Cómo mantenerte sano y evitar los mareos en tu próximo crucero

Tras mucho tiempo esperando esas ansiadas vacaciones, una de las peores cosas que podrían pasarte (además de que tu vuelo se retrase o sea cancelado) es que un problema de salud arruine ese deseado descanso.

Si tus próximas vacaciones van a ser en alta mar y quieres evitar pasar por la sala de espera del centro médico del crucero que hayas reservado, sigue estos consejos para prevenir los problemas más comunes a bordo de un barco de la mano de New York Post.

Nunca está de más ir preparado de casa con algunos básicos, por lo que no olvides meter en la maleta de tu crucero un botiquín con algunos indispensables, incluyendo crema solar, una crema aftersun, alguna tirita ante posibles rozaduras en las excursiones y si eres un crucerista primerizo y no sabes si eres propenso al mareo es conveniente llevar algún remedio frente a ello.

Siempre por las escaleras

Si no piensas moverte de la hamaca de la piscina y ya tienes echado el ojo a la sección de postres del bufé, la regla de oro de los expertos cruceristas es evitar el ascensor (que muchas veces tardan en llegar por la alta demanda) y optar siempre por las escaleras. 

No solo harás ejercicio, sino que evitarás que los ascensores llenos de pasajeros paren en cada planta. 

Mantente hidratado (no, el alcohol no cuenta)

Agua, agua y más agua. Si no te mantienes hidratado pronto notarás en tu cuerpo los efectos de las horas bajo el sol y divirtiéndote en la piscina. La mejor manera de asegurarte que siempre tienes agua a mano es llevando tu propia botella reutilizable.

Y ni se te ocurra pensar que el paquete de bebidas alcohólicas que has contratado vale para hidratarse. ¡Ni mucho menos! Las variedad de cócteles es muy tentadora cuando se está de vacaciones, pero en ningún momento pueden ser sustitutivos del agua. 

Evita los tacones altos

Un pequeño resbalón en las escaleras, un momentáneo balanceo del barco demasiado brusco... Aunque te resulte habitual llevar tacones de aguja, hacerlo en un barco puede ser bastante incómodo y llevar a un pequeño accidente que acabe en torcedura de tobillo y destroce tus vacaciones.

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Si no quieres renunciar al conjunto que habías preparado para la noche de gala, valora meter en la maleta unos zapatos con los que tampoco renuncies a la comodidad (recuerda que el prim er objetivo era no coger el ascensor).

Apúntate a las clases deportivas

En tu primer día de crucero podrás ver que los amantes del deporte ya han hecho su primera visita al gimnasio del barco mientras que tú sigues valorando cuál será la primera piscina que utilices. 

Si no te atrae mucho la idea de usar las máquinas –pese a las impresionantes vistas de muchas de las salas de fitness de los cruceros–, echa un vistazo a la programación de actividades, seguro que algo te convence entre las clases de pilates, yoga o incluso aquagym que suelen ofrecerse en estos grandes buques.

No limites tu alimentación a la oferta del bufé 

El bufé es tentador y no hace falta que lo destierres por completo, pero hay que saber controlarse si no quieres acabar en el médico por empacho o dolor de barriga.

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Aunque ya has pagado por ello, no te olvides de que son muchos días a bordo y que siempre hay opciones saludables tanto en el bufé como en el resto de restaurantes de especialidades que hay a bordo de los cruceros.

Evita los mareos y las náuseas 

Navegar puede convertirse en una pesadilla para muchos cuando el barco comienza a balancearse suavemente por el vaivén de las olas del mar.

La cinetosis es un efecto producido por el movimiento cuyos efectos son mareos, náuseas o vómitos. En definitiva, un malestar físico generalizado que puede arruinar tus preciadas vacaciones por muchos cruceros que hayas hecho antes.

Desde SamBoat, empresa de alquiler de barcos para particulares, brindan algunos consejos para evitar los mareos.

Uno de ellos, al igual que pasa cuando vas montado en un coche, es que evites fijar la vista en pantallas o lecturas y mires al horizonte. 

También recomiendan viajar con gafas de sol para reducir la estimulación visual, ya que cuando estamos navegando los sentidos pueden presentar conflictos entre sí: mientras el oído interno da señales al cerebro de que la persona se está moviendo y que existe una sensación de velocidad, los ojos registran lo contrario. Estas señales ambiguas hacen que el sistema nervioso central se confunda y se produzca un desajuste, causando así el malestar.

Si sabes que eres propenso a los mareos, consulta a tu farmacéutico acerca de qué medicamentos pueden ayudarte a prevenirlos, como la Biodramina. También puedes usar remedios naturales como el jengibre –ya sea en infusión, pastillas o masticándolo directamente– o la piel de la manzana verde, que cuenta con una sustancia ácida que también ayuda a prevenir los mareos.

Además, y si estás a tiempo, lo mejor es que reserves una cabina en la parte delantera o en el medio, cerca del nivel del agua para evitar notar ese movimiento del barco.