¿Cómo saber si tienes que ir al psicólogo? Síntomas que indican que necesitas ayuda

Mucho se está hablando en los últimos tiempos (probablemente aún menos de lo necesario) de la salud mental: porque no, ir al psicólogo no es de locos. 

Ha sido tanta la infravaloración histórica de la salud mental, que muchas de las personas que se plantean ahora ir al psicólogo por primera vez se encuentran con un sinfín de dudas. 

Para intentar resolver algunas de ellas, Business Insider España ha hablado con el psicólogo y sexólogo José Martín del Pliego, que actualmente es responsable del Área de Psicología del Centro  Médico Los Tilos (Segovia) y delegado de la Escuela Oficial de Hipnosis de Castilla y León. 

¿Cuándo hay que ir al psicólogo?

La primera pregunta es obvia: ¿qué síntomas me indican que debo ir al psicólogo? 

El profesional señala que, aunque hay muchas personas que acuden a consulta solo con la intención de mejorar algunas áreas de su vida, "cuando realmente se hace necesaria la intervención es cuando la sintomatología que sufrimos supera nuestra capacidad de afrontamiento, generando mucho sufrimiento e impidiendo que podamos llevar una vida ajustada en lo personal, familiar o profesional".

Los efectos de los derivados de ansiedad o los trastornos de estado de ánimo son buenos ejemplos, indica el psicólogo, "si no puedo regular mi conducta, es decir, que me dejo llevar por mis impulsos, adicciones o pensamientos y pierdo el control sobre mí mismo, es otra buena razón para ponerme en tratamiento". 

También, concreta, "si aquello que me ocurre genera sufrimiento en la pareja, familia o personas de mi entorno".

Si te encuentras muy desajustado, advierte, "puedes ser incapaz de medir las consecuencias de tus actos, poniéndote a ti mismo en problemas o a los que te rodean. Como muchos sabrán, es muy difícil convivir con personas con problemas de salud mental".

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Las personas que te rodean pueden jugar un papel clave. Para Martín del Pliego, "como mamíferos gregarios que somos, necesitamos la presencia del otro para que nos ayude y nos calme. Siempre estará bien que puedas contar a alguien tus problemas, que esté para ti en ese momento, que te preste la atención que necesitas". 

Hacerlo, explica el psicólogo, "te va a servir para desahogarte y para sentirte entendido. Lo que no creo que sea muy adecuado es hablar de lo que te pasa con mucha gente; cada uno te va a dar su opinión o punto de vista y te vas a confundir aún más, generando más barullo o ruido en tu mente". 

Además, agrega, "nos puede pasar que cansemos a los que nos rodean porque no estén preparados para escucharnos y nos terminen evitando, o simplemente ignorando, cuando tratamos de compartir lo que nos pasa. Es importante, en ese sentido, que tengamos claro con quién podemos hablar y con quién no".

¿Ir al psicólogo o al psiquiatra?

Una vez que ya tienes claro que necesitas ayudas, o que te han convencido de que ir al psicólogo funciona, es muy probable que te surja otra disyuntiva: ¿psicólogo o psiquiatra?

El doctor asegura que es habitual hacer compatibles los dos tipos de tratamientos, dependiendo del motivo de consulta.

"Hay mucha riqueza en los métodos de trabajo que usamos los psicólogos. Cada orientación o escuela psicológica utiliza sus propios procedimientos para acceder al problema del paciente, empleando sus  herramientas terapéuticas para así buscar el tratamiento más adecuado", explica.

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Según el enfoque que le esté dando el psicólogo, anota, "ayudaremos a la persona de maneras distintas a trabajar con sus problemas emocionales, conductuales o de salud mental. En mi caso, por ejemplo, trato de trabajar en nuestra potente parte inconsciente".

El psiquiatra, apunta, "es un médico que está especializado en el área de la salud mental y cuyos abordajes suelen ser, habitualmente, más farmacológicos. Se centran más en el funcionamiento fisiológico de nuestro sistema nervioso".

¿Cómo elegir el psicólogo que más te conviene?

Vas a ir al psicólogo, ¿qué haces, buscas en Google, preguntas a un amigo, entras en el primer portal en el que veas la placa de uno? También puedes ir a la Seguridad Social, donde la profesionalidad es máxima, pero los huecos para citas mínimos. 

Cuando vas a ir al psicólogo por primera vez, la clave, comenta Martín del Pliego, "es saber qué aspectos son los que necesito sanar. Si tengo que trabajar una parte antigua con dolor, que suele tener un origen infantil o adolescente, el cual sigue afectándonos en nuestra vida de adulto; o simplemente solucionar un área concreta que genera ciertas dificultades".

De cualquier manera, aconseja, "busca un profesional que trabaje con frecuencia tu área de consulta, que sepa de lo que le estés hablando y pueda ofrecerte una terapia adecuada".

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Es común, advierte, "recibir pacientes que han estado con muchos psicólogos sin poder solucionar sus problemas. Eso crea la percepción de que 'nadie puede ayudarme' y 'no tengo solución', generando frustración y percepción de indefensión".

Por eso, la elección debe ser adecuada. Puedes consultar a personas con tu mismo problema o los propios colegios profesionales de cada comunidad, te pueden dar datos del profesional que se ajuste a lo que necesites, recomienda el psicólogo.

Aunque, hace hincapié, "el psicólogo que es bueno para tu amigo, o para tu hijo, no tiene por qué ser el más adecuado para ti. Lo más importante es que el profesional pueda entender tu motivo de consulta y su capacidad para ayudar".

¿Qué medidas puedes tomar personalmente ante un problema de salud mental?

Es probable que no puedas ir al psicólogo de manera inmediata, que tardes unos días. Pero tú necesitas tomar medidas y mejorar tu estado. 

El experto enfatiza en que lo primero es tener claro la percepción del problema. Ser consciente de que me está ocurriendo algo que, de una manera u otra, está afectando a mi vida. 

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Hay personas que, por su estilo de personalidad, tienden a evitar conectar con aquello que les produce dolor y ponen pequeñas soluciones que mantienen oculto el problema; pero les sigue afectando o simplemente esperan a que la sintomatología remita sola, aunque vuelva una y otra vez.

Es fundamental, por tanto, "solucionar aquello que nos ocurre lo antes posible con el fin de evitar que, con el tiempo, la sintomatología se haga más profunda y el tratamiento se complique". 

"Algo en lo que nos tenemos que ocupar todos es en el autocuidado, ocupar la energía necesaria para estar lo más adaptado posible a mi entorno con la atención adecuada a nuestras necesidades de bienestar", concluye.