Litquidity, el exbanquero anónimo que sembró el pánico en Wall Street, al descubierto

Hayley Cuccinello
| Traducido por: 
Litquidity.

Justin Metz para Business Insider

  • Litquidity es una cuenta de Instagram que se dedica a compartir memes de Wall Street, pero también a revelar información sobre algunas de sus empresas.
  • Ahora se sabe quién es el exbanquero que está detrás: descubre cómo ha sido el ascenso y las ambiciones de la persona que domina la rumorología en Wall Street.

Nadie esperaba que una cuenta anónima de Instagram hiciera cundir el pánico en Goldman Sachs, pero eso es justo lo que pasó el 17 de marzo de 2021.

La cuenta de memes de Instagram Litquidity publicó una presentación de diapositivas elaborada por 13 analistas de la banca de inversión de Goldman Sachs. En la presentación, los banqueros junior describían el aislamiento sufrido al trabajar durante la pandemia, cuando estaban más ocupados que nunca por la enorme cantidad de fusiones y adquisiciones. "La falta de sueño, el trato de los superiores, el estrés mental y físico… He estado en hogares de acogida y esto es mucho peor", indicaba uno de ellos. 

"El cuerpo me duele constantemente, y mentalmente estoy en un lugar muy oscuro", señalaba otro.

Según la revista New York Magazine, fue un alto ejecutivo de Goldman quien recibió esta presentación, además de llegarle una copia al CEO, David Solomon. No estaba previsto que se viera fuera de la empresa, y no está claro cómo llegó a manos de Litquidity. Cuando la presentación llegó a internet, The New York Times, CNBC y Business Insider fueron algunos de los medios que lo comentaron. "Los banqueros junior de Goldman se quejan de la aplastante carga de trabajo", escribió CNBC; "Los analistas de Goldman trabajan demasiado", publicó Bloomberg.

La noticia desencadenó una partida de póker entre los bancos de Wall Street que tratan de mantener contentos a sus empleados. Solomon prometió contratar más personal para la carga de trabajo que suponían las fusiones y adquisiciones y salidas a bolsa y hacer cumplir la norma que prohíbe a los banqueros junior trabajar los sábados. Otras entidades fueron más allá y ofrecieron primas de 20.000 dólares (unos 18.500 euros), y hasta vacaciones de una semana con todos los gastos pagados. 

En cuestión de meses, Goldman subió el sueldo de los analistas de primer año de 85.000 a 110.000 dólares (de 78.800 a 103.000 euros aproximadamente) antes de las primas, mientras que empresas como Evercore llegaron hasta los 120.000 dólares (más de 111.000 euros).

La publicación en Litquidity de la presentación de los analistas de Goldman Sachs llevó al banco y a su CEO, David Solomon, a subir los salarios.
La publicación en Litquidity de la presentación de los analistas de Goldman Sachs llevó al banco y a su CEO, David Solomon, a subir los salarios.

Michael Kovac / Getty Images

Lit, como se hace llamar, es el hombre detrás de Litquidity, que ahora tiene más de 800.000 seguidores. La primicia de Goldman le puso en el mapa, según un banquero de inversión de primer año que ha pedido permanecer en el anonimato para no violar la política de la empresa, pero cuyo nombre conoce Business Insider. "Fue un momento crucial en el que la gente se dio cuenta de que Litquidity se había convertido en un lugar donde desahogarte de forma segura y anónima y exponer los abusos en la industria financiera", comenta la fuente.

Cuando la cuenta de Instagram de Litquidity se abrió en 2017, se suponía que era solo una página de memes: había GIF sobre mujeres que querían casarse con "un director de capital privado de 1,90 m con un loft en Tribeca", memes sobre analistas y sus remuneraciones, etcétera. Además, Lit sacó provecho de sus burlas de la cultura de Wall Street, vendiendo gorras de 35 dólares en las que se leía: "¿Sabes quién es mi padre?".

Expertos de Wall Street.

