Threads prepara su llegada a Europa con cuentas de solo lectura y en un momento delicado para Meta: la guerra por suceder a Twitter cambia de fase

Adam Mosseri, CEO de Instagram.
Adam Mosseri, CEO de Instagram.

Reuters

  • The Wall Street Journal anticipa el desembarco en Europa de Threads, la app con la que Meta quiere competir con X —Twitter—, este mes de diciembre.
  • Llega meses tarde por las dudas de la compañía con los requisitos regulatorios europeos y, sin embargo, lo hará en un momento delicadísimo para la multinacional.

Se acerca el momento. Threads, la plataforma con la que Instagram quiere competir con X —Twitter— prepara su desembarco en Europa. La red social se lanzó en junio de 2023 pero la compañía descartó su entrada en el Viejo Continente por las dudas sobre cómo podría encajar su nuevo servicio con las regulaciones tecnológicas de Bruselas.

En Europa opera el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) desde mayo de 2018, y en los últimos meses han entrado en vigor nuevas leyes como el Reglamento de Mercados Digitales y el Reglamento de Servicios Digitales. Sin embargo, son normas que aplican por ahora a unos pocos elegidos antes de entrar en aplicación para todo el sector en unos meses.

El movimiento lo avanzó The Wall Street Journal este jueves, citando a fuentes anónimas conocedoras del movimiento. Sin embargo, sorprende que se pueda producir ahora la llegada al Viejo Continente de una nueva red social que aplazó su desembarco precisamente por sus dudas con los reguladores.

Sobre todo, porque la situación de Meta sigue siendo delicadísima. A finales de octubre, la compañía que fundó Mark Zuckerberg anunció nuevas suscripciones de pago para quienes quieran usar Facebook o Instagram sin ver publicidad. La propuesta parece enfocada a agradar a su base de usuarios, pero la realidad es más tozuda.

La realidad es que Meta introdujo a toda prisa esas suscripciones antes de que entrase en vigor en noviembre la prohibición de la publicidad personalizada en Facebook e Instagram, que luego confirmó el Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB), el órgano comunitario que aglutina a todas las agencias nacionales —la AEPD, el CNIL francés, el Garante italiano...—.

A principios de año una resolución administrativa de la DPC irlandesa y del propio EDPB, sumado a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pusieron negro sobre blanco lo que se sospechaba: ni Facebook ni Instagram estaban cumpliendo adecuadamente el RGPD al estar recopilando datos de sus usuarios sin pedirles explícitamente su consentimiento.

Resulta que Threads, la última red social de Meta, sí que sirve para seguir las noticias de última hora

Con la llegada de estas suscripciones, la idea es sencilla: por quien decida no pagar 10 euros al mes, Meta asume que ha aceptado tácitamente que se extraigan sus datos personales con fines publicitarios. Algo que, por supuesto, está sujeto a debate. Un experto en privacidad considera que es Meta quien debería pagar a sus usuarios por haber incumplido el RGPD.

Estonia duda de la eficacia de la medida. Noruega la está investigando. Una plataforma de activistas en defensa de la privacidad ya ha presentado una denuncia ante la autoridad austríaca de protección de datos. Y este mismo jueves las organizaciones de consumidores europeas denunciaron lo que consideran una práctica "injusta e ilegal" por parte de Meta.

Así las cosas, sorprende que Threads decida llegar este mes, como vaticina The Wall Street Journal, cuando su lanzamiento global fue en junio y postergó su salida en Europa por dudas con la regulación. Ahora hay más dudas que nunca sobre cómo Meta pretende acatar el RGPD.

Dado que todavía no hay comunicado oficial, solo lo que avanza el Journal, lo único que queda es aventurar. El mismo periódico cita a una de sus fuentes que asegura que, para cumplir con los requisitos regulatorios europeos, Threads ofrecerá la opción a los ciudadanos europeos de crear una cuenta "solo para consumo", es decir, solo para leer: sin la posibilidad de publicar mensajes.

Se puede intuir un movimiento similar a las suscripciones de pago en Facebook o Instagram, solo que en lugar de pedir 10 euros por usar una cuenta en Threads sin ver publicidad —y sin que se usen tus datos para servirte anuncios personalizados—, se ofrecerá la posibilidad de crear una cuenta con limitaciones. La gente no suele pagar por servicios que ni siquiera conoce, como sería el caso.

Además, se puede sobreentender que sin poder publicar mensajes, la cantidad de datos que Meta podría recopilar de los usuarios que solo leerían sería más limitada. Esto no es cierto: con el mero hecho de abrir un post, seguir una cuenta, o hacer una búsqueda, la plataforma registraría actividad que podría usar para fines publicitarios, aunque en un principio prometa no hacerlo.

