Descubre la verdad: ¿Es más sano comer fritos si los haces en la freidora sin aceite?

La freidora de aire es el electrodoméstico de moda. Quién no querría un aparato que le permite cocinar patatas fritas sin apenas aceite. Pero ¿significa eso que puedes abusar de la fritura más de lo que se recomienda? 

¿Es la freidora de aire el método más saludable para cocinar? ¿Con qué frecuencia deberías usarla? Los especialistas en nutrición tienen algunas cosas que decir al respecto.

Cómo funciona una freidora de aire

A estas alturas pocos serán los que desconozcan cómo funciona una freidora de aire. Esta aúna lo mejor de la freidora y el horno en un mismo aparato.

Contiene una cesta donde se colocan los alimentos. Pero en lugar de sumergirlos en una piscina de aceite burbujeante solo se requiere una cucharada de aceite. La comida se cocina, entonces, gracias a corrientes de aire muy caliente, de manera similar a como hace un horno de convección. Cero misterio.

El resultado es una textura crujiente por fuera algo similar a la fritura pero sin el exceso de grasa que le suele acompañar. También algo menos de gasto energético que al encender el horno. —Las freidoras de aire más pequeñas rondan los 700 W, mientras que las más grandes llegan a los 2.000 W. En cambio los hornos eléctricos suelen consumir entre 2.000 W y 5.000 W—.

Cómo repercute eso en los alimentos

Cocinar sin apenas aceite se notará en las calorías que te aporten tus platos. En torno a uno 30% menos estiman los nutricionistas. Mientras que 100 g de patatas fritas hechas en una freidora convencional suponen unas 285 calorías, las cocinadas en la "freidora" alrededor de 200 calorías.

Esto claramente puede ser una ventaja a la hora de controlar tu peso. Aunque es necesario recalcar que lo de freír sin aceite es un oximorón. Vamos que el resultado en la Air Fryer no será tan delicioso.

“Si tuviéramos que hacer un ranking de métodos de cocinado, es probable que el más saludable fuera el cocinado al vapor y, ‘el menos bueno’, la fritura; sobre todo porque en este último pueden generarse compuestos indeseables si no tenemos cuidado”, indica en Consumer Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos.

Con esto último Lureña se refiere a la acrilamida y otras sustancias tóxicas que se generan como productos de la reacción de Maillard (PRM), las cuales se forman cuando los alimentos se calientan a temperaturas elevadas. 

En la reacción de Maillard, el proceso químico que hace que los alimentos se doren al cocinarse, los azúcares, incluyendo la glucosa, la fructosa y la lactosa, reaccionan con los aminoácidos libres que hay en los alimentos. Estos dan a los alimentos sus colores, aromas y sabores apetitosos, pero se cree que son altamente perjudiciales.

La acrilamida, que se encuentra también en el humo del tabaco, supone alrededor de un tercio de las calorías que consume el europeo medio. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer cataloga la acrilamida como "probablemente cancerígena".

Si bien los ciétificos aún lo están evaluando, los estudios hasta ahora parecen sugerir que en comparación con la fritura normal (180°C-6 min), la fritura al aire disminuye el contenido de acrilamida. 

También han detectado que este modo de cocinar produce niveles más altos de almidón de digestión lenta y más bajos de almidón resistente, "lo que podría contribuir a niveles más equilibrados de azúcar en sangre después del consumo", recoge una investigación.

Incluso siendo más saludable no deberías abusar de la freidora de aire

Aunque los alimentos fritos al aire pueden ser más saludables que los fritos de forma convencional, esto no te da carta blanca para alimentarte a base de ellos.

Por un lado, aunque conllevan menos niveles, siguen aportando sustancias tóxicas que deben limitarse en la dieta por sus posibles consecuencias en la salud. 

Como sostiene la asociación británica del corazón, la freidora de aire puede ser una buena forma de cocinar alimentos saludables como pescado, pollo sin cobertura, y verduras. Pero, aunque sean menos calóricos, las patas fritas, el beicon o los nuggets siguen siendo alimentos poco nutritivos que deben consumirse con moderación.

"Para una persona que come según un modelo de inspiración mediterránea (colorido, predominantemente vegetal, que incluye una buena porción de frutas y verduras frescas de temporada, a menudo crudas, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos), que se mueve a diario y toma descansos durante el día para regular el estrés o las emociones incómodas, comer ocasionalmente “patatas fritas” representará poco riesgo para tu salud”, resume la nutricionista Charles Brumauld, nutricionista especialista en conducta alimentaria. O dicho de otra forma, como en casi todo, moderación.