Con el tiempo, los cientos de "me gusta" se convirtieron en miles, y Litquidity se convirtió en homólogo de la cuenta @deuxmoi, centrada en los famosos. Publicaba noticias sobre aumentos de sueldo en Warburg Pincus y despidos en Nomura, y relataba las quejas de los empleados de Citigroup. La cuenta destaca a partes iguales entre las bases de Wall Street y los equipos de relaciones públicas de los grandes bancos, que temen ser mencionados. "Creo que hay más gente que conoce Litquidity que a Jamie Dimon por su nombre", afirma un analista.

Pero la realidad es otra, ya que la gente sí conoce el nombre de Jamie Dimon, y muy pocos el de Lit. El hombre tras la cuenta de Instagram disfrazó su voz en el podcast que copresentó en 2022, cubre su cara con emojis en Instagram y, en las llamadas de Zoom para anteriores artículos de Business Insider, utilizó un logotipo de Litquidity y pidió a los periodistas que firmaran acuerdos de confidencialidad. (Los reporteros se negaron y Lit concedió, no obstante, las entrevistas).

Al principio, dijo que era porque trabajaba en uno de los bancos sobre los que a veces publicaba noticias y parodias. Según Lit, su cuenta podía hacer que le despidieran. "Tenía que ser discreto, asegurarme de que nadie podía ver lo que estaba haciendo", dijo al Financial Times. Después de dejar su trabajo en banca en 2021 para centrarse en la creación de contenido, el anonimato era simplemente conveniente. "Si estás en Twitter, ves cómo las cosas se pueden poner feas", dijo a Business Insider en una entrevista de 2023 no relacionada con esta historia. "A la gente le gusta rastrear direcciones y es algo que prefiero evitar", comentó. Añadió también que le gustaba el misterio del anonimato (como Daft Punk, Banksy o Deadmau5, es "parte de la propia marca"). Pero a excepción de Banksy, los nombres de los demás artistas son públicos. (Unas 36 horas después de que Business Insider enviara a Lit la lista de hechos y acusaciones que aparecen en este reportaje, el Financial Times publicó una entrevista con él en la que revelaba su nombre. Tras la publicación de Business Insider, Lit envió un correo electrónico para señalar "inexactitudes" en la historia, pero no dio más detalles).

A medida que ha crecido su audiencia, Lit ha ido más allá de Instagram y ha aprovechado su fama en las redes sociales para crear un podcast, una cartera de inversiones y una newsletter llamada Exec Sum. En octubre de 2021, Bloomberg publicó que Litquidity iba camino de obtener unos ingresos de un millón de dólares ese año. Una de sus últimas empresas es la firma de contratación de servicios financieros Litney Partners, una colaboración con Whitney Partners y su director, el exconcursante de Bachelorette Bennett Jordan.

Una chica fumando marihuana

Lit tiene grandes ambiciones, entre ellas convertir su empresa en un imperio. En una presentación de 2021 vista por Business Insider, Lit describía cómo Barstool Sports había desbancado a "marcas de la época boomer" como ESPN. Litquidity, decía la plataforma, haría lo mismo con Bloomberg y CNBC.

Creo que hay más gente que conoce Litquidity que a Jamie Dimon por su nombre

Pero algunas personas que han trabajado con Lit dicen que su negativa a revelar públicamente su identidad, que durante tantos años le ayudó a triunfar, ahora le está frenando. (Business Insider ha hablado con numerosos colaboradores y excolaboradores de Lit que quieren permanecer en el anonimato, bien para mantener sus relaciones profesionales o por miedo a las reacciones de Lit y sus seguidores). El propio Lit parece haber lidiado con este dilema. En un número de Exec Sum de finales de 2022, describió cómo la contratación de otro empleado de alto perfil (Mark Moran, un asociado de 32 años del banco de inversión Centerview Partners que había sido concursante del reality show FBoy Island) le acabó eclipsando. La gente veía a Lit como secundario en su propia empresa. A él no pareció gustarle, escribiendo que la experiencia le provocó una "crisis de identidad".