A la espera de que se produzca la confirmación oficial, un movimiento como este daría cuenta de la confianza que Meta deposita en su movimiento y en que este llegue a ser aceptado por las autoridades europeas, algo que todavía no está claro que suceda.

El lanzamiento de Threads en Europa se produciría además apenas unos meses después de que Adam Mosseri, el CEO de Instagram, confirmara que los usuarios de Threads podrían cerrar su cuenta en la plataforma sin comprometer su cuenta en Instagram.

Hasta la fecha, los usuarios de Threads compartían la misma cuenta que en Instagram, con lo que si te abrías cuenta en la nueva red social tipo Twitter lo harías con el mismo nick y el mismo avatar que usas en la popular aplicación de fotografía.

Una nueva fase en la guerra por la sucesión de Twitter

La idea de Twitter como único y gran foro público se agota. La compra de Elon Musk de la plataforma hace prácticamente un año ha acabado incluso con su conocido logo y su marca. Ahora Twitter es conocida como X y el servicio afronta graves problemas en cuanto a la moderación de sus contenidos: la alcaldesa socialista de París anunció que dejaba la red por ese motivo hace días.

Ese no es el único problema de Elon Musk, el nuevo propietario de Twitter. En los últimos días numerosas marcas han anunciado que retiran su inversión publicitaria de la plataforma precisamente por la misma razón, y un comentario de apoyo del propio magnate a un comentario antisemita desató toda una vorágine de críticas hace una semana.

Marcas como IBM, Apple o Disney han paralizado su inversión publicitaria en X. La llegada de Threads al extensísimo mercado europeo podría suponer un nuevo mordisco de los de Zuckerberg a X. Pero ni X ni Threads son las únicas en liza por ostentar la posición que en su día ocupó Twitter como el lugar de internet donde pasaban las cosas.

En este frente también están dando batalla dos alternativas que apuestan por la descentralización de las grandes plataformas digitales. De un lado, la más veterana: Mastodon. Mastodon no es en sí misma una red social, sino una marca bajo la que se aglutinan un montón de instancias —pequeñas comunicadas alojadas en servidores— federadas por un protocolo conocido como ActivityPub.

Esa red de instancias es lo que se conoce como el fediverso y a ella no se adscriben únicamente instancias de Mastodon —cuyo diseño, por cierto, es también muy similar al de X en sus inicios—. También hay instancias de otras redes sociales federadas, como PixelFed, una red similar a Instagram.

La guerra por reemplazar a Twitter puede cambiar para siempre el internet de plataformas

Precisamente a ese protocolo ActivityPub pretende adherirse en un futuro la propia plataforma de Instagram, Threads, aunque por el momento no se han conocido avances al respecto. 

La idea de que una gran multinacional con evidente ánimo de lucro se incorpore a un protocolo que en su mayoría se sostiene con las aportaciones de sus usuarios y la autogestión de sus administradores es un debate que todavía se debe tener con profundidad.

Pero al otro lado hay otra competidora en liza. Una red social que, para más inri, nació como spin off de Twitter: Bluesky. Tras Bluesky no está otro que Jack Dorsey, quien fuera fundador de Twitter hace más de 15 años. La diferencia con Mastodon es que Bluesky propone su propio protocolo y también da importancia al control de los usuarios sobre los algoritmos que le recomiendan contenido.

Mientras que en X hay un algoritmo de recomendación de contenidos y en Threads también —de hecho, de salida la plataforma de Instagram no contaba con la posibilidad de ver una cronología de los mensajes de las personas a las que sigues en orden, solo lo ordenaba un algoritmo—, en Mastodon no hay algoritmo y en Bluesky se da la oportunidad a los usuarios de crear sus propios algoritmos.

En los últimos meses la guerra por el trono del espacio de Twitter se ha recrudecido. La llegada de Threads, esperada para este mes que recién empieza, le dará una nueva dimensión a esta batalla. En un principio, Mosseri y Zuckerberg no quieren que Threads se convierta en una plataforma de comentarios políticos duros y polarización. No están interesados en las últimas horas.

Y, sin embargo, la reciente destitución —y posterior readmisión— del CEO de OpenAI, Sam Altman, fue una prueba de fuego que Threads superó, no sin dificultad. No por méritos propios, sino porque el listón ahora mismo está muy bajo, como considera la analista Katie Notopoulos en Business Insider.

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