Ultrarricos del sector 'tech' que intentan vivir eternamente esperan nueva munición: píldoras antienvejecimiento de última generación

Hilary Brueck,Lakshmi Varanasi
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Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, incluye metformina en su rutina antienvejecimiento
Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, incluye metformina en su rutina antienvejecimientoAFP via Getty Images; Getty Images
  • Los ejecutivos del sector tecnológico recurren a fármacos como la metformina y la rapamicina para retrasar el envejecimiento.
  • Estos fármacos controlan las "células zombis", que pueden contribuir a las enfermedades relacionadas con la edad.
  • Nuevos fármacos podrían eliminar del organismo las células zombi dañinas, aunque la investigación todavía está en curso.

Sam Altman, CEO de OpenAI, de 38 años, es uno de los líderes tecnológicos con más curiosidad por descubrir los secretos del antienvejecimiento

Este ejecutivo tecnológico de ChatGPT —cuya empresa tiene un valor cercano a los 30.000 millones de dólares (28.000 millones de euros)— es vegetariano, hace ejercicio con regularidad y toma metformina, un medicamento barato para la diabetes que ha sido adoptado por los biohackers con la esperanza de prolongar su esperanza de vida.

 

La metformina forma parte de una clase de fármacos milagrosos llamados senomórficos, píldoras prometedoras para domar las células envejecidas, conocidas como células senescentes. Se trata de células del organismo que han dejado de multiplicarse, pero no mueren, lo que les ha valido el apodo de "células zombis".

La rapamicina es otro fármaco antiguo que los científicos están estudiando por sus efectos sobre las células zombis. Pero aún no está claro si es seguro atacarlas y eliminarlas.

Las células zombi pueden causar estragos en los cuerpos envejecidos 

Las células zombis son únicas en el organismo: Aunque ya no se dividen como las células normales, siguen activas, liberando moléculas que pueden desencadenar la inflamación, un fenómeno detrás de numerosas enfermedades crónicas.

Es importante destacar que este tipo de células no es intrínsecamente malo; algunas células senescentes actúan como mecanismos de defensa críticos contra el cáncer, y también pueden contribuir a la correcta cicatrización de heridas, e incluso ayudar al desarrollo embrionario. 

Pero a medida que envejecemos, estas células zombis se acumulan en el cuerpo y sus secreciones pueden empezar a contribuir a una serie de enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiopatías, el alzhéimer, la artritis y los problemas pulmonares y renales. 

Por ello, estas células están desde hace tiempo en la diana de los investigadores, que creen que eliminarlas —de forma muy selectiva— podría ser una nueva forma de ralentizar el envejecimiento. 

Algún día, los fármacos podrán eliminar por completo las células zombis del organismo

Además de reutilizar fármacos antiguos como la metformina y la rapamicina que frenan la secreción de células zombi, los científicos también están trabajando en la reutilización de otros fármacos existentes en nuevas combinaciones de fármacos denominadas senolíticos, para eliminar algunas células zombi del organismo. 

El doctor James Kirkland, investigador de células zombi antienvejecimiento en la Clínica Mayo, ha probado un fármaco contra el cáncer llamado dasatinib junto con un compuesto vegetal llamado quercetina en ratones y (en algunos ensayos muy pequeños) en personas, tal y como explica el experto a Business Insider.

Los ratones tratados con esta combinación de fármacos vivieron más tiempo y con mejor salud, según revela este estudio. Y las personas con una enfermedad pulmonar relacionada con la edad que probaron la combinación durante un periodo de 3 semanas podían caminar más rápido y levantarse de una silla con más facilidad al finalizar el periodo de estudio. 

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Pero la combinación necesita muchas más pruebas y ensayos clínicos antes de que pueda considerarse segura y apta para todo el mundo.

"Estos fármacos no son algo que deba tomar el público en general", afirma Kirkland. "No están pensados para la prevención. Para lo que los usamos es para afecciones muy graves". Tiene esperanzas de que "en los próximos 5 años algunas de estas cosas puedan funcionar para algunas afecciones", como los cánceres intratables, incluido el glioblastoma

Para los mortales comunes, el doctor Kirkland apunta que "cosas como el ejercicio y la dieta también pueden reducir la carga de células senescentes". "El problema es que la gente no lo hará", señala. "Va a tener que llegar un punto en el que se elijan las intervenciones adecuadas para la persona adecuada, utilizando las directrices adecuadas".

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