Cómo una brigada de élite de marines rusos fue maltratada repetidamente en Ucrania y se convirtió en un emblema de los fracasos de la invasión

Guerra entre Rusia y Ucrania.

Robyn Phelps/Insider

  • Una brigada de élite del ejército ruso se convierte en sombra de lo que fue tras sufrir graves derrotas en Ucrania.
  • La reputación de la Brigada 155 se ha visto gravemente afectada, incluso por la disidencia abierta entre sus filas.
  • Los críticos también la acusan de crímenes de guerra, y actualmente depende de nuevos reclutas con suministros limitados.
Análisis Faldón

La Brigada 155 de Infantería Naval de la Flota del Pacífico está considerada una de las mejores de Rusia. Fue una de las unidades de élite que capturaron rápidamente la capital de Ucrania, Kiev, en los primeros embates de la invasión en febrero de 2022.

Pero un año después, su reputación está por los suelos tras repetidas derrotas en el campo de batalla, acusaciones de crímenes de guerra, mala planificación, refuerzos mal entrenados y una abierta insubordinación de sus marines.

En el último año, los combates de esta brigada en puntos clave de la guerra, se han convertido en algunos de los momentos más bajos de Rusia en la guerra. Bucha, Irpín, Pavlivka o Vuhledar; todos vieron a la 155 en acción.

"Les han dado por el culo una y otra vez", cuenta a Business Insider William Alberque, que dirige el programa de control de armas del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

En muchos sentidos, el recorrido de la 155 es un reflejo de las actuaciones de los militares rusos, que entraron en Ucrania buscando una victoria rápida, pero han acabado sufriendo reveses de lo más embarazosos.

Una carrera demasiado confiada hacia Kiev

La Brigada 155 entró en la guerra con un estatus de élite, según comenta Pavel Baev, un experto militar ruso en el Centro Brookings sobre Estados Unidos y Europa y en el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, en una entrevista con Business Insider.

La brigada forma parte de la infantería naval, el equivalente ruso de los marines estadounidenses. Baev explica que se supone que sus miembros están mejor entrenados y son más profesionales que otros del ejército ruso, más dependientes de nuevos reclutas.

Pero Baev afirma que su "estatus de élite" desapareció después de que las fuerzas rusas no consiguieran tomar la capital ucraniana, Kiev, en las primeras semanas de la guerra. Rusia esperaba tomar Kiev en sólo 2 días, según los servicios de inteligencia estadounidenses. Pero en vez de eso, se vio obligada a alejarse de la capital y centrarse en el este del país.

Al parecer, la 155 se retiró a la vecina Bielorrusia en abril, tras el fracaso de la operación de Kiev. Más tarde reapareció en el este de Ucrania, donde sufrió más derrotas y humillaciones.

Acusaciones de crímenes de guerra

Aunque sólo formaba parte de una ofensiva más amplia, la Brigada 155 ha sido acusada de algunos de los crímenes de guerra más destacados del conflicto. Al comienzo de la invasión, representantes del gobierno ucraniano encontraron fosas comunes en la ciudad de Bucha y sus alrededores tras la retirada de las tropas rusas.

Los investigadores descubrieron algunos cadáveres con las manos atadas a la espalda y heridas de bala en la cabeza. Oleksii Arestovych, asesor del presidente de Ucrania, declaró en abril que entre los responsables había miembros de la Brigada 155.

El sacerdote ortodoxo Andriy Galavin bendice los restos de los asesinados en Bucha, Ucrania, durante la ocupación rusa.
El sacerdote ortodoxo Andriy Galavin bendice los restos de los asesinados en Bucha, Ucrania, durante la ocupación rusa.

Mykhaylo Palinchak/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

Los investigadores siguen explorando Bucha y la responsabilidad que la Brigada 155 puede haber tenido en las atrocidades cometidas allí, pero el año pasado dijeron que había pruebas que demostraban que las fuerzas rusas "llevaron a cabo asesinatos selectivos y organizados de civiles en Bucha".

