El secreto de Elon Musk: por qué Tesla permite a sus rivales utilizar sus estaciones de recarga

Adam Rogers
| Traducido por: 
Tesla permite a las empresas rivales utilizar sus estaciones de recarga de vehículos eléctricos, lo que le permite recoger discretamente datos de sus competidores.
Tesla permite a las empresas rivales utilizar sus estaciones de recarga de vehículos eléctricos, lo que le permite recoger discretamente datos de sus competidores.

Tesla; Britta Pederson/Getty Images; Alyssa Powell/Insider

  • Ford y GM anunciaron la semana pasada un acuerdo con Tesla para acceder a su red de supercargadores sin ningún coste, y muchos se preguntan por qué Elon Musk facilitaría el acceso si no hay compensación económica. 
  • La clave no está en los electrones, sino en los bits: gracias a la estación de carga, Tesla podría tener acceso a información sobre sus competidores.

Cualquier propietario de un Mustang Mach-E o un Chevy Bolt (ambos modelos eléctricos) que haya pasado alguna vez por delante de una estación de supercargadores de Tesla y haya sentido envidia, debe estar contento ahora mismo. La semana pasada, Ford y GM anunciaron que habían llegado a un acuerdo para acceder al sistema de recarga norteamericano de Tesla, que se ha adaptado a un nuevo estándar industrial para recargar vehículos eléctricos. 

En comparación con la mayoría de las redes públicas de recarga, que utilizan cargadores más lentos, el sistema NACS de Tesla es rapidísimo y ofrece unos 20.000 enchufes en casi 1.800 estaciones solo en Estados Unidos.

La duda está en por qué Tesla ha decidido facilitar el acceso. No parece que sea por dinero: GM y Ford no pagan por ello, según las primeras publicaciones. Además, el gobierno federal de EEUU ya está incluyendo el estándar de Tesla en su nuevo programa de 7.500 millones de dólares para fomentar la construcción de redes de cargadores. "Tesla está encantada de apoyar a otros vehículos eléctricos a través de nuestra red de supercargadores", tuiteó Elon Musk en respuesta al anuncio del presidente Joe Biden. 

¿Por qué iba la empresa automovilística más valiosa del mundo a regalar una de las cosas que la diferencian de los demás?

Basta con echar un vistazo a un elegante cargador NACS para descubrir la respuesta. Los 3 orificios grandes del cargador son para la electricidad. Pero los 2 más pequeños son puertos de datos. Tesla es famosa por recopilar datos sobre sus coches y usuarios a través de los smartphones y la red wifi. 

Con este sistema, puede saber desde la eficiencia del sistema de frenado hasta la frecuencia con que los conductores utilizan el aire acondicionado. Además, los puertos de sus cargadores recogen aún más información. Al permitir el acceso a otras compañías, creo que Tesla tendrá acceso a información sobre estos vehículos. 

Eso no solo le daría una ventaja de mercado en la industria del automóvil, sino que también proporcionaría a la empresa un flujo de datos que podría comercializar y vender a otros. En estos nuevos acuerdos de carga, me parece que el verdadero poder no está en los electrones. Está en los bits.

Elon Musk, consejero delegado de Tesla, habla en la fiesta de inauguración de la fábrica Tesla Giga Texas Cyber Rodeo.

Los cargadores hacen más que cargar

Un surtidor de gasolina solo necesita saber si el depósito del vehículo está lleno. La única prueba que queda tras el repostaje es el número de la tarjeta de crédito y el delicioso aroma del combustible.

Pero cargar vehículos eléctricos es diferente. Garantizar la salud óptima y la eficiencia eléctrica de una pila de baterías de iones de litio es, sin duda, el principal logro técnico de los coches eléctricos. Hay un montón de de cuestiones de ingeniería, pero en el nivel más básico tiene que haber algún tipo de comunicación entre el sistema de gestión de la batería y el surtidor de energía.

A veces, la información es necesaria para cosas tan simples como asegurarse de no extraer más amperios de los que puede suministrar una línea doméstica. Pero una carga más rápida, con corriente continua, requiere una tecnología más complicada para que el vehículo y el cargador se comuniquen sobre las necesidades de la batería. 

Para ello, hay que incluir información de identificación y protocolos de ciberseguridad. El sistema de carga combinada, que utilizan casi todas las empresas automovilísticas salvo Tesla, necesita muchos enchufes, lo que lo convierte en un servicio muy engorroso de utilizar.

Tesla ha creado un sistema mucho más ágil. Sus clavijas de carga pueden funcionar con corriente alterna o continua, e incluyen un "piloto de proximidad" para recoger la información más simple, como por ejemplo un "hola, estoy aquí, qué tipo de electricidad necesito". Después, incluyen también un "piloto de control" que puede transmitir digitalmente todo tipo de información sobre el coche y su conductor. 

El resultado, es decir, el proceso de "enchufar y cargar", parece más fácil de usar que un surtidor de gasolina. Sin embargo, Tesla obtiene un montón de información sobre su base de usuarios cada vez que cargan. 

