5 alimentos gourmet que podrían desaparecer por el cambio climático

Alimentos gourmet cambio climático

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  • Algunos de los alimentos gourmet más deseados de la actualidad podrían esfumarse para siempre debido a las devastadoras consecuencias del cambio climático, la subida del nivel del mar o la sequía.
  • En el futuro, las olivas de Kalamata, los olorosos y sabrosos quesos franceses de la región de Saboya, el jamón ibérico de bellota o el vino tinto podrían ver seriamente mermada su producción.
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No cabe ya la menor duda de que el cambio climático está impactando en los principales cultivos del planeta. Un estudio elaborado por la Universidad de Minnesota ha mostrado que ya afecta a la producción de alimentos en una escala mundial. El resultado es una reducción promedio de un tercio de las calorías consumibles de los 10 cultivos más importantes.

A su vez, las estimaciones de la ONU calculan que un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano proceden del sistema alimentario mundial. La producción de alimentos utiliza también el 70% del agua dulce del planeta, y casi un tercio de los alimentos que cultivamos se pierde o se desperdicia cada año.

 

Desde la EFSA destacan que los cambios a largo plazo que afectan a la temperatura, la humedad, las pautas de precipitaciones y los fenómenos meteorológicos extremos ya afectan a las cosechas, a las prácticas agrícolas o a la calidad nutricional de los cultivos. También se producen más plagas, establecimiento de especies invasoras y brotes de contaminación de alimentos marinos.

En el caso de las especialidades más características de Europa, muchos alimentos gourmet están amenazados por el cambio climático. Entre ellos, numerosos productos españoles. Según Juan José Burgos, presidente de la Asociación SlowFood Madrid, algunos de ellos son el atún rojo, varias especies de melón, la alubia de Getxo o la patata morada.

Comprueba qué deliciosos ingredientes y productos locales se tambalean a causa del calentamiento global: desde los quesos más famosos de Francia a uno de los arroces rojos más exquisitos del mundo o la bebida alcohólica más exportada de España, el vino tinto. 

Jamón de bellota: las encinas sufren por la sequía

Jamón de bellota

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La crisis climática supone una seria amenaza para la supervivencia del jamón ibérico. Tanto la subida de las temperaturas como la sequía a largo plazo reducen y ponen en peligro la producción de bellotas, el principal ingrediente que come el cerdo ibérico. 

Este animal se cría en la dehesa, un sotobosque típico del suroeste de España y lleno de encinas. El jamón de bellota de pata negra es la etiqueta que indica la máxima calidad, tiene un precio que ronda los 100 euros el kilo y exige que los cerdos dispongan de una hectárea de terreno para pastar. 

Tal y como recoge Euronews, en 2022 las encinas no produjeron suficientes bellotas, por lo que cada cerdo requirió 3 hectáreas en el caso de algunas empresas. Cabe destacar que las precipitaciones en Extremadura se han reducido un 35% en los últimos 50 años y que el año pasado, la producción de jamón ibérico cayó un 20% en la comunidad autónoma. 

En el presente, ya se toman medidas para capear el temporal que supone el cambio climático para este alimento tradicional, como introducir varias especies de roble en la misma finca con el propósito de tener más bellotas, o ampliar las parcelas para cumplir con los requisitos de la etiqueta impuesta para que un jamón se considere de bellota. 

Quesos franceses: la hierba para el pasto crece menos tras un verano abrasador

Quesos de Saboya

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En la vecina Francia, los quesos de Saboya también sufren la sequía provocada por el cambio climático: estas especialidades lácteas made in los Alpes incluyen quesos como el reblochon, Tomme de Savoie, el queso de Beaufort o la raclette. 

Uno de los principales problemas de la subida de las temperaturas es que la falta de agua y los veranos ardientes con temperaturas muy superiores a la media resecan la tierra, provocan grietas y causan que la hierba crezca menos, detalla Euronews.

13 trucos para conservar cada tipo de queso adecuadamente sin que se estropee

Dado que las vacas necesitan pastar un determinado número de días para que los quesos conserven sus estándares de calidad y la Indicación Geográfica Protegida, aquí comienza el problema: el año pasado, 28 tipos de queso solicitaron una modificación del pliego de condiciones a causa de las altas temperaturas.

Pero aunque los requisitos se vuelvan más blandos, el ganado se resiente a causa del calentamiento global que sacude esta zona montañosa: por encima de los 25 grados, las vacas padecen estrés, lo que incide sobre la producción de leche. Pueden producir entre 2 y 3 menos litros diarios y además, mermar la calidad de la misma. 

La subida del nivel del mar en el Mediterráneo amenaza el arroz de Camarga

Arroz de Camarga

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En la región de la Camarga, en la costa mediterránea del sur de Francia, la subida de las aguas podría invadir los arrozales que producen su cereal más prestigioso: el arroz rojo de Camarga, uno de los arroces integrales más exóticos y valorados por su aroma, calidad y sabor. Este comenzó a cultivarse en época de Enrique IV, a finales del siglo XVI.

