¿Es más sano tomar una cerveza sin alcohol o un refresco?

¿Es más sano tomarse una cerveza sin alcohol o un refresco? La clave está en ese "una". Es decir, que si lo vas a hacer de forma ocasional lo mismo da. Ninguna de las 2 va a suponer un gran impacto en la salud. Es más, los nutricionistas recomiendan darse caprichos para no decaer en tus intentos de cuidarte.

Pero si lo vas a convertir en una práctica diaria, la cosa cambia. Aunque la respuesta es asimismo sencilla, ninguna de las 2. Resulta igual de absurdo, comparan desde El Comidista, que preguntarte  "¿qué es mejor, que te atropelle un autobús o un camión?" Si lo que quieres es algo saludable entonces bebe agua y poco más. 

Los refrescos — "un caramelo líquido en una botella” en palabras de Marion Nestle autora de Soda Politics— favorecen el aumento de peso y la obesidad, causan caries e incrementan el riesgo de diabetes tipo 2. También se asocian con una menor ingesta de calcio y otros nutrientes. 

Se estima que en torno a 184.000 los adultos fallecen a causa de las bebidas azucaradas: 133.000 por diabetes, 45.000 por enfermedades cardiovasculares y 6.540 por cáncer.

La solución entonces podría ser pasarte a los refrescos Zero. Lo que parece estar sucediendo a medida que la gente es más consciente de los efectos del exceso de azúcar. De hecho, se espera que el mercado mundial de refrescos dietéticos crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 3,2% entre 2019 y 2025 hasta alcanzar los 5.170 millones de dólares (4.872,54  millones de euros) en 2025.

Sin embargo a medida que crece la investigación sobre estos productos, los resultados sugieren que los efectos en la salud de las bebidas light son igual de nefastos.

Los edulcorantes no parecen mejor opción que el azúcar

Un estudio experimental de 10 semanas encontró que los pacientes con sobrepeso que consumieron cantidades bastante grandes de sacarosa, principalmente en forma de bebidas, tuvieron un aumento en calorías, peso corporal, masa grasa y presión arterial tras ese tiempo. Efectos que no se observaron en el grupo que ingirió edulcorantes artificiales.

Ahora bien la primera revisión sobre los efectos en la salud de los refrescos dietéticos encontró que el consumo excesivo puede relacionarse con peor salud mental, empeoramiento de la retinopatía en diabéticos, artritis reumatoide en mujeres, fracturas de cadera, erosión dental o envejecimiento celular acelerado.

Estudios recientes señalan conexiones entre las bebidas endulzadas artificialmente y aumento de la circunferencia abdominal, incidencia de diabetes o eventos cardiovasculares. 

Hace unos meses la Organización Mundial de la Salud desaconsejó el uso de los edulcorantes para controlar el peso. Bajo su criterio, la sacarina, la estevia o el aspartamo —catalogado en julio como "posible carcinógeno"— podrían tener consecuencias en la salud, y ningún efecto positivo en la báscula.

Ojo a las supuestas bondades de las cervezas sin alcohol

En general, menos alcohol significa menos calorías y menos efectos nocivos para la salud. Por ello una cerveza SIN, light o "0,0" será siempre más sana que una tradicional.

Las cervezas del tipo “0,0” son las que menos alcohol aportan, no más de un 0,09, mientras que las denominadas SIN deben tener menos del 1% en volumen. Es decir, que algo llevan, pudiendo contener a tener un 0,9%. 

La cerveza sin alcohol que sabe realmente igual que la normal pero no emborracha ya es una realidad

Este grupo es el tipo de cerveza que menos engorda, con unas 20 calorías por cada 100 mililitros, la mita que una normal. Están además elaboradas a partir de malta, cebada y otros ingredientes que como alimentos fermentados son beneficiosos para la microbiota.

La cara oculta de la cerveza sin alcohol está en que pueden ser más dulces de lo que cabe pensar.   “La cuestión principal proviene del azúcar”, explica Mathilde Touvier, directora del equipo de investigación en epidemiología nutricional del Inserm (El Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia).

 “Si miras una cerveza clásica sin alcohol, verás que el azúcar es el segundo ingrediente, justo detrás del agua. Por lo tanto, tenemos un nutriscore D. Algunas cervezas sin alcohol tienen un NutriScore de C porque no tienen o tienen menos azúcar añadido", alerta en Huffingtonpost.

Basta con pasarse por la plataforma Cuantoazucar.com para confirmarlo. Una lata de Buckler 0,0 aporta el 6,6% del azúcar añadido que debería consumirse al día, una de Free Damm el 5,5 %, una Amstel SIN supone el 7,3% mientras que la Ambar Green 0,0 no aportan azúcares añadidos. 

Por lo que, aunque la cerveza que no lleva alcohol parece la alternativa más aconsejable, una vez más lo mejor es mirar la etiqueta la próxima vez que vayas a escoger una bebida. La opción más saludable será la que menos azúcares o edulcorantes añadidos te aporte. Sobre todo si vas a tomar varias.