La ingeniera española que quiere saber cómo te está afectando la pandemia para combatir el COVID-19 con inteligencia artificial

Nuria Oliver, la alicantina que se ha consolidado como una de las grandes expertas mundiales en inteligencia artificial (IA), lleva desde que comenzó la pandemia trabajando en la lucha contra el COVID-19 como alta comisionada de la Generalitat Valenciana para la IA. 

La experta en IA es ingeniera de telecomunicaciones y doctora por la Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Además, es miembro del Chief Data Scientist en DataPop Alliance, un grupo que quiere mejorar el mundo a través del big data. 

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Oliver trabaja con un grupo de investigación formado por 25 expertos voluntarios que intentan, en palabras de la propia ingeniera en un webinar organizado por la Fundacion Innovacion Bankinter, conectar los datos que reflejan la realidad de la pandemia con las personas encargadas de tomar las decisiones. 

Oliver aboga por que la toma de decisiones publicadas esté sustentada en una base científica, y asegura que Valencia mostró un gran interés por la posibilidad de usar la IA para trabajar en la pandemia. De hecho, en noviembre, la Comunidad Autónoma publicó la Estrategia en Inteligencia Artificial de la Comunitat Valenciana, que incorpora el uso de la inteligencia artificial en la toma de decisiones públicas.

La movilidad de los ciudadanos, predecir cómo evolucionará la pandemia y conocer el impacto de las medidas en la población: los interrogantes que responde Oliver

Así, el grupo ha desarrollado diferentes líneas de trabajo en las que destacan los modelos predictivos para intentar predecir el comportamiento que podría tener el virus en distintos escenarios y responder a preguntas clave como cuántos infectados habrá en un futuro o qué habría pasado si España no hubiese tomado medidas. 

De hecho, gracias a ese trabajo, el grupo de investigación llegó a la conclusión en abril de que España estaba muy lejos de la inmunidad de grupo que nos protegería de rebrotes en una segunda ola, mucho antes de que el estudio de seroprevalencia confirmara los resultados.

Por eso, la ingeniera cree que habrá una segunda ola, aunque asegura que la responsabilidad individual y la preparación de las infraestructuras podrían evitar un confinamiento. 

Además, a través de la recolección de los datos de la red móvil, el grupo también ha realizado un modelado del comportamiento de la movilidad humana.

"La movilidad es muy importante en el contexto de enfermedades infecciosas de transmisión de humano a humano", ha señalado Oliver, que ha asegurado que los datos están siendo tratados de forma agregada y anonimizada. 

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No es el primer proyecto de este tipo para la ingeniera, que durante la pandemia de gripe A en México en 2009 analizó datos agregados de la red de telefonía móvil para entender qué impacto tuvieron las medidas gubernamentales para contener el virus.

El proyecto más destacado ha sido la puesta a disposición de todos los ciudadanos de una macroencuesta para evaluar el impacto de las medidas adoptadas durante el confinamiento. La encuesta ha ido evolucionando a medida que avanzaba la pandemia y ya incluye preguntas sobre con cuántas personas has entrado en contacto para adaptarse a la realidad de la desescalada. 

Uno de los datos más reveladores ha sido el descubrimiento de que el 40% de las personas que han respondido a la encuesta no tienen posibilidad de aislarse en caso de infectarse con la enfermedad. 

En ese sentido, Oliver asegura que el rastreo de contactos será clave para controlar la pandemia y evitar un posible rebrote, así como tener preparadas infraestructuras de cuarentena para las personas que no pueden confinarse.  La ingeniera también aboga por tomar medidas especiales para los colectivos más expuesto o de riesgo y para los entornos que agrupan en interiores a varias personas.