De un tiempo a esta parte, el cifrado de mensajes de extremo a extremo se ha convertido en una tecnología muy popular entre las compañías tecnológicas que ofrecen servicios de mensajería. Sin embargo, existen numerosos expertos que ofrecen diversas razones para estar en contra de esta tecnología y de la privacidad que ofrece a los usuarios.

Hace relativamente poco, la guerra entre Israel y Palestina demostró los riesgos que puede acarrear la defensa a ultranza de la privacidad de los usuarios. Una red social como Telegram, especialmente conocida por ser garante de la privacidad de sus usuarios, tuvo que intervenir ante el auge de los discursos de odio que se había producido en sus canales en medio del conflicto entre Israel y Hamás.

Concretamente, el cifrado de extremo a extremo puede servir a algunos delincuentes —como los agresores sexuales de menores— para cometer sus delitos más libremente. 

Así lo han señalado organismos de seguridad como la Interpol e instituciones públicas como el Gobierno de España, que encabeza una de las posturas más radicales de toda Europa frente a esta tecnología y que considera "imperativo acceder a esos datos".

Aun así, las empresas tecnológicas siguen adelante con sus planes de implantar el cifrado de extremo a extremo en sus plataformas de mensajería. Al menos este es el caso de Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, que va a empezar a encriptar por completo los mensajes privados de sus redes sociales a partir de esta misma semana. 

Así lo ha publicado el Wall Street Journal, citando a varias personas familiarizadas con la situación que aseguran que los mensajes de los usuarios de Facebook comenzarán a cifrarse a partir de esta semana, mientras que los de Instagram también pasarán a estar cifrados de extremo a extremo, solo que lo harán ya en 2024.

El medio de comunicación estadounidense alude a las posturas enfrentadas que existen con respecto a este tema. Por un lado, las fuerzas de seguridad y los legisladores expresan su preocupación ante el posible encubrimiento de delitos como el abuso sexual a menores; por el otro, los activistas en defensa de la privacidad de los usuarios hacen presión por que las compañías implementen estas medidas.

El propio Mark Zuckerberg, director ejecutivo y cofundador de Meta, defiende desde hace tiempo el valor de la encriptación. Tal y como indica el Wall Street Journal, Zuckerberg ya gestiona WhatsApp, la mayor plataforma encriptada del mundo, pero combinar esta tecnología con las dos grandes redes sociales de la empresa, Facebook e Instagram, planteaba problemas técnicos y filosóficos.

"Existen verdaderas preocupaciones de seguridad que hay que abordar antes de que podamos implementar el cifrado de extremo a extremo en todos nuestros servicios de mensajería", afirmó Zuckerberg en 2019, cuando anunció por primera vez los planes de la compañía y reconoció que esta tecnología podría proteger a "personas que hacen cosas malas".

No obstante, matizó el empresario, llevar a cabo este cambio era lo correcto porque los usuarios merecían privacidad absoluta en sus comunicaciones.