 La crecida del mar Mediterráneo a causa del calentamiento global amenaza el humedal más grande de Francia. Bertrand Mazel, cultivador de arroz y presidente del sindicato de arroceros de Camarga., explica a Euronews que la sal "es un excelente herbicida" que provocaría un sufrimiento sin precedentes del arroz, poniendo en peligro la economía local de la región. 

La principal consecuencia de que llegue el mar a la Camarga es convertirla en una "enorme marisma salina que no solo volverá estéril la zona, sino que no habrá más biodiversidad, ni fauna, ni flora". En la actualidad se lleva a cabo un experimento para tratar estas aguas: llevando agua dulce a la Camarga tras filtrar los pesticidas utilizados en los cultivos de arroz.

"El nivel de pesticidas en las aguas de drenaje agrícola es incompatible con las normas de protección", afirma Jean Jalbert, Presidente del Tour du Valat.

Aceitunas de Kalamata: el tesoro de Grecia en riesgo

Aceitunas de kalamata

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La sequía y las olas de calor que asolan la región mediterránea dificultan la producción del olivo, y en Grecia amenazan con lastrar uno de sus productos más internacionales: las olivas de Kalamata, que se distinguen por su sabor y textura excepcionales y por su alto contenido en polifenoles y ácido oleico.  

Esta aceituna de mesa de color oscuro se cultiva al suroeste de Grecia, en la periferia del Peloponeso, y más concretamente en la región de Mesenia. 

Pero el calentamiento global golpea su producción: en 2021, el aumento de las temperaturas locales en primavera (hasta 38 grados centígrados) y la extrema ola de calor veraniega equivalió a una caída estimada del 50% en la producción regional total, según Copernicus. 

En este verano de 2023 Grecia sufría los peores incendios de su historia reciente: julio fue el mes más caluroso jamás registrado en el país, y el fuego emitió durante el mismo una megatonelada de carbono, la causa de las mayores emisiones del país en un periodo de 21 años, equivalente a 222.500 coches conducidos en un año o a 2,3 barriles de petróleo.

Al igual que sucede con el aceite de oliva español, el caldo de cultivo entre calentamiento global y sequía es un lastre para la cosecha de Kalamata, encareciendo precios o reduciendo con creces la producción conforme haya primaveras y veranos más abrasadores o menos precipitaciones. 

"El resultado a largo plazo será que algunas regiones, sobre todo del sur de Grecia, como Creta, no podrán cultivar aceitunas, o tendrán rendimientos muy reducidos", explicaba en 2021 a Euronews Stavros Vemmos, experto en olivos y profesor de pomología.

La copita de vino tinto también se tambalea

Vino tinto

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El viñedo es un cultivo altamente vulnerable al cambio climático, y España es una de las zonas más afectadas por el fenómeno: Europa se calienta al doble de velocidad que la media mundial, y el área mediterránea es de las más vulnerables a la desertización y a la sequía.

Paco Berciano, director y copropietario en Alma Vinos Únicos, señalaba en una conferencia que en Francia —donde poseen más datos que en España—, la vendimia se ha adelantado de media desde la década de 1965 hasta hoy unos 18 días. Los veranos muy calurosos deterioran los parámetros de madurez de la vid, que precisa un contraste entre días calurosos y noches frescas.

Cuanto más calor hace, más dulce es la uva y mayor graduación alcohólica tiene el vino, que además, se vuelve menos equilibrado. El calentamiento global también puede acarrear plagas y enfermedades para estos cultivos. 

Hay varias soluciones sobre la mesa: una de ellas es corregir de forma artificial el vino. Para ello, se realizan estudios para bajar el grado alcohólico y el pH, empleando levaduras especiales para disminuir ciertos parámetros. También rebuscar entre las variedades autóctonas y utilizar uvas más resistentes. 

La adaptación de los cultivos podría ser, según algunos expertos, una ventaja competitiva.

Algunos viñedos tendrán, literalmente, que moverse: trasladar los viñedos a zonas más altas o más al norte será otra de las apuestas ante la imparable subida de los termómetros. Los lugares más perjudicados a día de hoy son Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y, en menor medida, la costa mediterránea y el valle del Ebro. Las zonas de maduración tardía serán las más beneficiadas.

El vino es uno de los productos españoles más deseados a nivel internacional y también de los más exportados: en 2022, el volumen total de vino producido en España se situó en torno a los 36 millones de hectolitros, según datos de Statista

Según Tecnovino, en 2022 se produjo un récord de facturación de las exportaciones españolas de vino, llegando a 2.980,2 millones de euros, pese a perder un 9% en volumen.

En el contexto de crisis actual, países con latitudes más altas pueden cobrar ventaja: la vinificación sueca está ganando fuerza a medida que la sequía, el aumento del calor y otros fenómenos climáticos extremos están obligando a las regiones vitivinícolas tradicionales a reevaluar sus métodos.

Según Euronews, el sector del vino en Suecia está pasando de ser una industria principalmente amateur a pequeña escala a una industria con una ambición creciente.

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