Bucha (Ucrania), tras paso de tropas rusas

Aun así, días antes de que las fuerzas rusas se retiraran de la ciudad, el presidente ruso Vladímir Putin rindió homenaje a los miembros de esta brigada, concediéndoles un nuevo título honorífico y elogiando su heroísmo y valentía.

Alberque, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, comenta que esa respuesta va en contra de lo que la mayoría de los observadores habrían esperado, es decir, que se les retiraran los honores en lugar de concederles otros nuevos "por el tipo de fallos que se ven aquí".

Amargos combates en frentes de batalla clave

Rusia no ha enviado a la brigada de marines a Ucrania como una gran formación única, según el Ministerio de Defensa británico, sino que ha adscrito sus unidades individuales a otras partes del ejército. "En ese papel, se le han encomendado algunas de las misiones tácticas más duras de la guerra y ha sufrido un número de bajas extremadamente elevado", declaraba el Ministerio de Defensa.

Se cree que la brigada sufrió muchas bajas en la campaña de toma de Kiev. Y más tarde, en las intensas batallas del este de Ucrania, parece haber sucedido exactamente lo mismo.

En enero, la brigada se unió a una batalla que duró varios meses por la disputada ciudad de Vuhledar.

Allí, uno de sus marines declaró a 7x7, una página web de noticias independiente rusa, que unas 500 personas de la brigada habían muerto en cuestión de semanas, según The Moscow Times. En una de sus compañías sobrevivieron únicamente 8 personas, según comentó.

El marine también dijo que los comandantes trataban a los supervivientes como desertores.

Un oficial ucraniano declaró a Politico que la brigada contaba con unos 5.000 efectivos cuando comenzó a combatir cerca de Vuhledar, y que allí fue derrotada casi por completo, con gran parte de la tropa muerta, herida o hecha prisionera.

De ser cierto, eso implicaría que la brigada estaba ahora concentrada en gran medida en un frente de batalla.

Y a finales de febrero, el Ministerio de Defensa británico compartió imágenes por satélite que parecían mostrar 10 vehículos blindados destruidos cerca de Vuhledar. El Ministerio de Defensa declaró que "probablemente" los restos pertenecían a la Brigada 155.

Tareas equivocadas

Alberque dice que los problemas de la brigada podrían deberse en parte a la incorrecta asignación de tareas, sobre todo al principio de la invasión, cuando aún se trataba de una fuerza de combate altamente entrenada.

"Estos chicos reciben una formación muy especializada en submarinismo y cosas por el estilo", comenta, refiriéndose a las funciones tradicionales de los marines de apoyo a la acción en y alrededor del agua.

"Darles un fusil y meterlos en el bosque no tiene mucho sentido", opina Alberque.

Alberque también atribuye cierta responsabilidad a las motivaciones de los comandantes.

Cree que la marina era querida en Rusia como un símbolo visible de poder, y por eso la infantería naval quiere participar de alguna manera en las mayores batallas de la guerra.

Una bandera de Ucrania sobre los escombros.

"Por un lado, el comandante de la unidad quiere asegurarse de que participan en cualquier asalto de alto perfil y quiere presentarse voluntario para cualquier cosa. Pero, por otro lado, estas tropas no han sido entrenadas para eso", señala.

A medida que se prolongaban los combates y morían más marines, los militares rusos seguían reforzando la 155 con nuevos reclutas, lo que trajo sus propios problemas.

El momento del aficionado

La brigada parece haberse mantenido activa gracias a los nuevos reclutas, aunque las nuevas incorporaciones traen muchos inconvenientes. 

Los desertores rusos y los servicios de inteligencia occidentales han afirmado en repetidas ocasiones que las tropas rusas más recientes, especialmente las reclutadas durante una llamada a filas masiva en octubre, reciben poca formación y un equipamiento deficiente.

