El FMI avisa de la crisis que viene: "Lo peor está por llegar; para muchas personas, 2023 se sentirá como una recesión"

Ahora tenemos pruebas contundentes de que Europa está en recesión y que Alemania no puede frenarlo
REUTERS/Yiorgos Karahalis

"Lo peor está por llegar". Desde hace unos meses, cada vez que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanza sus previsiones económicas es para dar malas noticias, y cada vez son peores.

Si la economía mundial ya lleva meses sufriendo los efectos de una inflación descontrolada y las consecuencias de la guerra en Ucrania, en 2023 todavía puede ser peor, alerta el FMI en su último World Economic Outlook, publicado hoy.

"Lo peor está por llegar y, para muchas personas, 2023 se sentirá como una recesión", adelanta el organismo. China sufrirá un frenazo, Alemania e Italia entrarán en recesión y se sumarán a la economía estadounidense, que ya sufrió sus primeras caídas este año. 

El pronóstico es que, aunque el crecimiento de la economía mundial se mantendrá en el 3,2% en 2022, el varapalo llegará el año que viene: el PIB aumentará un 2,7%, dos puntos menos de lo previsto. 

Ya lo avisó la directora del fondo, Kristalina Georgieva, la semana pasada, cuando dijo que, ahora mismo, la economía ''es como un barco en aguas agitadas'", y avisó de que "el cambio es a peor, y será inevitable".

"La invasión rusa de Ucrania, la crisis del coste de la vida causada por las persistentes y crecientes presiones inflacionistas y la desaceleración de China" son las principales causas del deterioro de las previsiones económicas.

Esto provocará que "más de un tercio de la economía mundial se contraerá este año o el próximo", mientras que las 3 principales economías, EEUU, China y la UE, se estancarán.

A las puertas de la recesión: estos son los países que podrían sufrir una contracción económica en los próximos meses

En Estados Unidos, que ya en 2022 entró en recesión técnica, el volantazo de la Reserva Federal subiendo tipos de interés explica un frenazo en el crecimiento del PIB al 1% en 2023. 

En China, la rebaja en la previsión de crecimiento (al 4,4%) se explica por su política cero COVID, con duras restricciones para hacer frente a nuevas olas, y al debilitamiento del sector inmobiliario.

Pero la desaceleración más pronunciada se sufrirá en el Viejo Continente y, más concretamente, en la eurozona, donde la crisis energética provocada por la guerra seguirá pasando factura y reducirá el crecimiento al 0,5% en 2023.

En Europa, los precios del gas se han multiplicado más de 4 veces desde 2021, y la región se enfrenta a la amenaza de escasez de energía este invierno, pero también más adelante. "El invierno de 2022 será difícil para Europa, pero el invierno de 2023 será probablemente peor", alerta el fondo.

Además, el FMI constata que el conflicto también ha hecho subir los precios de los alimentos en los mercados mundiales, causando graves dificultades a los hogares de bajos ingresos en todo el mundo, y especialmente en los países de bajos ingresos.

A pesar de la desaceleración económica, las presiones inflacionistas están resultando más amplias y persistentes de lo previsto. Se espera que la inflación mundial alcance un máximo del 9,5% este año, antes de desacelerarse hasta el 4,1% en 2024.

Estas presiones han desencadenado un endurecimiento rápido y sincronizado de las condiciones monetarias. 

El riesgo, avisa el FMI, es determinar si el endurecimiento puede llegar a ser excesivo o insuficiente. En el primer caso, "podría empujar a la economía mundial hacia una recesión innecesariamente dura". Mientras que una subida de tipos insuficiente podría afianzar aún más el proceso de inflación.

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