Las 'fintech' abren la puerta a alternativas que hasta ahora eran coto de inversores expertos: algunas firmas de capital riesgo cuestionan que sea bueno

Asia Martin
| Traducido por: 
El arte de alta gama es un tipo de inversión alternativa que se está fraccionando.
El arte de alta gama es un tipo de inversión alternativa que se está fraccionando.

Mike Segar/Reuters

  • Las fintech centradas en la inversión alternativa han recaudado casi 5.000 millones de euros en financiación a nivel global.
  • Muchas firmas de capital riesgo apoyan su capacidad para hacer más accesible este espacio a nuevos públicos. Pero algunas alertan de que los inversores minoristas no están preparados para asumir los riesgos que implica.

Las fintech centradas en la inversión alternativa han recaudado más de 5.000 millones de euros en financiación del capital riesgo a lo largo de los años, según los datos de Pitchbook, pero algunas firmas de capital riesgo no están convencidas de que hacer accesibles activos ilíquidos y arriesgados sea positivo.

"Soy muy escéptico con todo esto", indica a Business Insider Dan Rosen, socio de Commerce Ventures, con sede en San Francisco (EEUU). "No porque no crea que el acceso debe estar ampliamente distribuido (creo que debería). Simplemente, creo que no son productos aptos para poner el dinero de tu jubilación, especialmente si no es mucho", aclara.

Históricamente, las inversiones alternativas han tenido unos mínimos de inversión elevados, comisiones de gestión muy altas y horizontes temporales que pueden superar la década, por lo que se han comercializado principalmente entre inversores institucionales como compañías de seguros y family office.

Las inversiones alternativas, como su nombre indica, son un activo al margen de las inversiones tradicionales como las acciones o los bonos. Los inversores pueden elegir entre fondos de capital privado, capital riesgo, hedge fund, inmuebles y arte, entre otros. 

Son una forma de diversificar una cartera de inversiones porque, cuando las bolsas están en crisis, se dice que los privados se comportan a la inversa, lo que los convierte en una útil herramienta para cubrirse.

El capital privado y el capital riesgo, 2 de las inversiones alternativas más populares, han superado constantemente los resultados de las bolsas: en 2021, el Cobalt Private Equity Benchmark obtuvo una rentabilidad neta del 40,4%, mientras que el S&P 500 obtuvo un 28,7%, según un informe del American Investment Council. 

Tales rendimientos han atraído a los fondos de pensiones de EEUU, a los fondos universitarios y, más recientemente, a los inversores particulares, tanto si su patrimonio es elevado como si no. Una encuesta realizada en 2021 por EY entre clientes de gestión de patrimonios reveló que un tercio invierte en activos alternativos en EEUU y se espera que esa cifra aumente al 48% en 2024. 

Pero este año no solo ha sido duro para la renta variable pública, sino también para los activos alternativos. Aunque la renta variable privada ha ofrecido rendimientos positivos hasta ahora, algunos analistas creen que esto no durará mucho. La subida de tipos ha hecho daño a las carteras inmobiliarias y generó rendimientos negativos durante el año pasado, según First Trust Portfolios.  

Las fintech de inversión alternativa siguen popularizándose como una opción para ganar dinero, pero los más escépticos se hacen la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto se informa correctamente a los clientes sobre productos que históricamente eran exclusivos de los asesores financieros, los family office y los inversores más expertos?

Cómo llegó la inversión alternativa a los particulares

Para satisfacer la creciente demanda de opciones alternativas por parte de los inversores particulares, los agentes del sector están desarrollando productos más accesibles y canales de distribución más allá de los bancos de Wall Street.

Las fintech especializadas en inversiones alternativas han surgido para ampliar ese acceso. Empresas como iCapital, Allocate, RealBlocks y Cais se lanzaron a ayudar a las empresas de gestión de patrimonios a introducir a sus clientes en los codiciados fondos del mercado privado

Moonfare y Alto están orientadas directamente al consumidor, mientras que Rally y Masterworks muestran el auge de las acciones fraccionadas de activos alternativos.

Las plataformas de inversión en productos alternativos funcionan bien para las personas con dinero extra. Por eso, varias fintech trabajan solo con inversores con más de 200.000 euros (o 300.000 en el caso de las parejas) de ingresos o más de un millón de euros de patrimonio neto.