"En algún momento, si realmente quieres escalar el negocio, no entiendo cómo se puede hacer eso de forma completamente anónima", señala un alto ejecutivo de una firma de inversión que se reunió con Lit en 2022.

Por supuesto, ha habido un sinfín de rumores sobre la identidad de Lit, especialmente entre los trabajadores de Wall Street. Un banquero de inversión junior dice que era "bien sabido dentro de la industria" que Lit había trabajado en la empresa de inversión Permira. Alguien en el foro anónimo Wall Street Oasis sugirió que Lit podría haber trabajado anteriormente en el banco de inversión Jefferies, dada su supuesta estrecha relación con el CEO Richard Handler, que comenta regularmente en los mensajes de Litquidity y ha organizado eventos con Lit. Otro post sugería que Lit había sido despedido de un puesto de ventas en un banco.

Lit se ha dado a conocer en ciertos círculos. En 2021 declaró a la New York Magazine que su familia y muchos de sus excompañeros conocían su identidad secreta. Describió cómo lo contaba tomando unas copas, viendo cómo se quedaban "pasmados". Y admitió haber usado el nombre de "Lit" para entrar en el Surf Lodge de Montauk.

Los trabajadores de Wall Street llevan años especulando sobre la identidad de Litquidity.
Los trabajadores de Wall Street llevan años especulando sobre la identidad de Litquidity.

Spencer Platt/Getty Images

Isaac Laifer, emprendedor de 24 años y fan de Litquidity, vio a Lit hablar en un acto a puerta cerrada organizado por la empresa de capital riesgo Bain Capital en San Francisco el pasado mes de junio. Para asistir, los invitados tenían que comprometerse a no utilizar sus teléfonos móviles ni hacer fotos. Laifer recuerda que Lit se posicionó como "la voz del pueblo", alguien que decía "lo que todo el mundo sentía, pero con la protección del anonimato".

Business Insider ha estado en contacto con Lit de forma intermitente desde 2020, cuando organizó una comida virtual con Handler, de Jefferies, y aceptó ser entrevistado sobre el evento. Mantuvo su cámara apagada para las videollamadas y se negó a dar su nombre o cualquier información que le identificase. 

Sin embargo, cuando se empezó a informar para este reportaje, no se tardó mucho en averiguar quién era. Varios antiguos colaboradores de Lit ofrecieron un nombre, que confirmaron media docena de personas que le conocían o habían trabajado directamente con él. El nombre también pudo cotejarse con documentos y buscarse en FINRA, la agencia reguladora que mantiene registros de los historiales laborales de los brókers de bolsa. 

La información disponible se correspondía con los detalles que Lit había revelado sobre su carrera. El nombre también aparece en un formulario público que Litquidity Venture Partners LLC presentó a la SEC a principios de noviembre del año pasado.

Habíamos encontrado a nuestro hombre.

Litquidity es Henry "Hank" Medina, un antiguo banquero de inversión.

¿Por qué elegir a alguien que prefiere permanecer en el anonimato? Para empezar, Medina es una figura pública. Además, ya no corre el riesgo de ser despedido por dirigir Litquidity, un nombre que ha utilizado para crear una empresa con múltiples fuentes de ingresos. Luego está la cuestión de su buena fe en Wall Street, que ha utilizado para reforzar ese negocio, pero que la mayoría de la gente no puede confirmar, aunque le paguen 1.000 dólares por una llamada de 60 minutos sobre cómo entrar en el sector financiero. Lo mismo ocurre con sus posibles conflictos de intereses: sus amigos, sus antiguos jefes, aquellos a los que podría querer proteger. Todo esto es difícil o imposible de determinar sin un nombre.

