Hemos hablado con más de 40 CEO y líderes empresariales en Davos: esto es lo que motiva y preocupa a los ejecutivos más poderosos del mundo

| Traducido por: 
Pavel Ramírez
Actuación en el Foro Económico Mundial en Davos.
Actuación en el Foro Económico Mundial en Davos.
  • Business Insider ha asistido a la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y ha hablado con más de 40 CEO y líderes empresariales durante 3 días.
  • Sin el presidente Trump y la ausencia de miembros de la Administración estadounidense debido al cierre parcial; sin la primera ministra británica, Theresa May, ni el presidente francés, Emmanuel Macron, el evento ha estado más centrado en los negocios que en 2018.
  • Los líderes empresariales han ofrecido una visión variada sobre la economía y se han centrado en las oportunidades y los riesgos que presentan las tecnologías emergentes.

La reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde ha estado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se clausura este viernes después de un torbellino de sesiones, reuniones y cenas en los últimos días. Business Insider ha llevado a un equipo de seis periodistas a la estación de esquí suiza, los cuales se reunieron con más de 40 CEO y líderes empresariales en el transcurso de la semana.

Esto es lo que han comentado:

En realidad, el panorama económico no es tan malo

El estado de ánimo ha sido generalmente pesimista en torno a la economía global, a tenor de la guerra comercial, una desaceleración en China y la notable ausencia de varios líderes mundiales debido a los desafíos de sus respectivas políticas internas.

Dicho esto, pocas personas han dicho que esperaban una recesión en los próximos 12 meses, y varios inversores de renombre mundial han explicado a Business Insider que pensaban que la economía de Estados Unidos en particular está mucho mejor de lo que se pensaba.

Específicamente, hemos escuchado repetidamente advertencias sobre el riesgo de que Estados Unidos "entre en recesión", y uno de los inversores comentaba que si bien esta podría ser el octavo hundimiento en el ciclo económico de Estados Unidos, la situación podría alargarse hasta los 18 meses.

En cuanto a China, todos coinciden en que se está desacelerando. Pero es probable que China introduzca medidas para mejorar su economía, las salidas de divisas son menos preocupantes que en el pasado e incluso con una desaceleración en su crecimiento,un crecimiento del 5% no es malo, según han explicado varios asistentes.

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"Obviamente, la situación entre China y Estados Unidos es probablemente la mayor amenaza para que haya una desaceleración, especialmente en la economía china", explicaba Martin Gilbert, coCEO de Aberdeen Standard Investments -—con una capitalización de 645.000 millones de euros—, a Sara Silverstein, de Business Insider , haciéndose eco de otros participantes en el foro: "No deberíamos reaccionar de manera exagerada. Incluso si no hubiera exportaciones, la economía china aún crecería un 5% al ​​año con respecto al crecimiento interno. Todavía es bastante resistente. A la mayoría de los países les encantaría tener una tasa de crecimiento del 5%".

El estado de ánimo en Europa era mucho menos positivo, en contraste, con el Reino Unido sumido en un período prolongado de agitación política, con Macron desaparecido de Davos en medio de las protestas de los chalecos amarillos y con Alemania bordeando la recesión.

Las tecnológicas se preparan para la regulación

La estación de Davos
La estación de Davos

Microsoft, Palantir, Google Cloud, Facebook, AWS, Wipro, Infosys y Cloudflare han ocupado lugares destacados en el foro de Davos, y gran parte de la discusión a lo largo de la semana se ha centrado en las posibilidades que ofrecen cosas como la inteligencia artificial, el big data o la computación en la nube, así como las responsabilidades y la regulación potencial de las grandes tecnológicas.

La directora de finanzas de Google, Ruth Porat, marcó la pauta el martes en una mesa redonda, destacando cómo los datos podrían usarse para siempre, antes de elogiar la regulación europea de privacidad de datos (GDPR). El presidente de Microsoft, Brad Smith, explicaba a Jake Kanter que las leyes federales de privacidad en Estados Unidos son inevitables y que podrían entrar en vigor este año.

"En un mundo donde todos trabajamos con datos, creo que todos podemos preguntarnos cómo podemos gestionarlos mejor y de una manera que mantenga la confianza del público", aseguraba Smith.

El jefe de Smith, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, también elogiaba la GDPR días después en un panel, explicando que esperaba que Estados Unidos tuviera algo similar. Y la directora de Operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, pasó la semana diciéndole a los asistentes en Davos que Facebook estaba listo para la regulación.

La industria de la salud está entusiasmada con el potencial de la IA.

Una de las áreas donde la tecnología tiene un enorme potencial es en la atención médica: desde la aplicación de la IA, hasta los datos para ayudar al descubrimiento de medicamentos, pasando por el seguimiento de pacientes para medir las mejoras en su calidad de vida después del tratamiento.

