5 alimentos que pueden volverse peligrosos y enfermarte si no los almacenas adecuadamente

Alacena

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  • El almacenamiento de la comida es imprescindible para reducir con creces el riesgo de contaminación bacteriana e intoxicaciones alimentarias.
  • Algunos alimentos siembran dudas y seguramente los estés guardando mal, desde las conservas caseras de hortalizas a cereales como el arroz.
Primero en Upday Cintillo

Según el informe de zoonosis de la Unión Europea One Health, correspondiente al año 2021, publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y realizado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), la mayoría de los brotes de origen alimentario (773) fueron causados por salmonela (19,3% del total).

La campilobacteriosis sigue siendo la zoonosis notificada con mayor frecuencia, y el número de casos notificados va en aumento a 127.840, siendo las carnes de pollo y pavo fueron la fuente más común. La salmonelosis fue la segunda enfermedad zoonótica más notificada y afectó a 60.050 personas en la UE. 

Las siguientes enfermedades más frecuentes fueron yersiniosis (6.789 casos), las infecciones causadas por E. coli (6.084 casos) y las listeriosis (2.183 casos).

 

Una de las mejores maneras de evitar la contaminación cruzada y de reducir las posibilidades de padecer una intoxicación alimentaria es almacenar los alimentos de un mejor modo, aprendiendo a saber cuáles deben ir a la nevera y cuáles a la despensa, así como teniendo especial cuidado a la hora de manipular embutidos, huevos, marisco o carne cruda.

Los expertos de TK Home Solutions señalan 4 medidas estrella para la prevención de intoxicaciones: lavar bien los alimentos, las manos y los utensilios de cocina; separar tablas de cortar y cuchillos para diferentes alimentos; cocinar los alimentos a más de 75 °C durante al menos 2 minutos, y refrigerar los alimentos comprados en una o 2 horas.

No obstante, hay alimentos poco conocidos —o incluso sorprendentes— que pueden enfermarte si no los almacenas bien. Anótalos para no llevarte un disgusto. 

1. Ajo casero en aceite

Ajos en aceite

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Como tubérculo, el ajo es susceptible a las esporas de la bacteria clostridium botulinum, que se encuentran comúnmente en el suelo. Inofensivas cuando hay oxígeno, prosperan en condiciones sin oxígeno. El ajo almacenado en aceite a temperatura ambiente sienta las condiciones propicias para el botulismo: baja acidez, oxígeno no disponible en el aceite y temperaturas cálidas.

Tal y como recoge Food.info, en la primavera del 2003, hubo en Dinamarca un caso de botulismo causado por el consumo de ajos enlatados con aceite. Un hombre de 30 años de edad ingirió 4 piezas y cayó muy enfermo, aunque sobrevivió tras 14 días de enfermedad. 

2. Conservas caseras

conservas

Debes tener especial cuidado con los alimentos enlatados o fermentados en casa: desde la web de Higiene Ambiental destacan que el botulismo en España se asocia principalmente a las conservas caseras, ya que su forma principal es de transmisión alimentaria, debido a un procesado incorrecto que no destruye las esporas y permiten la formación de las toxinas.

Para reducir el riesgo y hacer conservas caseras de forma segura, utiliza alimentos frescos y lavados con agua potable, desinféctalos con lejía apta para ello, utiliza tarros resistentes de cristal o acero inoxidable, acidifícalos adecuadamente y sigue esta guía del Ministerio de Consumo. Los más peligrosos son los alimentos poco ácidos como espárragos, remolacha, judías o maíz.

3. Arroz crudo

Arroz

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Aunque no lo creas, el arroz es uno de los alimentos con mayor riesgo de intoxicación alimentaria: puede contener unas esporas llamadas Bacillus Cereus que se reproducen con la humedad, desarrollando toxinas causantes de vómitos y diarrea

El consejo más importante para evitar problemas con el arroz es transferirlo a un recipiente hermético y almacenarlo en un lugar fresco y seco, lejos de cualquier foco de humedad. Ten cuidado con el arroz cocido: debes guardarlo siempre refrigerado y consumirlo en un plazo máximo de 3 o 4 días.

4. Fruta y verdura fresca

Las frutas con menos calorías

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades subrayan que la fruta y verdura cruda pueden contener microbios dañinos, como Salmonella, E. coli y Listeria. Las más seguras son las cocinadas, seguidas de las lavadas, que debes poner bajo el agua corriente aunque no vayas a consumir la cáscara. 

Ten mucho cuidado con la fruta que ya viene cortada del supermercado, como las sandías y los melones, ya que su manipulación y su cultivo en climas cálidos y húmedos puede favorecer la contaminación bacteriana. 

Atún y otros pescados azules

Atún y otros pescados

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Desde la web de la Comunidad de Madrid advierten del peligro de almacenar mal pescados como el atún, puesto que se puede producir la Intoxicación histamínica por consumo de pescado. La prevención en el comercio minorista, en la restauración y en el hogar es la medida más eficaz para evitar el riesgo.

La conservación inadecuada y la falta de higiene en pescados azules de las familias Scombridae, Clupeidae, Engraulidae, Coryfenidae, Pomatomidae y Scombresosidae —como el atún, el bonito, la caballa, el arenque o las sardinas— son los principales factores. Se recomienda usar bolsas isotérmicas en la compra, refrigerar inmediatamente y comprarlo cuanto antes. 

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