Medina, de hecho, ha trabajado en Wall Street. Anodino, de 32 años, pelo y ojos oscuros, se graduó en la Universidad de Cornell en 2013 y se incorporó a Jefferies como analista al año siguiente. Se marchó a la firma de inversión Wexford Capital (momento en que parece haber iniciado su cuenta de Instagram) antes de aterrizar en Deutsche Bank en 2019, según los registros de FINRA.

El CEO de Jefferies, Richard Handler, organizó una comida virtual con Litquidity y ha comentado sus publicaciones en las redes sociales.
El CEO de Jefferies, Richard Handler, organizó una comida virtual con Litquidity y ha comentado sus publicaciones en las redes sociales.

Jefferies

Medina trabajó en Deutsche durante aproximadamente un año antes de marcharse para dirigir Litquidity a jornada completa. Además de sus cuentas de Instagram y X, Medina también dirige Exec Sum y otras cuentas de memes financieros, como Bart P. Fuchs IV, LinkedIn Flex y Karl Smith, CFA. Divide su tiempo entre Nueva York y Miami.

Litquidity es un perfil llamativo, maleducado, del tipo puedes encontrar en una taberna. Sería fácil, ha insinuado, hacer ciertas suposiciones sobre el hombre que hay detrás de la cuenta. "A lo largo de los años ha sido divertido para mucha gente asumir que soy otro, como Chad, que creció en el puto Connecticut y cuyo padre es gestor de hedge funds, lo cual no es el caso", comentó en un episodio de su podcast el año pasado, añadiendo que él "puede hablar desde la perspectiva de los grupos minoritarios". (Medina es hispano).

Las personas que han conocido a Medina dicen que no se corresponde necesariamente con lo que proyecta en Internet: en las llamadas con los periodistas de Business Insider, Lit siempre se ha mostrado como alguien con voz suave y sin pretensiones. "Casi me sorprendió su comportamiento, que me parecía humilde y tranquilo", señala el fundador de una empresa de medios de comunicación.

"Su personalidad en Internet es polarizante y no siempre estoy alineado con ella, pero creo que es un poco más que un personaje", añade el fundador.

Hacer crecer un negocio nunca es fácil, pero ser fundador anónimo puede añadir toda una serie de nuevos obstáculos. A finales de 2021, Medina decidió que Litquidity necesitaba una cara pública. Mark Moran parecía el testaferro ideal: alto, rubio y con una personalidad llamativa. Moran se unió a la marca en octubre.

Medina tenía grandes esperanzas con esta asociación. Aunque Moran dijo a Bloomberg que había aceptado un recorte salarial para unirse a Litquidity, una hoja de cálculo interna vista por Business Insider señalaba que podría ganar casi 7,6 millones de dólares (7,05 millones de euros) en la marca en cinco años.

Mark Moran, en la foto, se convirtió en el primer empleado de Litquidity en 2021. Pero con el tiempo, él y Henry "Hank" Medina empezaron a enfrentarse.
Mark Moran, en la foto, se convirtió en el primer empleado de Litquidity en 2021. Pero con el tiempo, él y Henry "Hank" Medina empezaron a enfrentarse.

Zack DeZon/Bloomberg via Getty Images

Moran y Medina querían convertir Litquidity en un gigante mediático, con su propio programa de televisión y podcast. En aquel momento, Medina estaba pensando en unir fuerzas con Bullish Studio, una agencia de publicidad y estudio de contenidos dirigida por Brian Hanly, un ejecutivo de medios de Nueva York que anteriormente había trabajado en Vice News.

Medina y Hanly hablaron de incorporar a Sonali Basak, la corresponsal estrella de Bloomberg en Wall Street, y de combinar su amplia red de contactos con el alcance de Litquidity y la capacidad de desarrollo de contenidos de Bullish. En otoño de 2021, Basak, Medina y Hanly se reunieron dos veces en el restaurante Rue 57 de Manhattan para hablar de la empresa. Basak, según uno de los asistentes, quería "arrasar con todo" y exigir responsabilidades a los peces gordos de Wall Street. Pero a Medina le preocupaba que su enfoque alejara a sus amigos del sector.

