¿En qué afectan los Presupuestos a tu día a día? Todo lo que la prórroga deja en el aire: de vivienda a impuestos, pasando por la quita de la deuda a Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

REUTERS/Ana Beltran

  • Un país puede vivir con presupuestos prorrogados; España lo ha hecho hasta en ocho ocasiones. Pero que la economía no se derrumbe no significa que no vaya a haber la congelación de toda una serie de medidas e inversiones.
  • Paradójicamente, la prórroga de presupuestos será positiva para la disciplina fiscal: es más probable que España cumpla con su objetivo de déficit.

Un Gobierno sin presupuestos es tan útil como un coche sin gasolina. La frase la dijo Pedro Sánchez en 2018, ante la incapacidad del Gobierno de Mariano Rajoy de aprobar unas nuevas cuentas públicas. 

Pero las tornas han cambiado. En 2024 es Sánchez quien acaba de renunciar a aprobar los presupuestos después del adelanto electoral en Cataluña. Es cierto que ahora los coches pueden tirar sin gasolina si son eléctricos, así que quizás también los gobiernos puedan hacerlo sin presupuestos. Pero, ¿pueden hacerlo?

La historia dice que sí. De hecho, los presupuestos en sí llevan estando prorrogados desde el 1 de enero. En los últimos 49 años (desde que hay democracia en España), las cuentas públicas han llegado a prorrogarse 8 veces: en 1979, 1983, 1996, 2012, 2017, 2018, 2019 y 2020. El jueves pasado, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo también aseguró que la prórroga no supondría ningún freno o cortapisa para las inversiones comprometidas. 

"Es cierto que un país puede contar con una prórroga presupuestaria y seguir funcionando", reconocen desde Comisiones Obreras (CCOO).

En 2018, por ejemplo, los presupuestos de Cristóbal Montoro (PP) llegaron a mantenerse 2 años en pie, hasta finales de 2020, convirtiéndose en las cuentas más longevas de la democracia. Y el país no se ha caído. Pero que la economía no se derrumbe no significa que no haya medidas paralizadas y ciudadanos perjudicados.

Puede que la noticia de la prórroga presupuestaria suene lejana, que no se note a primera vista ni provoque revuelo en las salas de estar de los hogares españoles, pero eso no significa que no les afecte. "No poder asumir nuevos proyectos de inversión se nota menos en el día a día, pero tiene efectos negativos, porque implica aplazar inversiones que realmente son necesarias", avisa Pedro Aznar, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade.

Entre otras cosas, porque si hay una ley importante, esa es la de presupuestos. "La de Presupuestos es la ley más importante que se aprueba en un año. Al ciudadano la que más le afecta", confirma Carmen López, socia de Analistas Financieros Internacionales (Afi). 

Por ejemplo, con la prórroga de 2018 cayeron medidas previstas para 2019 como la recuperación del subsidio para desempleados mayores de 52 años (que afectó a 114.000 personas en paro), ayudas contra la pobreza infantil, el impuesto a las rentas altas y el tipo mínimo del 15% para grandes empresas, además de inversiones en infraestructuras.

"El impacto global de esta prórroga de presupuestos va a ser la congelación de toda una serie de gastos, de inversión, y también de gasto en consumo público que estaba previsto en el presupuesto", coincide Raymond Torres, director de Coyuntura económica de Funcas. 

Ahora, los presupuestos de 2023, que llevaban prorrogados desde comienzos de año, serán de nuevo la guía de gasto en 2024. Toda partida que el Gobierno hubiera previsto para este año quedará en el limbo, y solo podrá salir adelante mediante Reales Decretos que tendrán que ser aprobados en el Congreso. 

Ilustración de una flecha y una diana de tiro

Fue lo que se hizo durante la pandemia, y también con el paquete anticrisis para aliviar el impacto de la inflación en el bolsillo de hogares y empresas. El problema es que eso significa que el Ejecutivo tendrá que buscar en el Congreso apoyos para cada medida que quiera sacar adelante y, teniendo en cuenta su mayoría parlamentaria, más bien inestable, se antoja una misión difícil donde algunas medidas pueden quedarse por el camino.

"La prórroga del presupuesto no paraliza la administración", matiza Aznar: los funcionarios reciben sus nóminas, el gasto corriente en sanidad, justicia, defensa, se mantiene... Pero lo hace en base a lo que se planificó en el pasado, no al futuro. De manera que limita mucho la capacidad de actuación del gobierno".

De hecho, ni la revalorización de las pensiones, ni la subida de sueldos a empleados públicos, ni la del SMI, ni el ingreso mínimo vital peligran por la prórroga de las cuentas públicas. Es más, añade Raymond, "gracias a los fondos europeos, hay una serie de gastos extra que se podrán desplegar".

Para el ministro Cuerpo, los presupuestos prorrogados tienen crédito presupuestario suficiente como para proceder a la implementación de inversiones y compromisos previstos, y en parte esto es gracias a los fondos europeos.

