En el mundo existen más de 42.000 especies de arañas, por lo que su picadura es una de las más comunes. 

Esta circunstancia puede darse durante todo el año, pero suele ser más habitual en verano, ya que se suele pasar más tiempo al aire libre o en la naturaleza. Normalmente, suelen tratarse de picaduras pequeñas y sin gravedad, aunque eso sí, molestas.

Lo primero que debes hacer es lavar la zona de la picadura con agua y jabón para evitar infecciones. Aplica compresas frías en la zona durante unos 10 o 15 minutos, te ayudará a aliviar el dolor y reducir la hinchazón. 

También puedes tomar un analgésico para aliviar el dolor y la inflamación o incluso alguna crema específica para estas dolencias. Bajo ningún concepto trates de succionar el veneno haciendo cortes, ya que esto aumentará el riesgo de la picadura y puede provocar una emergencia de salud.

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Si el malestar persiste y la hinchazón aumenta, ve al médico, ya que puedes estar sufriendo una reacción alérgica y es importante que un especialista te trate lo antes posible. 

También es normal encontrar arañas en casa, sobre todo si vives cerca del campo. Un buen truco si quieres mantenerlas lejos es usar repelentes naturales como son la menta, el eucalipto o el aceite de lavanda.

Síntomas en picaduras de arañas venenosas

Los síntomas de una picadura de araña venenosa incluyen: dolor intenso, sudoración excesiva, fiebre, náuseas, vómitos, debilidad, mareo y dificultad para respirar. Son los síntomas típicos de una alergia grave.

No todas las arañas son venenosas, por lo que es probable que la picadura no sea grave. Pero si has podido ver qué tipo de araña te ha picado, trata de hacerle una foto, nunca estará de más por si tienes que acudir al médico. Así será más fácil reconocerla y tratarla en caso de que sea venenosa.

El veneno de una araña puede tardar en hacer efecto entre 4 y 8 horas, algo que debes tener en cuenta si no te sientes mal inmediatamente después de haber sufrido la picadura.

En el caso de que los síntomas empeoren en un período que va de las 24 hasta las 72 horas deberías preocuparte y acudir a un médico, tal y como advierten los expertos.