Soy un planificador financiero: estos son los cinco hábitos que tienen todos mis clientes ricos

Anthony Carlton
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El autor, Anthony Carlton, planificador financiero.

Cortesía Anthony Carlton

  • La fortuna de mis clientes más ricos no depende de sus puestos de trabajo. 
  • Estos son los cinco hábitos que comparten todos y que les ayudan a construir una fortuna para el futuro.

Construir una fortuna tiene poco que ver con el puesto de trabajo que ocupas. Algunas de las personas más ricas que conozco han dejado la universidad, son maestros y profesionales sin pretensiones que llevan una vida modesta. Pero basta con echar un vistazo a sus cuentas bancarias para darse cuenta de que algo están haciendo bien.

Lo que resulta confuso es que muchas de las personas que uno supone ricas —médicos, abogados y ejecutivos— gastan su dinero y se endeudan jugando a compararse con sus iguales.

Entonces, ¿cuál es el secreto para crear un fortuna?

Tus hábitos. Todos mis clientes más ricos comparten 5 hábitos para hacer dinero.

1. Establecen objetivos financieros claros

La mente es una herramienta poderosa. Cuando tienes claro lo que buscas, cuándo lo quieres y tienes un fuerte "por qué" detrás de tu objetivo, tu cerebro no puede resistirse. Le has dado un objetivo concreto en torno al cual optimizar tus acciones.

Y para mis clientes más ricos, el objetivo es sólo el punto de partida. Después de decidir lo que quieren, establecen sistemas repetibles que alinean sus acciones con sus objetivos. Esto es lo que impulsa el progreso real.

Así que, la próxima vez que te marques un objetivo financiero —ahorrar 20.000 euros para la entrada de una casa, por ejemplo—, no te limites a fijarlo. Define las acciones semanales o mensuales necesarias para alcanzarlo. En este caso, podría ser una transferencia mensual de 1.000 euros a una cuenta de ahorro de alto rendimiento que hayas etiquetado como "Futura compra de vivienda".

2. Invierten todos los meses sin falta

No se puede crear riqueza sin invertir. Los ricos lo saben, y por eso utilizan sus ingresos para comprar activos que se revaloricen, como acciones e inmuebles.

También saben que invertir no es sincronizar el mercado. Eso ha demostrado ser una tontería para los inversores a largo plazo con un horizonte de una década o más, que resulta ser la mayoría de los que queremos jubilarnos algún día.

 

Mis clientes más ricos saben que invertir consiste en pasar mucho tiempo en el mercado. En lugar de captar las subidas y bajadas aleatorias del mercado en el momento perfecto, simplemente invierten la misma cantidad de euros en un calendario establecido. Como un reloj.

Al convertir la inversión en un hábito (con la ayuda de transferencias automáticas cada mes), mis clientes evitan errores muy caros, como perderse los días de mejores resultados en bolsa y perder años de rendimientos compuestos. Esta estrategia se llama dollar-cost-averaging —coste-promedio-de dólares—, y es algo que cualquiera puede hacer.

3. Se preparan para lo peor

Crear riqueza es una cosa. Mantenerla es otra. Mis clientes más ricos nunca dejan esto último al azar. En lugar de eso, planifican de forma proactiva para cuando ocurren las desgracias.

Tanto si se trata de una urgencia médica, como de una caída del mercado, de llevar al peludo al veterinario o de cambiar alguna pieza de la casa que resulte terriblemente cara, hay formas de protegerse de la ruina financiera

Éstas son las estrategias a prueba de desastres más comunes que utilizan mis clientes:

  • Disponer de un fondo de emergencia equivalente a seis meses de ingresos
  • Investigar y elegir el plan de seguro médico adecuado
  • Proteger sus ingresos con un seguro de invalidez
  • Proteger a su familia con un seguro de vida
  • Proteger su legado con un plan de sucesión

Sin la parte de "protección" de su plan, es demasiado fácil echar por tierra sus objetivos financieros cuando surja una sorpresa inevitable.

4. Diversifican sus ingresos

Hablando de protección, mis clientes más ricos entienden el poder de la diversificación. Sí, con sus inversiones, pero sobre todo con sus ingresos.

Piensa por un momento: si sólo tienes una fuente de ingresos, que para la mayoría de nosotros es un sueldo, todo tu futuro financiero depende de tu capacidad para mantener esos ingresos. En el momento en el que pierdas tu sueldo, habrás pasado de la bonanza a la quiebra.

 

Pero esto no es algo que teman los ricos. Si pierden una fuente de ingresos por sorpresa, como una recesión, tienen otras cuatro o cinco que les ayudan a pagar las facturas, seguir ahorrando para la jubilación y evitar retroceder en sus objetivos.

Los flujos de ingresos adicionales más comunes entre mis clientes incluyen:

  • Poseer activos que produzcan ingresos, como acciones, bonos e inmuebles
  • Convertir su experiencia en un negocio de consultoría o coaching
  • Crear un negocio secundario escalable a través de la escritura, libros electrónicos y cursos
  • Aprovechar su red para encontrar grandes negocios en los que invertir

5. Invierten en ayuda profesional

El último hábito que comparten mis clientes más ricos no es una sorpresa. Cuando necesitan ayuda, o simplemente les falta tiempo para hacer algo por sí mismos, invierten en asesoramiento profesional. Esto es especialmente cierto en el caso de sus finanzas personales.

En lugar de hacer ellos mismos cosas como la inversión, los impuestos, los seguros y las decisiones financieras importantes, entienden el valor de asociarse con un asesor financiero para poner todas las piezas en su sitio.

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