En una de las cenas, se habló de quién dirigiría la empresa, y Hanly se ofreció voluntario como CEO. Dos asistentes contaron que Medina parecía molesto por ello y se retiró de la conversación. Al final decidió no seguir adelante con la asociación. (Basak no quiso hacer comentarios).

Se hicieron otras propuestas que también murieron en el intento. Una de ellas era un programa de televisión, Litquidity x Bloomberg, destinado a aprovechar la audiencia de Litquidity, formada por jóvenes relacionados con Wall Street. El programa también ofrecía a Bloomberg acceso a las filtraciones de Litquidity: "Litquidity está dispuesta, en las condiciones adecuadas, a ofrecer en exclusiva noticias (incluidas operaciones de fusión y adquisición) a Bloomberg, dejando fuera a CNBC, Fox Business, etc.". Al final, el programa no llegó a ninguna parte.

Luego estaba el podcast de Litquidity, Big Swinging Decks, en el que Moran y Medina (con su voz distorsionada) hablaban de todo, desde consoladores y salud mental hasta discriminación positiva en las finanzas. Para financiarlo, llegaron a un acuerdo en febrero de 2022 con la bolsa de criptomonedas CoinFLEX por 1,5 millones de dólares (1,39 millones de euros): un tercio en efectivo, un tercio en acciones de CoinFLEX y un tercio en el token digital propiedad de CoinFLEX.

En general, el programa fue un fracaso; los nuevos episodios tenían una media de 5.000 oyentes, según un antiguo empleado de la empresa que producía el podcast. El empleado pidió permanecer en el anonimato porque no estaba autorizado a hablar sobre asuntos de la empresa. "Creo que la gente que lo escuchaba era la que quería el mismo humor grosero y sentirse validada por ser un hombre heterosexual en Wall Street, algo súper arduo de hacer", bromeó la persona.

La gente que escuchaba el podcast de Medina y Moran quería 'sentirse validada por ser un hombre heterosexual en Wall Street', bromeaba un antiguo empleado de la productora del programa.
La gente que escuchaba el podcast de Medina y Moran quería 'sentirse validada por ser un hombre heterosexual en Wall Street', bromeaba un antiguo empleado de la productora del programa.

Angela Weiss/AFP via Getty Images

Cuando la criptomoneda se desplomó unos meses más tarde, la financiación de CoinFLEX se agotó, y la relación de Medina y Moran con la productora se vino abajo, según este exempleado. "Les dijimos: cuando averigüéis cómo financiar esto, estaremos listos para ponernos en marcha de nuevo. Y nunca se pusieron en contacto con nosotros", añade la fuente.

A medida que se acumulaban los fracasos, la relación entre Medina y Moran empezó a agrietarse. Moran le decía a la gente que Medina no estaba preparado, que era "aburrido" y que "le estaba frenando", según un extrabajador de la productora. "Se notaba que la tensión iba en aumento y que ambos estaban utilizando al otro para lo que no tenían. Mark quería audiencia y él era la personalidad. Hank quería ser algo más grande de lo que es", añade esta persona.

Incluso mientras intentaban hacer crecer su presencia digital, Medina y Moran buscaban gente que invirtiera en Litquidity. Según la misma hoja de cálculo interna que proyectaba que Moran podría ganar alrededor de 7,6 millones de dólares, Medina estimó que Litquidity valía 20 millones de dólares (18,56 millones de euros) en el otoño de 2021, pudieron llegar a 200 millones de dólares en una fecha futura no especificada. (No está claro cómo calculó Medina esas cifras).

Un compañero de Medina intentó decirle que sus expectativas eran poco realistas para una empresa de medios de comunicación, pero Medina no le escuchó. Insistió en que Litquidity era tan valiosa como cualquier nueva empresa tecnológica. "Se trata de una cuestión de ego", afirma el compañero.

