigiendo que los usuarios que no quieran ver publicidad paguen un poco más por su suscripción). Peters aseguró durante la llamada que Netflix se planteó esta misma opción. "Dado nuestro largo historial de no tener anuncios, pensamos que era mejor para nuestros miembros, en lugar de obligarlos a un cambio y darles anuncios, atraerlos al plan con anuncios".

Sin duda, la escala de Prime Video hará que los próximos meses sean clave para comprobar el impacto de otro gigante del streaming en la tarta publicitaria del AVOD. 

Las altas derivadas de las cuentas compartidas

En 2022, Wall Street recibió con optimismo la decisión de comenzar a restringir el uso compartido de cuentas ante el impacto que provocaría en la rentabilidad de las compañías. Los objetivos parecen haberse cumplido, pero ahora la preocupación es otra: cuánto durará esa estela de altas. 

La implantación de la medida, según Netflix, está teniendo un crecimiento orgánico muy saludable y confían que su impacto se extenderá en el tiempo. Según recogen en su carta para los accionistas, "características como la transferencia de perfiles y el pago por compartir cuenta eran funcionalidades muy solicitadas, y muchos millones de nuestros miembros se están aprovechando ahora de ellas".

Ninguna medida, de momento, ha sido tan impopular como para provocar bajas en masa. Según datos de la consultora Ampere difundidos por Business Insider, Netflix cuenta con el churn rate más contenido del mercado y, por tanto, sus fluctuaciones de clientes son menores. 

La estrategia de contenidos 

2023 fue el año en que el negocio del streaming decidió abandonar uno de los mantras que imperó durante la streaming wars: la exclusividad del contenido. Sarandos aprovechó ayer la llamada con sus inversores para animar a las empresas a seguir licenciándoles contenidos. Según el ejecutivo, la escala de su distribución y su sistema de recomendación les permite "agregar un valor único a la propiedad intelectual de los estudios, de una manera en que ellos mismos no pueden". "No siempre, pero a veces sí, y somos los mejores compradores para eso", agregó. 

Sarandos también hizo hincapié en la oportunidad que ofrece este modelo de licencias para dar a conocer programas que están en emisión: "Tenemos un largo historial ayudando a lanzar algunos de los mayores éxitos de la televisión, como Breaking Bad y The Walking Dead. Incluso más recientemente con Schitt's Creek. Debido a nuestras recomendaciones y alcance, podemos resucitar programas como Suits y convertirlos en grandes momentos de la cultura popular, generando también miles de millones de horas de alegría para nuestros miembros". 

"Es importante recordar que los estudios siempre han estado en el negocio de vender su contenido a otros, incluyendo a competidores directos, durante años", añadió el ejecutivo. Todos los expertos coinciden en que la venta de licencias es clave para el negocio, no solo para Netflix. Sin duda permite que la compañía de Los Gatos, California, sea más eficiente en el gasto, pero también aporta salud económica a las distribuidoras y a los negocios televisivos tradicionales. 

En 2024, los contenidos serán otro de los ejes estratégicos de la empresa. Según reza la carta a accionistas, quieren "mejorar el núcleo (series y películas)", mientras amplían su "oferta (juegos, programación en vivo y deportes adyacentes)". 

 

Este año estará marcado por el retorno de programas muy anticipados, como la tercera temporada de Bridgerton o la segunda temporada de El juego del calamar. También llegarán a la plataforma estrenos con los que aspiran a impulsar nuevos fenómenos culturales, como El problema de los tres cuerpos —adaptación de la novela homónima de Cixin Liu, con los creadores de Juego de Tronos al frente— o la serie de acción real Avatar: The Last Airbender

Netflix también declaró ayer que tiene un plan para profundizar su conexión con los fans a través de su marketing, productos de consumo y nuevas experiencias en vivo innovadoras. Parece que el éxito de fórmulas como la del reality show El juego del calamar: El desafío o las renovadas ambiciones en el sector del videojuego están claramente alineadas con esta filosofía. 

Tan solo unas horas antes de que tuviese lugar la llamada con los accionistas, Netflix anunciaba que será el hogar oficial de una de las joyas de la corona de la televisión por cable en Estados Unidos: la WWE (o World Wrestling Entertainment Monday Night Raw). Esta novedad supondrá 52 semanas de programación en directo al año, una oportunidad fantástica para enriquecer su oferta publicitaria, y coloca a Netflix en el espacio de los eventos en directo y los deportes, un área con la que ha flirteado en el pasado, pero en la que se ha implicado de manera más limitada. 

Netflix es el ganador indiscutible de la streaming wars. Pero eso no significa que los retos se hayan terminado. De entrada, la compañía dejó caer ayer que está barajando una posible subida de precios. Lo que todavía está por ver es si esta nueva versión de Netflix es tan a prueba de bombas como lo creen sus CEO. 

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