Ahora, cuando los Ford, Buicks, Chrysler y Volvo empiecen a conectarse a los cargadores de Tesla, los analistas con los que he hablado afirman que es casi seguro que la empresa pueda extraer datos de los vehículos eléctricos rivales. Para empezar, recopilará el estado y el índice de carga de las baterías de los coches. Luego, combinando esos datos con la información de la tarjeta de crédito del conductor y el número de identificación del vehículo, Tesla podría realizar el equivalente a un ultrasonido sobre el rendimiento de los sistemas de baterías de sus competidores.

"Sospecho que tanto Ford como GM han establecido formas de impedir que Tesla recopile directamente la información de propiedad. Pero Tesla probablemente podría averiguarlo utilizando otros medios. El valor de los datos es sobre todo interno para Tesla en términos de inteligencia competitiva", afirma Mike Ramsey, analista de automoción de Gartner.

Incluso la información más básica de una estación de carga (cuánta energía necesito y la mejor manera de dármela) puede tener un enorme valor inferencial, sobre todo cuando se combina con los datos sociodemográficos que cualquiera podría construir sobre el propietario del coche a partir de la información necesaria para el pago. Te dice cómo funcionan las baterías a lo largo del tiempo, cuáles son los efectos de los diferentes patrones de uso, incluso cómo pensar en la planificación de la carga para toda la red eléctrica.

Tesla Supercargador

Y al acceder al sistema de gestión de baterías de un vehículo, Tesla puede obtener aún más datos de sus competidores. Por un lado, al igual que en un Tesla, los sistemas de Ford y GM están en una red que conecta la gestión de la batería, la unidad de control del motor y otros elementos del vehículo. 

"Si tienes acceso al sistema de gestión de la batería, y si realmente quieres entrar en el sistema, digamos, de control del motor, no es tan difícil", señala Samrat Acharya, un ingeniero de investigación que estudia la ciberseguridad de los VE 

El futuro de Tesla

No se trata de detalles técnicos secretos. Casi con total seguridad, Ford sabe cómo funciona un Tesla y Tesla sabe cómo funciona un Ford. Es una simple cuestión de ingeniería inversa. Pero si añadimos el tamaño del conjunto de datos que fluyen a través de los enchufes de carga, y cómo cambian esos datos con el tiempo, podríamos tener algo realmente útil. 

Los responsables de comunicación de Tesla no han respondido a mis preguntas, pero ya se sabe que Elon Musk valora los datos. 

El CEO ha declarado que son la clave de la conducción autónoma de los Tesla, ha empezado a cobrar a los investigadores por acceder a los datos de Twitter y se basa en los datos de actividad cerebral de los primeros usuarios de Neuralink para facilitar el uso de sus chips cerebrales. Para Musk, como para muchos en Silicon Valley, no hay nada más grande que el Big Data.

Es de suponer que, a medida que otras empresas automovilísticas construyan sus propias redes NACS, podrán extraer datos similares de los Tesla, pero ninguna de ellas gestiona tan bien los datos como Tesla. Mientras que los propietarios de Ford y GM se han mostrado reticentes a compartir cierta información, los usuarios de Tesla tratan a la empresa como a un hermano mayor, permitiéndole recopilar datos cada vez que arrancan sus motores.

Durante años se bromeó con que Tesla era en realidad una empresa de créditos de carbono que fingía ser una empresa automovilística. Durante un tiempo parecía que iba a ser una compañía de seguros haciéndose pasar por una empresa automovilística. Ahora, creo que va a ser una empresa de datos, que puede ser lo que acabe manteniéndola a flote.

Tesla ya estaba masticando los datos de sus propios usuarios para alimentar su software de conducción autónoma, posiblemente con un éxito limitado. Añadir los datos de las baterías de sus competidores podría, quizás, ayudar a la empresa a mejorar la eficiencia de sus propias baterías y, por tanto, la autonomía de sus coches, la principal ventaja competitiva de un vehículo eléctrico. 

Además, el mercado de datos de automoción es amplio y lucrativo. Según The Markup, ya hay 3 docenas de empresas en un espacio que algunos predicen que podría valer 800.000 millones de dólares a finales de la década.

Y eso es solo el principio. Los analistas con los que he hablado afirman que los datos sobre baterías de vehículos eléctricos podrían abrir toda una nueva base de clientes: las compañías eléctricas. La carga rápida de los vehículos eléctricos aumenta la demanda de electricidad, y la gestión de esa red ahora mismo implica modelos matemáticos y datos públicos. 

Las cifras de Tesla podrían ser la clave para saber dónde y cuándo necesitarán energía los conductores, y dónde colocar las nuevas estaciones de recarga de la forma más rentable, independientemente de quién las construya. A largo plazo, esto podría resultar más rentable que la construcción y comercialización de coches. 

A pesar de los anuncios llamativos de que se estaba ramificando en camiones y un nuevo roadster, Tesla no ha lanzado un nuevo modelo desde 2020. Si le sale bien lo de los datos, puede que no tenga que hacerlo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.