Postbióticos, la parte de tu microbiota intestinal que desconoces y puede ser esencial para tener mejor salud

tripa, abdomen
  • En el intestino vive un conjunto de microorganismos que necesitas que estén en equilibrio para mantener un estado de salud óptimo y una vida más larga.
  • Los probióticos, como el yogur o el chucrut, ayudan a ello al aportarte bacterias beneficiosas a tu microbioma intestinal. Los prebióticos actúan como alimento para los probióticos. Pero quizá desconozcas que existe una tercera pata: los postbióticos.

La microbiota intestinal alude a todos los microorganismos que viven en el tracto gastrointestinal. Sabes que está compuesta por bacterias, pero también por virus y hongos entre otros "seres". 

Son diversas las tareas que cumple. Entre ellas ayudarte a digerir los alimentos y aprovechar sus micronutrientes, pero también contribuir a un sistema inmunitario equilibrado o un intestino saludable. Parece tener efecto en la función cognitiva, la salud cardiaca y el riesgo de cáncer. Algunos estudios han apuntado que puede ser clave en la longevidad, —los centenarios japoneses se caracterizan por poseer una amplia diversidad—.

Tener dolores de cabeza, hinchazón de tripa después de comer, ansiedad o incluso unos kilos de más pueden ser situaciones generadas por una disbiosis, o lo que es lo mismo, un desequilibrio de la microbiota, puntualizó previamente Sari Arponen, doctora en Ciencias Biomédicas, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota. 

En resumen para tener una buena salud necesitas que los microorganismos de tu intestino estén en equilibrio. Lo cual sabes que puedes hacerlo a través de los probióticos, las bacterias "buenas" que viven en el intestino grueso. También se encuentran naturalmente en alimentos como el kimchi, la sopa de miso o  el yogur. Al tomarlos contribuyes a su proliferación.

Los  prebióticos juegan asimismo un papel fundamental. Son un tipo especial de fibra vegetal que favorece una digestión y un metabolismo sanos. Aunque el cuerpo no puede digerirlos, alimentan las colonias de bacterias útiles. El ajo, la cebolla, el puerro o los arándanos son algunos ejemplos de alimentos que los contienen.

Hay un tercero que es menos conocido. Se trata de los postbióticos, un término relativamente actual para definir otro componente esencial para la salud intestinal.

Qué son los postbióticos 

En 2019  la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP) convocó a un panel de expertos para revisar la definición y el alcance de los posbióticos. 

Según la conclusión a la que llegaron, publicada en Nature,  un posbiótico es una “preparación de microorganismos inanimados y/o sus componentes que confiere un beneficio para la salud del huésped”. Para ser eficaces, añaden, "deben contener células microbianas o componentes celulares inactivados, con o sin metabolitos, que contribuyan a los beneficios observados para la salud". 

Una forma más sencilla de explicarlo la  proporciona el portal médico de Harvard. Definen este concepto como "los desechos que quedan después de que el cuerpo digiere tanto los prebióticos como los probióticos"

Los postbióticos saludables incluyen nutrientes como las vitaminas B y K, aminoácidos y sustancias llamadas péptidos antimicrobianos que ayudan a frenar el crecimiento de bacterias dañinas. Otras sustancias posbióticas llamadas ácidos grasos de cadena corta ayudan a que florezcan bacterias saludables, indican.

 Qué pueden hacer por tu salud

Mientras que los probióticos son microorganismos vivos, los postbióticos están formados por componentes inertes. "Es decir, que se puede considerar a estos como una manera de suministrar directamente al intestino células microbianas desactivadas como las que habitan en el intestino", matizan desde Gut Microbiota for Health. 

Esta "ausencia" de vida significa que cuando se administran no se pueden replicar en el intestino, como podría hacerlo un ente vivo. Lo que reduce riesgos. —Ya que las bacterias de los probiotícos pueden entrar en competición con las ya presentes en el intestino—. 

Esta característica hace que los postbióticos se coloquen como un tratamiento seguro en pacientes delicados con riesgo de infección, por ejemplo, con un sistema inmunitario débil, y que tienen contraindicados los probióticos, apuntan desde el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. 

"Tienen poca interacción con los ingredientes de los alimentos siendo fáciles de procesar, en consecuencia, adquieren un efecto óptimo en la restauración del ecosistema intestinal saludable en pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales", afirma a su vez una revisión de estudios de la universidad de Valladolid.

Si bien aún se está estudiando su efecto en el organismo,en lo relativo a beneficios destaca la acción protectora de la barrera epitelial del intestino junto a efectos antiinflamatorios, bactericidas, insulinotrópicos, hipoglucemiantes e hipocolesterolémicos, resume la investigación. 

Desde Harvard aseguran que puedes aumentar la cantidad de postbióticos útiles en tu sistema con alimentos fermentados, como kéfir, tempeh y kimchi. En elDiario.es, la doctora Lorena Calvo, especialista en microbiota y nutrigenética de las clínicas CRES añade a la lista el ajo, la cebolla, el plátano o queso curado, para incrementar estos "sin necesidad de tomar suplementos".

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