Los multimillonarios de Silicon Valley dicen que miles de empleados recién despedidos solo se dedicaban a hacer "trabajo falso"

Hasan Chowdhury,Shona Ghosh,Emilia David,
Una de las "cabinas de siesta" de las oficinas de Google en Mountain View, California (Estados Unidos).
Una de las "cabinas de siesta" de las oficinas de Google en Mountain View, California (Estados Unidos).Brooks Kraft LLC/Corbis via Getty Images
  • Los fundadores e inversores de Silicon Valley intentan delimitar en qué consiste desempeñar trabajo real en las empresas tecnológicas.
  • En medio de la ola de recortes de plantilla que lleva semanas azotando el sector, expertos como Keith Rabois, inversor y exdirectivo de PayPal, aseguran que las compañías han contratado a gente para que haga "trabajo falso".
Análisis Faldón

Si no desarrollas o programas, ¿a qué te dedicas?

Esa es la pregunta que se están haciendo algunos miembros de la élite de Silicon Valley, que atribuyen los despidos masivos que está afrontando el sector tecnológico a la época de bonanza que se ha vivido estos años: el "trabajo falso" y el sobredimensionamiento.

La semana pasada Keith Rabois, inversor en tecnología y miembro de la conocida como "mafia de PayPal", lanzó una pulla sobre el "trabajo falso". En un acto organizado por la entidad bancaria Evercore, Rabois afirmó que las grandes empresas tecnológicas habían contratado a demasiada gente buscando una "métrica de soberbia" como era el número de empleados

Según este experto, durante la época de bonanza las compañías han contratado a trabajadores mediocres y mimados para parecer más grandes que sus rivales e impedir así que esos empleados fuesen útiles en la plantilla de algún competidor.

"Todas estas personas eran innecesarias", indicó Rabois. "Esto ha sido así durante mucho tiempo. La métrica de soberbia que era la contratación de empleados representaba una especie de divinidad". El exdirectivo de PayPal acusó así a miles de trabajadores de Google y de Meta —matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp— de no estar haciendo prácticamente nada en sus respectivos puestos.

"Estas personas no tienen nada que hacer: en realidad todo es trabajo falso", señaló durante su intervención Rabois, cuya fortuna llegó a superar los 1.000 millones de dólares. "Ahora que está saliendo a la luz, ¿a qué se dedican realmente estas personas, van a reuniones?".

Esta opinión se ha extendido entre inversores y fundadores adinerados. 

"Realmente no hacían nada trabajando desde casa", ha declarado recientemente a Business Insider Thomas Siebel, el multimillonario CEO de la empresa de inteligencia artificial C3.ai. "Si quieres trabajar desde casa, digamos cuatro días en pijama, vete a trabajar a Facebook", añadió.

Y consideran que los despidos masivos son una oportunidad para resetear el excepcionalismo tecnológico y volver a la rutina

Una visión particular del "trabajo"

El concepto de "trabajo falso" está basado, al menos en parte, en la polarización política.

Varios de los perfiles tecnológicos que han impulsado este concepto se alinean con la ideología del partido republicano en Estados Unidos, mientras que los trabajadores contra los que arremeten se asocian con un pensamiento político más de izquierdas.

Estos expertos parecen alabar la ética del trabajo manual, que ha sido defendido a veces como el único trabajo "real". Aprecian a los bichos raros que tienen capacidades de programación, ciencias o matemáticas, pero que carecen de habilidades interpersonales, y muestran aversión hacia los sindicatos tecnológicos, producto, sostienen, de empleados activistas con demasiado tiempo libre.

Consideran que el marketing, el diseño, los recursos humanos, la política, la ética u otras funciones más creativas son, en esencia, una pérdida de espacio. Aunque no lo verbalicen necesariamente de forma explícita.