Esto ha derivado en algunos cambios drásticos para las compañías farmacéuticas. Novartis, por ejemplo, ahora cuenta con 400 científicos de datos en el personal, de acuerdo con Jay Bradner, quien dirige la investigación y descubrimiento de drogas del gigante farmacéutico como presidente de los Institutos de Investigación Biomédica de Novartis.

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Y ha generado muchas conversaciones entre diferentes partes del sector de la salud y el tecnológico. Peter Lee, vicepresidente corporativo de Microsoft Healthcare, explicaba que la sociedad recientemente anunciada de la compañía con Walgreens sería la primera de varias en el sector de la salud.

Y Marc Harrison, el director ejecutivo de Intermountain Healthcare, comentaba que estaba dispuesto a trabajar con compañías de tecnología como Microsoft.

"Estamos interesados no solo en la automatización, sino en cómo entendemos el análisis predictivo, cómo entendemos la biometría social", explicaba Harrison. "¿Cómo podemos realmente dar una visión lo menos espeluznante posible a nuestros pacientes?".

Todos hablan del objetivo de su empresa

No puedes ir muy lejos en Davos sin escuchar a alguien hablar sobre el propósito o la misión de su compañía.

Evidentemente, la mayoría diría que ha sido algo que ha pasado durante años. Pero el año pasado se puso de relieve justo antes del foro de Davos, cuando el jefe de BlackRock, Larry Fink, envió una carta a los CEO que asistieron en la que destacaba la necesidad de una estrategia clara a largo plazo y una comprensión del impacto social de su negocio. En ese momento, agitó las aguas en algunas compañías.

Un año después de esa carta (y en un panel de Davos sobre el mismo tema liderado por el CEO de Insider Inc, Henry Blodget), está claro que esta idea es ahora más aceptada que nunca. En términos simples, practicar un better capitalism parece ser bueno para los negocios.

El jefe de marketing de Unilever, Keith Weed, le explicaba a Nich Carlson que se ha demostrado que es un caso de éxito operar de manera sostenible, y aseguraba que las marcas sostenibles de la compañía están superando a sus otras marcas y que generan el 70% de su crecimiento.

"Las empresas se están dando cuenta de que pueden tener un impacto en la mejora del medio ambiente y, al mismo tiempo, mejorar su calidad y crecer", comentaba Marc Pritchard, jefe de marketing del gigante de los consumidores P&G. "De hecho, los dos van de la mano".

Y el presidente de Lombard Odier, un banco privado suizo fundado en 1796 con más de 241.000 millones de euros en activos, explicaba que este cambio representa "una de las oportunidades de negocio más interesantes para nuestros clientes".

¿Quién va a asumir la responsabilidad de acabar con la brecha de las habilidades profesionales?

Independientemente de si se considera que la IA va a crear empleos o a destruirlos, parece bastante claro que las habilidades requeridas para tener éxito en los próximos 20 años serán diferentes a las habilidades requeridas en los últimos 20 años.

La encuesta de confianza anual de Edelman, publicada justo antes de la apertura del foro de Davos, desvelaba que el 59% de los empleados se preocupa por no tener la capacitación y las habilidades necesarias para un trabajo bien remunerado, y el 55% se preocupaba por la automatización y otras tecnologías que harán que su trabajo se quede obsoleto. Un informe del foro de Davos publicado unos días después de la encuesta de Edelman aseguraba que es probable que 1,4 millones de trabajadores estadounidenses pierdan su empleo en la próxima década.

"Hay una gran parte de la sociedad que no cree que esto vaya a ser bueno para su futuro", comentaba el CEO de IBM, Ginni Rometty, en uno de los paneles.

El presidente mundial de KPMG, Bill Thomas, le explicaba a Henry Blodget que las empresas necesitan ver la inversión en programas de capacitación interna como una ventaja competitiva.

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Y varios de los asistentes con los que hablamos han destacado la mayor importancia y el atractivo de la "capacidad de aprendizaje" o la capacidad de continuar aprendiendo habilidades novedosas a lo largo de la carrera. Un cierto porcentaje de empleados siempre tendrá la oportunidad de asistir a cursos de capacitación, al igual que hay un grupo que no estará interesado. El desafío es cómo empujar al grupo de en medio.

Ellyn Shook, directora de liderazgo y recursos humanos de Accenture, comentaba que la empresa había creado un Job Buddy para el personal, dándoles a conocer la parte de su rol actual en riesgo de automatización y las habilidades que deberían adquirir, dadas sus fortalezas actuales. 4 de cada 5 empleados se convencieron para adquirir la nueva capacitación.

Sin embargo, es probable que un gran peso recaiga sobre los gobiernos. Según el estudio del foro de Davos, el sector privado solo puede volver rentable a 1 de cada 4 de los 1,4 millones de trabajadores que probablemente se encuentren en riesgo durante la próxima década. Con la colaboración entre empresas, ese número se acerca a 1 en 2. Eso deja la pequeña materia de más de 700.000 personas en manos del gobierno de Estados Unidos.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.

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