Efecto colateral positivo sobre el déficit

En un año en el que entran en vigor las reglas de deuda y déficit marcadas por Bruselas, España arriesgaba mucho si no cumplía sus deberes fiscales y se pasaba de la raya a la hora de lanzar partidas de gasto en los presupuestos. Había que terminar el año con el déficit en el 3% o por debajo, o España tendría problemas en Europa.

Pero resulta que la prórroga de presupuestos podría ayudar a reducir el déficit

"Es paradójico, pero la prórroga podría ayudar a reducir el déficit respecto a los presupuestos prorrogados porque hay una serie de gastos, como la inversión prevista en vivienda o en defensa se iban a financiar con los presupuestos, era un gasto adicional de los presupuestos", explica Torres.

"Como es más complicado hacer modificaciones de crédito, gastas menos y la disciplina fiscal es más alta", coincide López. 

Manga ancha gracias a los fondos europeos

El Gobierno tiene más margen de acción que en épocas anteriores. Básicamente por el empujoncito de los fondos europeos

"Esto es algo que el Gobierno previó a principios de año haciendo una instrucción de modificaciones de crédito a fondos Next Generation para maximizar el uso de esos fondos", explica López.

"En comparación con épocas anteriores, el Gobierno dispone de un margen de maniobra adicional con los fondos europeos", confirma Torres: se pueden utilizar las ayudas directas europeas o incluso los préstamos, que contienen un elemento de flexibilidad adicional respecto a las transferencias. 

"Existe margen de maniobra, pero para tener un desembolso adicional hay que poner en marcha una serie de reformas o hitos de inversión y eso es algo complejo en el panorama político actual", añade Torres.

La propia prórroga de presupuestos, observa Aznar, "es una señal de debilidad del gobierno para conseguir acuerdos políticos".

Comparación de barras de tamaño diferente

En el limbo: inversiones en vivienda, defensa, AVE, quitas de deuda...

Lo del coche sin gasolina que decía Sánchez en 2018 tiene parte de verdad, y ahora mismo hay unas cuantas medidas en el limbo debido a la prórroga de presupuestos. "El presupuesto es la herramienta que permite decidir que hay que gastar más en educación, o que debería subirse el gasto en sanidad, o reducir determinados gastos", resume Aznar.

Desde el desarrollo de nuevas líneas AVE previstas para 2024, hasta la inversión en infraestructuras (como la ampliación del Puerto de Valencia), pasando por la ampliación en carreteras. Todas estas medidas quedan en el aire, y podrían (o no) aprobarse mediante reales decreto.

De hecho, ahora mismo hay 9.905 millones de euros de los fondos europeos previstos para este año que habrá que aclarar cómo se van a gastar.

También quedan en stand-by otras medidas que han generado más polémica en los últimos meses, como la transferencia íntegra de competencias de Rodalies a Cataluña o la quita de la deuda acordada con ERC para ganar su apoyo en el pacto de investidura, que contemplaba la condonación parcial de la deuda autonómica, que pasaría a asumir el Estado.

En materia fiscal, los presupuestos iban a hacer permanentes otros dos impuestos polémicos, el de la banca y las energéticas, que además incluían algunas mejoras: "Los presupuestos de 2024 incorporaban una perpetuación del impuesto especial a las energéticas y a la banca y también la posibilidad de deducir algunas inversiones que tuvieran que ver con la transición energética", observa Torres.

En vivienda, donde el Gobierno se había comprometido a una movilización histórica de oferta para ampliar el parque de vivienda social, habrá que ver de qué manera lo saca adelante para cumplir con la meta de 184.000 viviendas.

En Defensa se había comprometido a incrementar el presupuesto para alcanzar el 1,3% del PIB. "Vamos a implementar la estrategia industrial de la Defensa", avanzó la ministra del ramo, Margarita Robles, hace unos meses. Una estrategia que pretendía dotar de mayor autonomía al sector en un momento clave a nivel geopolítico.

La prórroga también deja en el aire la entrada del Gobierno en Telefónica a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). Los Presupuestos de 2024 los que iban a incluir una transferencia a la Sepi para consumar su entrada en el 10% de la teleco.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, accediendo al Congreso de los Diputados.

Tampoco se sabe nada de la ampliación en el mínimo exento del IRPF para evitar que quienes cobren el salario mínimo o menos tuvieran que soportar el impuesto. Este cambio sobre las retenciones en el IRPF implicaba una modificación a través de los presupuestos generales del Estado de 2024, así que ahora queda en el aire cómo se hará.

La prórroga de presupuestos también supondrá un retraso de las entregas a cuenta previstas para las comunidades autónomas. La Junta de Andalucía lo cifra en 150 millones de euros al mes, Valencia en 994 millones, Aragón en 30 millones y Canarias en 280 millones, según informa El Mundo.

"La prórroga tiene un efecto claro, y es que ralentiza la capacidad de poder hacer cosas. El Gobierno tendrá que ir jugando todo el año con modificaciones para ir adaptándose", añade López.

Puede que los ciudadanos no noten mucho la diferencia. Pero, como explica López, "si el Gobierno fuera a implementar una política nueva, ahora no lo podrá hacer tan fácilmente". Como si un coche tuviera gasolina, pero no la suficiente como para emprender un nuevo viaje.

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