Soldados ucranianos en una trinchera del frente de Vuhledar, 5 de enero de 2023.
Soldados ucranianos en una trinchera del frente de Vuhledar, 5 de enero de 2023.

Diego Herrera Carcedo/Getty Images

En uno de los ataques a finales del año pasado en Pavlivka, los marines de la Brigada 155 describían una fuerza agotada e inexperta.

Varios de ellos declararon al New York Times el año pasado que habían sido desplegados con fusiles de 50 años de antigüedad, casi sin comida, y que apenas sabían lo que hacían. Algunos habían sido camareros, camioneros y trabajadores de fábricas hasta apenas unas semanas antes.

También contaron al NYT que sus comandantes les aseguraron que no verían mucho combate, precisamente porque estaban muy verdes. Muchos murieron en lo un marine describió como la "destrucción del pueblo ruso por sus propios comandantes".

Las bajas de la brigada han sido tan elevadas que el ejército ha tenido que reponerla hasta 8 veces, según el Instituto para el Estudio de la Guerra de Washington DC.

Pero cada incorporación de nuevos reclutas diluye la capacidad de la brigada de combatir a un alto nivel. Esta es probablemente una de las razones de las pérdidas sufridas en Vuhledar, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Baev dice que muchas de las nuevas tropas "ni siquiera pueden considerarse marines", mientras que Alberque describe el nivel de reposición de personal como "extraordinario", con efectos debilitantes en los supervivientes menos entrenados.

"Eso tiene que destruir tu moral por fuerza. Aquí estás, en lo que consideras una división de élite, y están reuniendo reclutas, dándoles una formación mínima y señalándoles el camino", reflexiona Alberque.

Lukas y Tobias, dos voluntarios alemanes, llegan a la ciudad de Leópolis, poco más de una semana después de que comenzara la invasión rusa de Ucrania.

La ira se desborda en público

Tal vez como consecuencia de ello, los infantes de marina de la Brigada 155 dieron el raro paso de criticar abiertamente a sus líderes. Los blogueros militares rusos informaron en noviembre de que los miembros de la brigada escribieron una carta al gobernador de su provincia natal, diciendo que habían sufrido bajas enormes e "inútiles".

La carta obligó al Ministerio de Defensa ruso a desmentirlo públicamente en un comunicado (algo poco habitual), en el que rebatió las elevadas cifras de bajas y afirmó que la 155 no había sufrido "pérdidas significativas".

En febrero, Putin dijo en la televisión estatal rusa que la "infantería naval está trabajando como debe en este momento" y que las flotas del Pacífico y del Norte estaban "luchando heroicamente".

Sin embargo, a principios de este mes, Ucrania señaló que los comandantes de la brigada se negaban a combatir cerca de la ciudad de Vuhledar.

Vista aérea de Vuhledar, escenario de intensos combates en la región ucraniana de Donetsk, el 10 de febrero de 2023.
Vista aérea de Vuhledar, escenario de intensos combates en la región ucraniana de Donetsk, el 10 de febrero de 2023.

AP Photo/Libkos

Abatido, pero no eliminado

El Ministerio de Defensa del Reino Unido declaró el mes pasado que, aunque la 155 está considerada como una brigada de élite, sus capacidades "casi con toda seguridad se han degradado significativamente" en el transcurso de la guerra.

Aun así, como los combates no han cesado en Ucrania, especialmente en torno a puntos calientes como Vuhledar, es muy probable que brigadas como esta sigan desempeñando un papel relevante a pesar de sus derrotas en el campo de batalla y la pérdida de reputación. "La debacle de Vuhledar no es el final de la Brigada 155", afirma Baev, el experto del Brookings Center.

Comenta también que las palabras de Putin el mes pasado sobre el buen trabajo de la infantería naval "tienen la intención de reconstruir la unidad lo más rápido posible". Pero, añade, "la calidad de los nuevos refuerzos, sin embargo, muy probablemente seguirá siendo pobre, por lo que su preparación real para el combate no puede ser restaurada al nivel de preguerra."

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