4 pasos que sigo para controlar mis gastos mientras la inflación lo encarece todo

Jennifer Streaks
| Traducido por: 
Una mujer compra en el supermercado.

Getty Images

  • De un año para otro, no podemos mantener nuestro estilo de vida al mismo precio.
  • Pequeños ajustes podrían aliviar tus gastos mensuales, sin privarte de las cosas que realmente te aportan bienestar. 

Con 50 euros ahora mismo, voy al supermercado y compro... ¿cinco artículos? 

La inflación parecía que estaba bajando lentamente antes de verano, pero los precios volvieron a repuntar en julio. En septiembre registramos el dato más alto desde abril. Y, según los economistas, todavía queda esperar un estancamiento económico para finales de 2023

¿Qué significa esto para ti y para mí? Como ya sabemos, la inflación se ha traducido en un aumento de los costes de consumo: precios más altos de los alimentos, la gasolina —que ha sido la principal culpable de la escalada del último mes— y otros bienes y servicios del día a día. 

Con este indicador, son muchos los que cada vez les cuesta más llegar a fin de mes. 

 

La mayoría de ellos presupone que, como soy una periodista especializada en el sector financiero, no tengo que hacer ajustes en mis gastos mensuales, pero eso no es cierto. 

Aquí hay, por ejemplo, cuatro pasos que sigo en cada compra para poder aprovechar cada euro que me gasto: 

1. Pensar primero en lo que necesito en vez de en lo que quiero

Si has seguido mis consejos sobre finanzas personales, todo empieza y termina con tu presupuesto. Y ahora no es muy diferente.

Me senté con mi presupuesto y, literalmente, cogí un bolígrafo y taché los artículos que me gustaban, pero que no necesitaba.

Todo se redujo a una evaluación de necesidades frente a deseos. Por ejemplo, tenía dos abonos de gimnasio, uno para un club de remo y otro para un club de kickboxing. Decidí que me gustaba más el kickboxing y cancelé mi suscripción al club de remo.

2. Comprar en rebajas y buscar descuentos

Ahora no compro nada sin mirar si está rebajado, ya sean alimentos, ropa o artículos para el hogar.

También aprovecho membresías como la de Costco, donde puedo comprar productos a granel y repostar en gasolineras por menos que en la competencia. Soy miembro desde hace mucho tiempo del programa de fidelidad Marriott Bonvoy, por ejemplo, y cuando viajo me ofrecen precios más bajos en habitaciones y mejoras de categoría.

3. Recortar gastos que ni siquiera me aportan beneficios

Tienes que saber en qué gastas tu dinero. Cuando me senté a revisar mi presupuesto, encontré varias cosas que ni siquiera sabía que estaba pagando. Tuve que mirar mis suscripciones mensuales: Netflix, HULU, Apple TV+. Incluso tenía el paquete de Disney.

Pero lo peor fue una suscripción de entrega de comida a domicilio de Hello Fresh —¡y yo ni siquiera cocinaba!—. Me encontraba la comida en el fondo de la nevera, estropeada. Lo que pasa con este tipo de pagos es que se hacen de forma automática todos los meses, así que es bastante fácil olvidarse de ellos.

Ni siquiera sabía cuánto costaba cada una. Cancelé varias de esas suscripciones y ahora ese dinero se queda en mi cuenta corriente.

4. Deja margen para pequeños derroches

Se puede ahorrar dinero sin privarse del disfrute. Las personas que tienen un presupuesto demasiado estricto suelen acabar gastando más de la cuenta. Yo siempre dejo un hueco en el presupuesto para mi abono al gimnasio, salir una vez al mes con los amigos e ir a la peluquería mensualmente.

Las cosas que te ahorran tiempo o te dan tranquilidad merecen la pena.

Ahora mismo, todos tenemos que ajustar nuestro estilo de vida —yo incluida—. Si estás intentando llevar el mismo estilo de vida que el año pasado, seguro que estás pagando más por lo mismo.

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