Pequeños asesinos: los microplásticos en las arterias se asocian con un riesgo 5 veces más alto de ictus, infarto y muerte

Microplásticos

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  • Científicos de Napoles examinan placas de grasa de los vasos sanguíneos de pacientes con enfermedades arteriales y descubren que más de la mitad tenía depósitos contaminados con microplásticos.
  • Los pacientes cuyas placas contenían microplásticos o nanoplásticos tenían casi cinco veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral, un ataque cardíaco o muerte por cualquier causa en los siguientes 34 meses.

Los microplásticos —cuyos efectos para la salud son todavía grandes desconocidos para la ciencia— asoman, como el lobo del famoso cuento infantil, cada vez más "la patita". 

Ya se han hallado estas diminutas partículas en lugares recónditos del organismo humano como la sangre, la placenta, la leche materna o la parte más honda de los pulmones. En la naturaleza, ya están en las nubes, en la remota Antártida o en la cima del Everest, por poner varios ejemplos.

Esta semana, un nuevo estudio ha visto la luz, arrojando otro peligro potencial de la contaminación plástica. Como describe The Guardian, científicos de Nápoles han hallado un riesgo sustancialmente mayor de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte prematura en personas cuyos vasos sanguíneos estaban contaminados con plásticos microscópicos.

El hallazgo llegó tras el examen de las placas de grasa extraídas de los vasos sanguíneos de pacientes con enfermedades arteriales y descubrieron que más de la mitad tenían depósitos contaminados con pequeñas partículas de polietileno o cloruro de polivinilo (PVC).

Las personas cuyas placas contenían microplásticos o nanoplásticos tenían casi cinco veces más probabilidades de sufrir un ictus, infarto o muerte por cualquier causa durante los siguientes 34 meses, en comparación con aquellos cuyas placas estaban libres de estas nocivas partículas.

Los hallazgos establecen una correlación —una comparación de dos factores dentro de una población—, y no pueden determinar causalidad, por lo que no puede afirmarse que las partículas de plástico provoquen accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos, aunque otros estudios en animales y células humanas sugieren que las partículas pueden ser las culpables.

 

La idea de la investigación surgió tras percibir un incremento de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en pacientes normalmente considerados de bajo riesgo. Dado que la contaminación plástica provoca inflamación, se preguntaron si podría dañar los vasos sanguíneos.

Publicado en New England Journal of Medicine, el estudio abarcó el análisis de placas de grasa extraídas de 304 pacientes con aterosclerosis que afectaba a las arterias carótidas, los vasos sanguíneos que suministran sangre al cuello, la cara y el cerebro. La enfermedad provoca una acumulación de placa en las arterias, elevando el riesgo de derrame cerebral.

Las placas se pueden eliminar mediante un procedimiento llamado endarterectomía carotídea.

Las pruebas de laboratorio en las placas revelaron la presencia de polietileno en 150 pacientes y cloruro de polivinilo en 31, además de signos de inflamación. Bajo el microscopio electrónico aparecieron extrañas protuberancias irregulares en los depósitos de grasa, la mayoría inferiores a una milésima de milímetro de ancho.

Tras la extirpación de las placas carotídeas, se hizo un seguimiento de 257 de los pacientes durante un promedio de 34 meses: los que tenían microplásticos se enfrentaban a 4,5 veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco, o de morir por cualquier causa, que aquellos sin contaminación en la sangre. 

Aunque falta mucha investigación por delante, los hallazgos pueden explicar lo que se conoce como "riesgo cardiovascular residual", donde entre el 20% y el 30% de los pacientes que han sido tratados por factores de riesgo comunes, como presión arterial alta y diabetes, todavía sufren ictus e infartos.

En todo caso, el estudio demanda más atención y análisis sobre la relación entre las toxinas microplásticas y la aterosclerosis. Y la única solución, como habrás adivinado, es eliminar o reducirr el plástico de una forma radical en nuestro planeta.

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