Los posibles inversores no estaban convencidos. Uno de ellos, entonces alto ejecutivo de una empresa de inversión, dice que se reunió con Moran y Medina a principios de 2022, a pesar de estar preocupado por el tono del contenido de Litquidity y el riesgo para la reputación que podría suponer para la empresa. También se mostró escéptico con que Litquidity pudiera lanzar nuevos productos, señalando que el acuerdo del podcast de siete cifras con CoinFLEX constituía la mayor parte de los ingresos de la empresa.

Tal vez lo más importante era que al alto ejecutivo le preocupaba trabajar con un fundador que insistía en permanecer en el anonimato ante su público. La presentación de Medina y Moran comparó repetidamente Litquidity con Barstool, pero como señaló el alto ejecutivo, Litquidity no tiene la misma presencia que el controvertido fundador de Barstool, Dave Portnoy.

Medina se presentó con un nombre de pila, que el alto ejecutivo supuso que era falso, pero era Moran quien llevaba la voz cantante. "En última instancia, si estoy invirtiendo en esa etapa de la empresa, estoy invirtiendo en el fundador. Y el fundador no estaba presente", señala el ejecutivo.

Al mismo tiempo, Medina quería demostrar que era un experto en Wall Street convirtiéndose en inversor por derecho propio. En 2021 fundó Litquidity Ventures, el brazo inversor de Litquidity Capital. Desde entonces ha realizado más de 30 inversiones, según PitchBook, entre ellas en Linktree, una startup de enlaces en biografía también respaldada por Coatue Management, y Amberjack, una marca de zapatos de vestir para hombre que Medina ha promocionado en su newsletter.

Uno de los fundadores, que recibió financiación de Litquidity Ventures en 2021 sin conocer la identidad de Medina, cuenta que Medina promocionó su empresa en sus plataformas y le ayudó a hacer una lluvia de ideas sobre cómo interesar a sus seguidores.

Ayden Syal, CEO y fundador de la startup de marketing de influencers Mogl, centrada en el deporte, dice que recibió una inversión de "seis cifras" de Litquidity Ventures el año pasado y que esperaba que la empresa participara en la última ronda de recaudación de fondos de Mogl. Conoció a Medina, que se hacía llamar "Lit", en una reunión de Zoom en la que Medina no enseñó la cara. Se comunican casi exclusivamente por correo electrónico y nunca se han visto en persona.

Otros han tenido experiencias más polémicas con Medina. El fundador de una startup, Kyle Zappitell, comenta que Medina hizo cuatro publicaciones patrocinadas en Instagram para su aplicación de mercado NFT, Neon, en noviembre de 2021. Medina expresó entonces su interés en invertir 10.000 dólares en la empresa (unos 9.300 euros). La inversión mínima de Neon era de 25.000 dólares, pero hicieron una excepción con la esperanza de que tener Litquidity involucrado ayudaría con la publicidad, según Zappitell.

Un mes más tarde, Medina envió un correo electrónico diciendo que había recibido el acuerdo SAFE (un contrato que otorga a un inversor el derecho a futuras acciones) y que enviaría los 10.000 dólares al día siguiente. Pero el dinero nunca llegó y, a finales de enero, Medina se echó atrás alegando que había "agotado" sus fondos. Zappitell dijo que nunca había visto a un inversor cambiar de opinión después de firmar un SAFE.

El pasado mes de marzo, Zappitell compartió sus quejas, tuiteando que Litquidity Capital era "todavía un meme" en lugar de una empresa seria. Publicó una captura de pantalla del correo electrónico de Medina prometiendo una transferencia de dinero que nunca se materializó. "Tío, esto es jodidamente patético por tu parte. Te deseo lo mejor", respondió Medina.

En agosto de 2022, tras menos de un año en Litquidity, Moran anunció en Bloomberg que se marchaba para lanzar su propia consultora de relaciones con inversores. "Mark y yo finalmente hemos tenido diferencias de intereses y visión, y hemos decidido seguir amistosamente caminos diferentes", escribió Medina en Exec Sum.

