La hortaliza más extraterrestre y hermosa del mundo (y cómo prepararla)
- La coliflor romanesco —también llamada brócoli romanesco— se recolecta durante el invierno en España, entre los meses de diciembre y febrero.
- Esta hortaliza tiene múltiples beneficios para la salud y la longevidad.
Si nunca la has comido, es probable que te llame la atención en el supermercado por su brillante color verde y la fascinante forma de los conos acaracolados que componen su cogollo. Es la col romanesco, una hortaliza de la familia de las crucíferas, verduras otoñales e invernales con gran poder antiinflamatorio y propiedades anticancerígenas.
Podrás encontrar esta bella hortaliza —cuyo nombre científico es Brassica oleracea— en los estantes entre diciembre y febrero, ya que está de temporada en invierno. Llama mucho la atención una característica: posee geometría fractal en su estructura debido a perturbaciones genéticas. La cantidad de inflorescencias del romanesco es un número Fibonacci.
Si todavía no te has lanzado a probarla, esta es la composición nutricional y los beneficios para la salud del romanesco.
Nutrientes del romanesco
Al igual que sus parientes cercanos, la coliflor romanesco es una excelente fuente de vitaminas y minerales, como vitamina C, vitamina K, vitamina B6, potasio, ácido fólico y manganeso, cruciales para la función inmune, la coagulación sanguínea, la salud ósea o el metabolismo.
Según la Federación Española de Nutrición, destaca su elevada cantidad de fibra, vitamina C —aunque parte puede perderse en el proceso de cocción—, y folatos, hasta el punto que una ración (200 gramos) aporta casi el doble de las ingestas recomendadas de vitamina C y la cuarta parte de la de folatos para un hombre y una mujer de 20 a 39 años con actividad física moderada.
La peculiar verdura para reemplazar a la patata que tiene más vitamina C que la naranja
El romanesco también es fuente de potasio, azufre —que dota a esta col de propiedades antimicrobianas e insecticidas, y es el causante de su potente olor—, antioxidantes (b-carotenos y vitamina C), y sustancias fitoquímicas (glucosinolatos/isotiocianatos/indoles) entre las que destaca el sulforafano (isotiocianato) y el indol-3-carbinol (indol).
Desde la web Checkyourfood también destacan que la col romanesco es rica en vitamina K, ácido pantoténico o B5, vitamina B6 y colina, esencial para el hígado. A continuación, puedes explorar los principales beneficios de esta verdura para tu salud.
Combate el estrés oxidativo
Desde NetMets destacan que el alto contenido de antioxidantes del romanesco, como la vitamina C y el manganeso, que combaten el estrés oxidativo, reducen el riesgo de enfermedades crónicas y promueven el bienestar general, previniendo el envejecimiento y la oxidación celular.
Ayuda a la salud digestiva
Al ser fuente de fibra, el romanesco te ayuda a tener un sistema digestivo saludable. Comerlo regularmente te ayudará a tener deposiciones regulares, prevenir el estreñimiento y enriquecer tu microbiota.
Compuestos con potencial anticancerígeno
Compuestos como el sulforafano y el indol-3-carbinol, que se han relacionado en estudios como este con la prevención de algunos tipos de cáncer como el de próstata.
Salud cardiovascular
El contenido de fibra y potasio de la coliflor romanesco contribuye a la salud del corazón. La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol, mientras que el potasio contribuye a regular la presión arterial, reduciendo la posible aparición de problemas cardiacos.
Fortalece los huesos
Gracias a su contenido de vitamina K y calcio, la coliflor romanesco favorece la salud ósea y previene problemas como la osteoporosis. Según los National Institutes of Health, hay estudios que señalan que quienes consumen más alimentos ricos en vitamina K tienen huesos más fuertes y menos probabilidades de romperse la cadera.
Protege la salud ocular
Las verduras de hoja verde oscuro son la fuente dietética más común de luteína y zeaxantina, dos tipos de carotenoides antioxidantes. Sumando la vitamina C y el betacaroteno, el romanesco es un alimento fantástico para cuidar de la salud ocular y reducir los trastornos oculares asociados a la edad como la degeneración macula.
Cómo cocinar col romanesco
Aunque al igual que sucede con el brócoli, el modo más común de preparar esta crucífera es al vapor o hervida, hay muchas formas de cocinar romanesco, como a la plancha, al horno, salteada con aceite o mantequilla o acompañada de diferentes salsas y aderezos.
Puedes hacer romanesco con salsa bechamel o salsa de tomate, preparar unua crema de romanesco suave y ligera tanto fría como caliente, incluirla crujiente y salteada en ensaladas o en platos de pasta con nata de recetas.
En Internet puedes encontrar recetas muy ricas como el tabulé de romanesco, el romanesco con salsa de almendras de Karlos Arguiñano o el romanesco al microondas con salsa de yogur que propone Veganissima.
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