La vacuna contra el coronavirus de Pfizer requiere 2 inyecciones con 3 semanas de diferencia, lo que podría complicar la distribución
- La candidata a la vacuna contra el coronavirus de Pfizer es más del 90% efectiva en la prevención de COVID-19, ha anunciado este lunes la compañía.
- La vacuna consiste en 2 inyecciones administradas con 3 semanas de diferencia.
- Aunque algunas personas podrían necesitar más inyecciones de refuerzo, según los expertos.
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La vacuna de Pfizercontra el coronavirus lidera la lista de candidatas y está a la espera de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorice su uso de emergencia dentro de unas semanas.
Este lunes, el gigante farmacéutico y su socio alemán BioNTech han anunciado que su vacuna tiene una eficacia superior al 90%, según los 94 casos de la enfermedad observados en un estudio preliminar.
Sin embargo, la vacuna de Pfizer requiere 2 dosis para lograr esa alta efectividad, que se administran con 3 semanas de diferencia.
En julio, de acuerdo con los datos expuestos por Pfizer, el nivel más alto de anticuerpos neutralizantes del virus se detecta una semana después de la segunda dosis de los participantes.
Los interrogantes y obstáculos por resolver de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus
Muchas otras vacunas también requieren dosis consecutivas para ser más eficaces, incluida la que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola.
De hecho, otras de las candidatas contra el COVID-19, que aún están en ensayos, también implican inyecciones dobles: los participantes en el ensayo clínico de Moderna reciben 2 inyecciones con 4 semanas de diferencia, y el ensayo en curso de AstraZeneca está probando los resultados tanto de una sola dosis de la vacuna como de 2 inyecciones administradas con un mes de diferencia.
El caso es que una vacuna de 2 dosis conlleva desafíos en la cadena de suministro y la posibilidad de que no todos regresen a consulta para la segunda dosis decisiva.
Doble problema
Una vacuna de doble dosis requiere el doble de viales, jeringuillas, refrigeradores y visitas a la clínica en un momento en que esos recursos ya son limitados.
La vacuna de Pfizer también debe ser enviada y almacenada a menos 94 grados Fahrenheit (es decir, menos 70 grados Celsius).
Esto plantea un desafío considerable para la distribución en los países en desarrollo, en particular en los lugares que carecen de instalaciones eléctricas o de servicios de asistencia sanitaria.
Además, podría ser difícil conseguir que el 100% de los receptores de la vacuna regresen para una inyección de seguimiento que, en este caso, es crucial.
"Cuanto más complicado es el programa, más difícil es conseguir que la gente venga", explica a Business Insider Walt Orenstein, vacunador y exdirector del Programa Nacional de Inmunización de los Estados Unidos.
Por ejemplo, las investigaciones evidencian que menos de un tercio de las mujeres jóvenes que recibieron la primera inyección de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) —que apunta principalmente a los virus que causan el cáncer de cuello de útero— regresan por las 2 dosis restantes para completar la serie.
Puede que se necesiten inyecciones de refuerzo
Estos retos se podrían agravar si resulta que la gente necesita ser revacunada regularmente.
Los científicos no han podido estudiar el nuevo coronavirus lo suficiente como para determinar cuánto tiempo dura la inmunidad, pero algunas evidencias sugieren que los que han superado la enfermedad podrían reinfectarse.
Hasta ahora, los estudios han demostrado que los anticuerpos del coronavirus se disipan después de un período de semanas o meses, lo que podría significar que la inmunidad —ya sea generada en respuesta a una infección o a una vacuna— podría ser igualmente transitoria.
No obstante, el sistema inmunológico tiene más que esa línea de defensa (gracias a las células T y B), aunque quedan muchas preguntas sobre la inmunidad por resolver.
"Si la inmunidad resulta ser fugaz, necesitaremos un plan de vacunación más un refuerzo, o una revacunación a intervalos periódicos", detallaba a Business Insider el ecologista de enfermedades Marm Kilpatrick.
Aun así, no es un motivo de fracaso que la gente se vuelva susceptible a la reinfección tras la primera inyección.
"Esto sucede con muchas vacunas", reconoce Florian Krammer, un vacunador de la Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí, a Busines Insider.
"Esto no es un problema. Puedes ser revacunado".
Para eso son las vacunas de refuerzo. La vacuna contra el tétanos, por ejemplo, requiere un refuerzo cada década.
La pregunta es con qué frecuencia se necesitan vacunas de seguimiento contra el nuevo coronavirus.
Los expertos no podrán determinar si los refuerzos formarán parte del protocolo hasta que se hayan distribuido.
Según Pfizer, la mayor parte de sus dosis, hasta 1.300 millones, estarán listas en 2021.
"Una vez empecemos a ver que las fallas de las vacunas aumentan, entonces podremos considerar las dosis de refuerzo. Pero en esta etapa todavía no se sabe si eso será necesario", sostiene Orenstein.
Si resulta que la gente necesita ser revacunada regularmente, eso disminuye la probabilidad de que todos reciban las inyecciones que necesitan para mantenerse protegidos.
Andrew Dunn ha colaborado en la redacción de esta historia.
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