Soy azafata a tiempo parcial: compaginar los vuelos con mi otro trabajo es más cómodo de lo que pensaba

Este artículo se basa en la transcripción de una conversación con Arta Uma Upmale, de 26 años, gestora de redes sociales y azafata a tiempo parcial en airBaltic, la aerolínea más importante de Letonia. El texto se ha editado por razones de extensión y claridad.

Empecé a trabajar en airBaltic en 2021 como gestora de redes sociales. Me encantaba mi trabajo, y todavía se puso mejor: tuve la oportunidad de convertirme en auxiliar de vuelo a tiempo parcial.

Cuando se levantaron las restricciones por la pandemia y el transporte aéreo volvió a la normalidad, airBaltic necesitaba más personal de vuelo, así que puso en marcha su programa "Office in the Sky". Este programa permite a los oficinistas de la empresa recibir formación como tripulantes de cabina y hacer turnos de vuelo un par de veces al mes, en paralelo a sus trabajos a tiempo completo.

Solía ponerme nerviosa ante la perspectiva de volar, pero acabé apuntándome. Lo vi como una oportunidad de obtener unos ingresos extra, facilitados y respaldados por mi empresa. Tenía curiosidad por saber cómo era el trabajo de tripulante de cabina. También quería saber cómo era la formación, que pensé que sería divertida.

Me seleccionaron para seguir la instrucción tras pasar los controles de salud y las pruebas psicológicas.

No tenía ni idea de lo extensa que es la formación para convertirse en tripulante de cabina

Tanto si eres tripulante de cabina a tiempo completo como si lo eres a tiempo parcial, no hay atajos. Nos enseñaron los entresijos del avión y cómo manejar todas las situaciones y escenarios que pueden darse a bordo: desde pasajeros descontentos hasta primeros auxilios y aterrizajes de emergencia.

Tuvimos que leer cientos de páginas de material de formación y manuales. Hubo docenas de pruebas y ejercicios prácticos. Una vez tuvimos que representar una misión de rescate de pasajeros tras un aterrizaje de emergencia en el agua. Nos tiraron a una piscina con los chalecos salvavidas puestos mientras olas artificiales nos zarandeaban y sonaba de fondo el sonido de un helicóptero.

Pasé tres tardes a la semana y uno de cada dos sábados en el centro de formación durante cuatro meses. Fue agotador, pero interesante. AirBaltic también me pagó un estipendio además de mi sueldo durante todo ese tiempo, lo que fue una motivación extra para seguir adelante.

Cuando terminó la formación, tuve que hacer varios vuelos de entrenamiento y pasar un control de línea. Un control de línea consiste en un instructor de tripulación de cabina que observa el trabajo del aprendiz durante un vuelo antes de que pueda empezar a realizar sus deberes en un caso real.

Empecé a formarme en octubre de 2022 e hice mi primer turno en abril de 2023.

Ahora casi siempre vuelo dos veces al mes y hasta cuatro veces en temporada alta. Ya no tengo ansiedad al volar: sé cómo funciona el avión, así que cada pequeño sonido, pitido o chirrido, tiene todo el sentido para mí.

Es divertido ser parte de la tripulación de cabina, pero mi prioridad es mi trabajo en la oficina

Compaginar los vuelos con el trabajo de oficina implica una planificación estratégica. Hago turnos a primera hora de la mañana, por la tarde y los fines de semana para no perder ninguno de mis compromisos en mi trabajo a tiempo completo.

Por ejemplo, un vuelo rápido a las 6 de la mañana de Riga a Helsinki y viceversa significa que he terminado a las 10 de la mañana y puedo volver a la oficina para cumplir con mi jornada laboral.

Los fines de semana prefiero vuelos más largos. Mi favorito es Lisboa, que está a 4 ½ horas de vuelo de Riga. Me lo paso bien compartiendo consejos de viaje con los pasajeros y anotando ideas para mis futuros viajes personales.

Vuelos más largos también equivalen a ingresos más altos. Los turnos de vuelo se pagan por horas. Como empleado de airBaltic, me pagan las horas extraordinarias.

Si tengo tiempo libre en los vuelos, trabajo en mis tareas habituales como gestora de redes sociales. Hablo con compañeros y pasajeros para inspirarme, hago fotos y vídeos y redacto posts. En los vuelos largos, suelo tener más tiempo para hacerlo. Un trabajo como tripulante de cabina a tiempo parcial me viene al dedo.

Desde que terminé la formación, este trabajo no me ha robado mucho tiempo libre. Es bastante predecible: mientras no interfiera con mis tareas de oficina, sé que tendré al menos dos turnos al mes. Además, este puesto se adapta bien a mí: tengo don de gentes y me gusta atender a los pasajeros.

Por otro lado, ser auxiliar de vuelo no es para ti si no te gusta trabajar con gente. Este trabajo requiere grandes dotes de comunicación y empatía. Y tienes que estar preparado para una formación interminable, pruebas y controles de línea para cumplir los requisitos de seguridad del sector. A algunos les puede resultar pesado.

En mi caso, este trabajo también me obliga a ser muy flexible si quiero turnos extra. Puede que me llamen durante el día para cubrir uno esa misma tarde, sin casi tiempo para pensármelo.

Compaginar la asistencia de vuelo con otro trabajo es más realista de lo que pensaba

Puede que el programa "Office in the Sky" sea exclusivo de airBaltic, pero la flexibilidad al ser tripulante de cabina es universal. Tengo colegas que trabajan como tripulantes de cabina a tiempo completo y compaginan su trabajo con el de arquitectos, fisioterapeutas y entrenadores personales.

Un trabajo de tripulante de cabina puede ser tan flexible o fijo como quieras, dependiendo del tipo de turno que elijas. Si te gusta viajar mientras ejerces otra profesión, pasar a formar parte de una tripulación de cabina es una forma de hacerlo.