Cómo afecta a tu rendimiento y recuperación tomarte una caña después de entrenar

camarera poniendo una cerveza, bar
  • Tomarse unas cervezas tras entrenar con los compañeros de ejercicio es un hábito bastante común que puede volver un acto social tu esfuerzo físico.
  • ¿Pero como afecta el alcohol a tu entrenamiento? Si estás muy preocupado por los resultados entonces no es lo más conveniente que darle a tu cuerpo tras ejercitarlo.

¿Después de la bici o una buena sesión de gimnasio nada mejor que una cañita con los compañeros? Pues entonces, cuidado. Escudarse en el ejercicio podría estar haciéndote más laxo frente al alcohol. De hechos, varias investigaciones de los últimos años han revelado que las personas que se ejercitan de forma frecuente tienden a beber más.

Llegados a este punto todo el mundo sabe que el alcohol, cuando no es con moderación poco hará por tu salud. El hígado metaboliza esta sustancia, viéndose muy afectado con el tiempo. Incrementa  varios tipos de cáncer como el de colon y mama. Para alguno científicos, una única copa vale para dañar tu cerebro

Pero, qué pasa en lo relativo a la actividad física, ¿el alcohol es malo para el rendimiento y la recuperación? Los estudios son escasos y en ocasiones contradictorios. Aunque de manera general apuntan a que las consecuencias se dejan notar sobre todo en el ejercicio de fuerza. Perjudica el rendimiento principalmente debido a los efectos sobre la función metabólica, cardiovascular y termorreguladora. 

Calorías vacías y deshidrata

Beber puede comprometer el cuerpo que intentas obtener con tu entrenamiento. El alcohol es una fuente importante de energía, proporcionando alrededor de 7 calorías vacías por gramo. Es decir que carecen de nutrientes almacenándose como grasa corporal. 

Tampoco es la mejor opción a la hora de rehidratarse tras el esfuerzo físico

Las consecuencias de una inadecuada hidratación tras la actividad físicas pueden ser muy peligrosas para la salud. Las bebidas que se recomiendan en estos casos deben conseguir una rápida absorción de agua y electrolitos, además de prevenir la fatiga. 

Y la cerveza no sirve para ello, ni siquiera la versión isotónica que llegó a existir, como advirtió entonces la Sociedad Española de Medicina del Deporte. El alcohol es un conocido diurético. Por ello una revisión de 2021 aconseja que si se va a tomar cerveza tras entrenar, se combine con una opción sin alcohol para limitar el aumento de micción. También es vasodilatador, lo que exacerba aún más la deshidratación.

El alcohol puede empeorar la recuperación

El consumo de alcohol inhibe el papel del calcio dentro del músculo esquelético , lo que conduce entre otras cosas a la disminución de la producción de fuerza.

Además, el consumo de alcohol puede comprometer la integridad de las células del músculo esquelético, lo que resulta en un mayor aumento de la creatina quinasa , que es un marcador de daño muscular, explica un completo artículo al respecto.

La resíntesis de las reservas de glucógeno en el hígado y el músculo es uno de los objetivos clave de los atletas tras un entrenamiento o competición intensivos. Aunque buena parte de las pruebas disponibles proceden de estudios más antiguos realizados con modelos animales, estos demuestran que la síntesis de glucógeno tanto en el hígado como en el músculo esquelético oxidativo se ve alterada en presencia incluso de niveles relativamente bajos de etanol.

Alimentos imprescindibles que debes comer después de entrenar para recuperarte y ganar músculo

El efecto de beber tras el entrenamiento también es perjudicial para la síntesis de proteínas. Este es el proceso de las células que producen proteínas y es muy importante para el crecimiento y la recuperación muscular. 

El consumo de alcohol parece alterar este proceso de recuperación muscular después del ejercicio. "Pero el alcohol reduce la formación de músculo, el crecimiento de masa muscular y la regeneración de tejido también a nivel de articulaciones y cartílago", matiza el experto en nutrición deportiva y entrenador personal Ismael Galancho.

Si no quieres ver alterado este proceso pospón tu ingesta al menos 48 horas tras entrenar, tiempo que dura la síntesis proteica muscular inducida por el entrenamiento de fuerza, explica el especialista en La voz de la salud.

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