'Proyect Curiosity', el plan secreto de Amazon para recabar información sobre eBay, Shopify y otros rivales en Estados Unidos

cajas de Amazon

REUTERS/Lucas Jackson

  • De un tiempo a esta parte, Amazon se ha introducido en tantos negocios que en ocasiones es difícil determinar a qué se dedica en realidad la compañía que fue fundada por Jeff Bezos y que actualmente dirige Andy Jassy. 
  • Sin embargo, uno de sus principales sectores de actividad sigue siendo el del comercio. Quizá sea eso lo que ha llevado a Amazon a urdir un plan para proteger su negocio de paquetería.

Durante la presentación de resultados trimestrales de Amazon que tuvo lugar el pasado mes de febrero, el CEO de la empresa, Andy Jassy, celebró que Amazon había registrado durante el año 2023 "una estupenda facturación, unos buenos beneficios de operativa y progresos en el flujo de caja".

Jassy achacó los buenos resultados de la multinacional a un último trimestre del año en el que se lograron "récords en ventas durante Navidades". El CEO de Amazon ligó así la buena salud de las cuentas de su compañía con el buen estado en el que se encontraba su negocio de comercio electrónico. 

Y es que, a pesar de que Amazon ha diversificado mucho su actividad desde que se fundó (la empresa celebra este año su trigésimo aniversario), con propuestas como Amazon Web Services —AWS— o Prime Video, su principal negocio sigue siendo el de la venta de productos a través de su plataforma online. 

Tal es la importancia que tiene este segmento para Amazon, que el gigante de la paquetería habría urdido un plan secreto para intentar protegerlo, defendiéndose así de sus principales competidores en Estados Unidos: eBay, Shopify, Walmart...

Según ha revelado el Wall Street Journal, que ha publicado en exclusiva una investigación en profundidad, el plan se llamó originalmente Project Curiosity ('Proyecto curiosidad') y ha consistido durante años en la infiltración de determinados empleados de la compañía en otras plataformas de venta con el objetivo de recopilar información sobre precios, logística y otras prácticas comerciales.

Amazon

Tal y como ha informado el medio de comunicación estadounidense, la iniciativa surgió en el año 2015, con la fundación de Big River Services International, una empresa que factura alrededor de un millón de dólares al año —unos 937.000 euros— gracias a la venta de productos a través de plataformas como eBay, Shopify, Walmart o Amazon, bajo marcas como Rapid Cascade y Svea Bliss.

"Somos emprendedores, pensadores, comercializadores y creadores", asegura Big River a través de su propia página web. "Nos apasionan los clientes y no nos asusta experimentar". 

Según el Wall Street Journal, esta sociedad se ha dedicado durante casi una década a enviar cajas de zapatos, sillas de playa, camisetas de Marvel y otros artículos a minoristas online de todo EEUU. Lo ha hecho desde un almacén del barrio Denny Triangle de Seattle, ciudad estadounidense en la que también se encuentra la sede central de Amazon

Big River utiliza sus ventas a través de múltiples países para obtener datos de precios, información logística y otros detalles sobre las plataformas de comercio electrónico rivales, operaciones logísticas y servicios de pago. Al menos así lo han declarado personas familiarizadas con esta compañía al Wall Street Journal y documentos corporativos de Big River a los que ha tenido acceso. 

"La evaluación comparativa es una práctica habitual en las empresas. Amazon, como muchos otros retailers, tiene equipos de evaluación comparativa y de experiencia del cliente que llevan a cabo investigaciones sobre las experiencias de los clientes, incluidos nuestros socios vendedores, con el fin de mejorar sus experiencias trabajando con nosotros", ha declarado una portavoz de la compañía, tratando de defenderse de las acusaciones publicadas por el medio de comunicación estadounidense.

Al parecer, la directiva de Big River ha compartido durante años toda esa información con Amazon, que la ha utilizado para tomar decisiones con respecto a su propio negocio.

La investigación publicada por el Wall Street Journal también detalla la forma en la que los miembros del equipo de Big River asistían a las conferencias de vendedores de los competidores de Amazon y se reunían con ellos identificándose únicamente como trabajadores de Big River Services, en lugar de revelar que trabajaban para la empresa dirigida por Andy Jassy. 

Según parece, los empleados de Big River disponían de direcciones de correo electrónico que no eran de Amazon para utilizarlas externamente —en los correos electrónicos con personas de Amazon sí que utilizaban direcciones de Amazon— y tomaron otras medidas extraordinarias para mantener el proyecto en secreto. 

Además, la información que iban recopilando, se la hacían llegar a los ejecutivos de Amazon mediante copias impresas y numeradas, en lugar de enviarlas por correo electrónico. Los que trabajaban en el proyecto ni siquiera debían hablar de la relación internamente con la mayoría de los equipos de Amazon. 

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