Por qué las mujeres y los jóvenes tienden a experimentar efectos secundarios más graves con las vacunas contra el COVID-19

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Una mujer se hace un selfie después de recibir la vacuna contra el COVID-19.
Una mujer se hace un selfie después de recibir la vacuna contra el COVID-19.

CRISTINA QUICLER/Contributor/Getty Images

  • Las mujeres y los adultos jóvenes tienden a tener efectos secundarios más graves después de las vacunas contra el nuevo coronavirus, que el resto de los inmunizados.
  • Los síntomas también son más frecuentes y graves tras la segunda dosis de las vacunas de Pfizer y BioNTech o Moderna.
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Dos personas pueden llegar al punto de vacunación el mismo día y recibir una vacuna idéntica contra el nuevo coronavirus, pero sus efectos secundarios serán probablemente diferentes.

Esto se debe a que el sistema inmunitario de cada persona es único

Su respuesta a las vacunas depende de categorías generales,como la edad y el sexo, y de otras más individuales,como los genes o el historial de exposición a infecciones.

"La respuesta inmunitaria determina básicamente los efectos secundarios", explica a Business Insider el Dr. Vivek Cherian, médico de medicina interna de Baltimore, Estados Unidos.

Por lo general, las mujeres y los adultos jóvenes tienden a tener efectos secundarios más graves después de recibir la vacuna contra el nuevo coronavirus, independientemente de la dosis o del fabricante. 

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En el caso de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas por el regulador europeo y en despliegue en España, —de Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson y AstraZeneca-Oxford—, los adultos más jóvenes han notificado con mayor frecuencia fatiga, dolor de cabeza y dolor en el lugar de la inyección que los adultos mayores.

Los efectos secundarios también son más numerosos y graves después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna, como se muestra en el siguiente gráfico interactivo:

Los adultos mayores de 65 años suelen tener un sistema inmunitario más debilitado

El sistema inmunitario tiende a deteriorarse a medida que envejecemos, por lo que el organismo de las personas mayores no trabaja con la misma intensidad para defenderse de los invasores extraños, incluida la proteína introducida en el cuerpo a través de una vacuna. 

En consecuencia, los efectos secundarios suelen ser más leves y menos numerosos entre los ancianos que entre los adultos jóvenes.

"Normalmente, cuando decimos personas mayores, nos referimos a individuos mayores de 65 años", aclara Cherian.

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Tras una dosis de la inyección de Moderna, el 57% de las personas menores de 65 años suelen desarrollar efectos secundarios, en comparación con el 48% de los mayores de 65 años. Después de la segunda dosis, casi el 82% de aquellos que pertenecen al grupo más joven presentan efectos secundarios, en comparación con casi el 72% de los adultos mayores.

Los pacientes que han recibido la vacuna de Pfizer también han evidenciado que la fatiga, los dolores de cabeza y el dolor en el lugar de la inyección son más frecuentes entre las personas de 18 a 55 años después de ambas dosis que entre las personas de 56 años o más.

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En el ensayo de Johnson & Johnson, casi el 62% de las personas de 18 a 59 años han desarrollado efectos secundarios, en comparación con el 45% de las personas de 60 años o más.

Pero eso no significa que las vacunas sean menos eficaces para el grupo de mayor edad.

"En el caso de la vacuna contra el COVID-19, en realidad no hemos observado una disminución de la eficacia a medida que envejecemos, así que eso es realmente algo muy bueno", explica el experto.

El estrógeno interviene en la respuesta inmunitaria de la mujer

Las mujeres suelen tener reacciones más fuertes a muchas vacunas, como las de la polio, la gripe, el sarampión y las paperas. Por ende, no es raro que también tengan más efectos secundarios después de recibir las vacunas autorizadas contra el COVID-19. 

En palabras de Cherian, el factor clave podrían ser los niveles de estrógeno.

"La testosterona tiende a ser una hormona inmunosupresora, y el estrógeno tiende a ser un estimulante inmunológico", explica.

Una mujer recibe una vacuna contra el COVID-19.

Al Seib/Los Angeles Times vía Getty Images

Uno de los últimos informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha puesto en evidencia que aproximadamente el 79% de los casos de efectos secundarios de las vacunas notificados a los Centros proceden de mujeres, aunque sólo el 61% de las dosis se administraron a mujeres en general.

Los efectos secundarios de las vacunas son aún más pronunciados en las mujeres premenopáusicas que en las posmenopáusicas, apunta el experto.

La segunda dosis produce efectos secundarios más fuertes en todos los grupos de edad

Este lunes, los CDC han publicado un informe que analiza los efectos secundarios de entre 1,9 millones de estadounidenses que han recibido las 2 dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna. 

Aproximadamente el 50% de los receptores de la vacuna han notificado efectos secundarios después de su primera dosis, mientras que el 69% ha reportado síntomas después de su segunda inyección.

Por lo general, los informes de dolor en el lugar de la inyección pasan del 68% después de la primera dosis al 72% después de la segunda

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Asimismo, la fatiga del 31% al 54% entre la primera y la segunda dosis, los dolores de cabeza del 26% al 47% y los dolores corporales o musculares del 19% al 44%.

Casi el 75% de los receptores de las inyecciones de Moderna han experimentado efectos secundarios después de la segunda dosis, en comparación con el 64% de los vacunados con Pfizer. Estos resultados en el mundo real coinciden, en general, con los de los ensayos clínicos. 

Esto es una buena señal. Un mayor número de efectos secundarios después de la segunda dosis suele indicar que el organismo ha aprendido a reconocer rápidamente la proteína vírica y está preparado para atacarla de nuevo.

"No puedo dejar de insistir en la importancia de no retrasar la segunda dosis porque no se obtiene una eficacia total hasta que se recibe esa segunda inyección", subraya Cherian a Business Insider.

De hecho, un informe de los CDC ha revelado que una sola dosis de la vacuna de Moderna o de Pfizer tenía una eficacia del 80% en la prevención de las infecciones de coronavirus al cabo de las 2 semanas. Dos semanas después de la segunda dosis, la eficacia de las vacunas aumentaba al 90%.

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