Pero la introducción de nuevas regulaciones en el Reglamento de Crowdfunding y el Reglamento A+ permite a las empresas recaudar capital no solo de inversores acreditados, sino también de no acreditados

Algunas fintech, como Rally, Masterworks, We Funder y Brite, están aprovechando los cambios normativos en materia de financiación de capital para ampliar la definición de quién puede invertir en sus plataformas. El segmento aún se está abriendo, pero los expertos esperan que crezca con el tiempo.

"Democratizar el acceso es algo que va a ocurrir. Creo que a la mayoría de los fondos de capital riesgo no les importa de dónde viene el dinero. La mayoría solo intenta asegurarse de poder seguir desplegando ese capital y recaudar rondas cada vez más grandes para seguir financiando la industria", opina Jonathan Pomeranz, un inversor y socio y jefe de fintech en la empresa de contratación True Search en Haddonfield (Nueva Jersey).

Otro inversor de capital riesgo con sede en San Francisco comenta a BusinessInsider que también es escéptico con las empresas que invierten en activos alternativos. Estas inversiones comenzaron su auge cuando los tipos de interés eran bajos y el Gobierno emitía cheques para estimular el consumo. Ese ingreso extra permitió a la gente experimentar con sus finanzas.

"Mucha de la energía que vimos el año pasado puede que no acabe siendo duradera en esta parte del ciclo", añade el inversor de capital riesgo, que ha preferido permanecer en el anonimato para hablar con libertad.

También dice que no ve la inversión alternativa como una buena idea de negocio independiente. Sospecha que la demanda provendrá probablemente de los operadores tradicionales, que ofrecerán la inversión alternativa como una venta cruzada.

"Me cuesta ver que se trate de un modelo de negocio exitoso. Si realmente hay una demanda de los consumidores para estas inversiones alternativas, no estoy seguro de que vaya a venir de una de estas nuevas fintech", señala el inversor de capital riesgo a Business Insider.

Pomeranz cree que el sector minorista es un mercado más pequeño en comparación con los inversores que utilizan la gestión de patrimonios. Calcula que abarca solo el 25% del mercado global y que el 75% se realiza a través de empresas de gestión.

"No sé si es un mercado lo suficientemente grande como para crear una aplicación para consumidores. Esa sería mi duda al respecto", reflexiona Pomeranz.

No hay suficiente educación en torno a las 'fintech' de inversión

La educación de los consumidores es otro punto problemático para algunas firmas de capital riesgo.

Cuestiones como la recompensa por arriesgar más el capital y la diversificación se ponen en manos de un cliente que no necesariamente entiende la inversión de la misma manera que un asesor financiero o un inversor profesional, según Pomeranz. 

Además, hay que entender cómo afectan las comisiones de gestión y la inflación a los rendimientos y cómo los mercados privados son menos líquidos que los públicos.

"Hemos creado una serie de productos a medida, ya sea una opción para invertir en fondos de riesgo, inmuebles e incluso acciones, pero nadie ha reunido todo y ha ayudado al consumidor a entender este loco mundo de la tecnología financiera", continúa Pomeranz.

Dos de las empresas de capital riesgo que han hablado con Business Insider dicen que todavía no han invertido en una fintech de inversión alternativa debido a estas preocupaciones. 

Sin embargo, Aditi Maliwal, socio de Upfront Ventures, que ha respaldado a Rally, dice que se trata de invertir en fintechs que entienden su grupo demográfico objetivo.

"Tenemos que entender mejor a quién se dirigen estas plataformas. ¿Entienden los diversos factores de un estatus socioeconómico?", reflexiona Maliwal. "Si no eres capaz de definir a tu usuario, lo lamentable es que puedes acabar teniendo tanto una gran cantidad de malos actores como de gente que solo busca dinero rápido", añade.

Rosen dice que está más interesado en respaldar a una fintech que ayude al consumidor medio a ahorrar mejor.

"Empecemos por tener un fondo de emergencia; hagamos que piense en maximizar su colchón para la jubilación. Si aún te queda más, entonces pensemos qué hacer con la inversión. E incluso ahí, la mejor opción son los ETF de bajo coste", indica Rosen a Business Insider.

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