Despidos grandes tecnológicas

Para Rabois, el paradigma del "trabajo falso" son las reuniones. Para Elon Musk (CEO de Twitter), si no estás en la oficina o no haces cosas, no trabajas. Para el inversor Marc Andreessen, "trabajo falso" es cualquier cosa que haga la "clase del portátil", esto incluye, mantener opiniones socialmente conformistas. 

Sin embargo, cuestiones como el manifiesto sobre la "hora de construir" de Andreessen Horowitz—del que tantas burlas se han hecho— o la visión de Musk revisando el código fuente de Twitter la una y media de la mañana tras hacerse con el control de la red social son bastante reveladoras acerca de dónde creen estos pensadores que reside el valor real de sus trabajadores.

Además, estos líderes de opinión tienen bastante munición, ya que, en el pasado, las firmas tecnológicas parecían desesperadas por evitar que su personal se fuese a la competencia y las ventajas que ofrecían a sus empleados se volvieron absolutamente ridículas.

Prueba de ello son los vídeos que se han hecho virales en TikTok de "20 cosas...", en los que profesionales tecnológicos con puestos de trabajo muy bien pagados muestran cómo su rutina incluye un taller sobre cómo preparar tu propia máscara facial o cómo tener un "momento de autocuidado".

El inversor David Sacks —amigo íntimo de Musk y otro de los integrantes de la mafia de PayPal— publicó el pasado agosto uno de estos vídeos en redes sociales. "¿Todavía trabaja alguien?", comentó incrédulo, a lo que Musk le respondió con un emoji de llorar de la risa.

Además, existe un fenómeno de trabajadores que no hacen nada y, aun así, siguen siendo rentables para sus organizaciones: empleados ricos que son adquiridos y que descansan a la espera de que sus acciones sean adquiridas por su compañía para poder marcharse.

Musk ha sido el CEO más abierto y despiadado a la hora de despedir a los trabajadores que él consideraba que sobraban en sus empresas

Nada más tomar las riendas de Twitter, el multimillonario le exigió a la plantilla de la red social que se comprometiese con su visión "extremadamente dura" del trabajo o que se marchase, dando prioridad a los ingenieros sobre empleados que él consideraba que pertenecían a áreas menos relevantes como política interna, marketing o legal.

Tanto Musk como aquellos empresarios que promueven la cultura de la "trituradora" actúan así, señalan los trabajadores del sector, porque cuentan con unos intereses particulares.

"Lo más probable es que sea un capitalista avaricioso que quiere suprimir los salarios", declaró un usuario del portal laboral de valoraciones Blind, refiriéndose a Rabois. "Trabajé en varias empresas que estaban bien valoradas en relación a la conciliación laboral y la realidad era que todo el mundo tenía toneladas de trabajo pendiente por hacer".

 

No es posible que se dé "trabajo falso" en la mayoría de las startups, asegura un inversor a Business Insider.

"Es fácil perderse en una gran empresa, pero para una startup no hay forma de salirse con la suya con respecto al trabajo falso", afirma Eugene Malobrodsky, socio de la firma de inversión One Way Ventures, que financió a la fintech Brex. "Es una visión errónea decir que mucha gente hace trabajo falso, especialmente cuando las empresas despliegan herramientas de monitoreo en el lugar de trabajo".

Aunque no se muestren abiertamente de acuerdo con pensadores como Musk, Andreessen, Rabois o Sacks, está claro que varios CEO del sector tecnológico están siguiendo el ejemplo del director general de Tesla.

Un ejemplo sería Meta, que despidió a más de 11.000 personas en noviembre del 2022, de las cuales, el 70% pertenecían a departamentos como contratación, producto, marketing, operaciones, diseño o ventas, según MetaMates Talent Directory, una base de datos creada por los propios empleados de la matriz de Facebook. Apenas un 22% de los trabajadores despedidos procedían del área de ingeniería.

Parece que el sueño dorado de trabajar en una tecnológica ha llegado a su fin.

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