La SEPI avanza en su inversión en Telefónica y ya supera el 6% de sus acciones

Telefónica ha soplado las velas de su reciente centenario con un regalo de un viejo conocido: el Estado español, su viejo propietario, que ya es su segundo accionista y que ahora ha ampliado su participación.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, SEPI, ha anunciado que ha aumentado su control accionarial en Telefónica y que ya ha superado el 6% de su capital social, como ha informado la entidad en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Esta compra de acciones se hizo efectiva el pasado 24 de abril y persigue el objetivo, anunciado en diciembre por el Consejo de Ministros, de alcanzar de 10% de inversión en Telefónica para fomentar su "estabilidad accionarial" tras la llegada de la inversión de la saudí STC y proteger una empresa que se considera clave para los intereses estratégicos del país.

Aunque aún está a la espera de recibir la autorización del Gobierno español, Saudi Telecom Company se hizo con el 9,9% de los títulos del operador, como se conoció en septiembre del año pasado, y con ello se convirtió en su principal accionista, no sin antes desatar un terremoto con implicaciones geopolíticas complejas.

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Antes de su anuncio de este viernes, la SEPI ya había entrado en el accionariado de la principal teleco en ingresos de España, primero con la compra de un 3% en marzo, mientras que su participación se extendió al 5% hace menos de dos semanas, a mediados de abril.

Al superar el 6% del capital social de Telefónica, la SEPI se afianza como el segundo mayor inversor en Telefónica por delante de Caixabank Criteria —que también ha subido recientemente su huella, hasta el 5%— y solo por detrás de STC y su 9,9%, que aún tiene que ser aprobado por los reguladores.

De momento, la inversión total que ha hecho el Estado español en Telefónica, empresa pública desde 1924 hasta su privatización en 1997, ha sido de unos 1.500 millones de euros, como ha informado Cinco Días.

La SEPI esperaba gastar aproximadamente 2.000 millones de euros en su reentrada a Telefónica con el 10% de sus acciones, con un precio medio de 3,9185 euros por acción, como ha informado a los reguladores estadounidenses de la SEC.