La burbuja del empleo pincha: los economistas pronostican un enfriamiento en la afiliación para finales de 2023

Trabajadores de mantenimiento.

REUTERS/Susana Vera

  • Si en la primera mitad de 2023 se crearon casi tantos puestos de trabajo como en todo 2022, en la segunda mitad parece que el empleo se congela.
  • La afiliación a la Seguridad Social crecerá solo 3 décimas en lo que queda de año, una tercera parte del crecimiento registrado en el trimestre anterior. 

Llega el otoño, las perspectivas económicas empiezan a nublarse y, con ellas, las de creación de empleo. Si en la primera mitad de 2023 se crearon casi tantos puestos de trabajo como en todo 2022, en la segunda mitad parece que el empleo se congela.

"Esperamos un mercado de trabajo menos dinámico que en la primera mitad del año", observa Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research. 

Según los cálculos del servicio de estudios de la entidad, la afiliación a la Seguridad Social crecerá solo 3 décimas en lo que queda de año, una tercera parte del crecimiento registrado en el trimestre anterior. En lo que va de año, la afiliación media ha crecido en 410.229 personas, lo que supone uno de los comportamientos más dinámicos de la serie.

Este menor crecimiento en la afiliación, explica Doménech, viene a mostrar la "mayor debilidad" en la afiliación que se vive desde mayo en el mercado laboral.

"La creación de empleo se aceleró en el inicio del segundo trimestre de 2023, aunque la afiliación a la Seguridad Social perdió tracción desde mayo y la Contabilidad Nacional anticipó un descenso del número de puestos de trabajo", coincide el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Si 2022 abrió con un boom de afiliación que ha continuado en 2023, parece que la burbuja del empleo se habría terminado pinchando para finales de este año. Aunque España continúa creando empleo, cada vez son más patentes los efectos de la inflación, la subida de tipos de interés y el miedo a una recesión

Camarero empleado

A principios de 2022, la economía española pegó un subidón empujada por el turismo y una fuerte demanda que insuflaron optimismo en las empresas. Como resultado, el PIB creció un 5,8% en 2022, gracias al empuje de la demanda y las exportaciones.

Pero a partir de la segunda mitad del año, con la inflación tocando máximos y la subida de tipos de interés, las perspectivas empezaron a debilitarse y el despegue del empleo a truncarse. En el primer trimestre de 2023, el PIB avanzó un 0,5% y en el segundo un 0,4% trimestral.

"Aunque la economía española será de las que más crezcan este año, ello no quiere decir que sea ajena al enfriamiento de la actividad que se extiende por Europa", apunta el director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco.

También el Banco de España enfrió esta misma semana sus previsiones para la economía española y advirtió de un "debilitamiento de la economía", básicamente por el efecto del encarecimiento de la energía, que está provocando que la inflación vuelva a repuntar; a las tensiones financieras relacionadas con las subidas de tipos de interés; y al deterioro del contexto macroeconómico, con socios como Alemania entrando en recesión.

"El cuarto trimestre ha sido peor que el tercero, y el tercero peor que el segundo. Ahora se avecina un primer trimestre complejo, porque se perciben señales de agotamiento del empleo", pronostican desde The Adecco Group Institute.

Para Blasco, España sigue teniendo un enorme problema de productividad y para mejorarla, las ‘palancas’ sólo están en la mejora de la cualificación del capital humano, en los incrementos de rendimiento vía digitalización/robotización/mecanización, o en la excelencia en los procesos".

Según los datos de Fedea y BBVA Research, el incremento de horas por trabajador permitió que la productividad real por ocupado aumentara en el segundo trimestre del año tras encadenar tres trimestres de caídas y compensó la disminución de la productividad por hora trabajada, que ha crecido de forma ininterrumpida desde el segundo trimestre de 2022.

Pero el producto y las horas por trabajador no han recuperado el nivel previo a la pandemia, mientras que la productividad por hora trabajada apenas se situó un 0,1% por encima.

"Durante el segundo trimestre del año, se ha vivido un aumento en el número de horas trabajadas con mucha mayor intensidad que la del producto interior bruto y que el empleo. Se observa así que el número de horas por ocupado aumenta, mientras que la productividad por hora cae", señala Doménech.

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