Pero las cosas eran más polémicas de lo que Medina había dejado entrever. Ese mismo mes, acusó a Moran en un correo electrónico de robarle sus contactos y quebrantar su confianza. En otro correo electrónico, Medina escribió: "Si me siguen dejando al margen y sigo perdiendo negocios porque me está robando contactos, tendré que considerar todas las opciones". Moran respondió ese mismo día para "negar totalmente" las acusaciones de Medina.

En una carta de fin de año de 2022 dirigida a los suscriptores de su newsletter y publicada también en su web, Medina recordaba el fracaso de su relación comercial con Moran. "En retrospectiva, muchas cosas deberían haberse hecho de otra manera", escribió, añadiendo que navegar por las fricciones con Moran mientras dirigía su empresa fue "una pesadilla logística" que "hizo mella en mi salud mental".

La supuesta traición de Moran no ha impedido a Medina pasar página y seguir. En 2023 presentó un unas cuantas nuevas empresas, incluidas llamadas de consultoría remuneradas (1.000 dólares por 60 minutos, que son unos 928 euros) y un posible club deportivo para la comunidad financiera "donde el elemento social de Soho House se combina con la forma física de Equinox", declaró al New York Post. "Para mí (personalmente), 2023 fue un año lleno de grandes cambios en mi vida, un profundo crecimiento personal y la siembra de semillas para el futuro", escribió Medina en Exec Sum.

También fue el año en que lanzó Litney Partners con Bennett Jordan, un socio que, al igual que Moran, encarna la marca de macho alfa de Litquidity con sus vídeos de entrenamiento y su escabrosa sombra de las 5 en punto.

La exconcursante de 'Bachelorette' Bennett Jordan, tercera por la izquierda, se asoció con Medina para lanzar Litney Partners.
La exconcursante de 'Bachelorette' Bennett Jordan, tercera por la izquierda, se asoció con Medina para lanzar Litney Partners.

Craig Sjodin/Getty Images

El objetivo de Litney Partners es convertirse en la empresa de contratación de nuevos talentos de referencia para los principales bancos y gestores de activos. Aunque la empresa no ha compartido mucha información sobre sus clientes, sí ha publicado anuncios sobre búsquedas de empleo en su nombre. En enero, la página de Instagram de Litney Partners publicó una convocatoria de profesionales de nivel medio para trabajar en un fondo de renta variable pública exclusivamente a largo plazo centrado en el sector del software, Internet y la tecnología. Pero una alta ejecutiva de Wall Street afirma que no confiaría en el juicio de la firma a la hora de seleccionar candidatos para un puesto de trabajo, tanto por el anonimato de Lit como porque es escéptica sobre el tipo de personas que son los seguidores de Litquidity. "Por esa razón me pregunto por qué alguien enviaría su currículum a través de una plataforma como Litney Partners (dirigida por un instagrammer) en lugar de utilizar una de las muchas agencias de contratación respetadas que existen hoy en día", señala.

Independientemente de que Medina se convierta o no en el actor importante que parece querer ser, ya ha transformado la cultura de Wall Street, donde la lealtad es sacrosanta y los empleados tienen prohibido hablar públicamente de lo que ocurre en sus empresas. Litquidity ha animado a la generación más joven a ser más audaz. Ese cambio habría sido inimaginable hace tan solo una década, cuando "te machacaban y te aplastaban como al insecto que eres" por filtrar información o hablar, afirma Paul Argenti, profesor de comunicación corporativa en la Universidad de Dartmouth y antiguo asesor de Goldman Sachs.

Esa es la contradicción de Medina: se ha erigido en defensor de los trabajadores de Wall Street, al tiempo que intenta replicar el éxito de sus jefes. Si juega bien sus cartas, un día podría tener su propio ejército de subordinados descontentos. Al menos ahora sabrán su verdadero nombre.

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